De la escritora y actriz NIa Vardalos reconocida por su único gran éxito Casarse está en Griego (My Big Fat Greek Wedding). Aún me acuerdo cuando esa obra de teatro fue producida por los esposos Tom Hanks Y Rita Wilson y llevada al cine convirtiéndose en la comedia romántica número 1 de los Estados Unidos con una impresionante taquilla de $ 241 millones de dólares para un presupuesto de $ 5 m. Todo giraba marchar bien hasta que Nia decidió aprovecharse de la fama de la película extendiéndola a una serie de televisión que terminó siendo cancelada por el fracaso rotundo de la adaptación y el desinterés del formato.
Pero casi ocho años después nos encontramos con la reunión de los actores protagonistas John Corbet y Nia Vardalos en otra comedia romántica inusual y original, escrita por la mismísima Nia Vardalos. Pero no logró obtener éxito porque fue un rotundo fracaso y ni hablar de la otra película que sacó.
Al Diablo con el Amor es simplemente diferente, el único error que detectó es que Nia Vardalos intentó darle de más a una historia cuya simplicidad y filosofía podría ser sujeto a duda y más si es un pensamiento tan frío como el que maneja la protagonista. El guión en veces funciona pero en veces se siente injustificado, en veces es cómico y natural; otras veces forzoso y no gracioso. Pero entretiene a un nivel de original pero carece de calidad en el desarrollo de la temática.
Los personajes son opuestos en su totalidad, extrema diversión por un lado que llega a ser agotador y molesto; y seriedad con timidez en otro extremo por el cual es el equilibrio y tranquilidad de ver. Las actuaciones son buenas, especialmente John Corbet sobresale pero en cuanto Nia Vardalos, siento que al igual que su guión se mira muy forzado, sólo hasta las últimas escenas es cuando comienza a mostrarse esa naturalidad que poseía en Casarse está en Griego.
En cuanto al resto del Cast, Casarse está en Griego lucía por la espontaneidad y caracterización de los personajes griegos, elementos forzados en esta película. La familia estaba involucrada pero tenía un objetivo y una razón; aquí no hay ningún objetivo ni justificación suficiente. Pero no puedo negar que es cómico, en veces, especificando.
Sinceramente no era mi intención verla, menos rentarla; prefiero la de Mi vida en Ruina; pero cómo la encontró de repente en el Direct TV, opté por verla y admito el principio es tedioso, cansado e irreal, pero después se vuelve divertida, original y entretenida. Al final de cuentas es una película pasable.
Pero casi ocho años después nos encontramos con la reunión de los actores protagonistas John Corbet y Nia Vardalos en otra comedia romántica inusual y original, escrita por la mismísima Nia Vardalos. Pero no logró obtener éxito porque fue un rotundo fracaso y ni hablar de la otra película que sacó.
Al Diablo con el Amor es simplemente diferente, el único error que detectó es que Nia Vardalos intentó darle de más a una historia cuya simplicidad y filosofía podría ser sujeto a duda y más si es un pensamiento tan frío como el que maneja la protagonista. El guión en veces funciona pero en veces se siente injustificado, en veces es cómico y natural; otras veces forzoso y no gracioso. Pero entretiene a un nivel de original pero carece de calidad en el desarrollo de la temática.
Los personajes son opuestos en su totalidad, extrema diversión por un lado que llega a ser agotador y molesto; y seriedad con timidez en otro extremo por el cual es el equilibrio y tranquilidad de ver. Las actuaciones son buenas, especialmente John Corbet sobresale pero en cuanto Nia Vardalos, siento que al igual que su guión se mira muy forzado, sólo hasta las últimas escenas es cuando comienza a mostrarse esa naturalidad que poseía en Casarse está en Griego.
En cuanto al resto del Cast, Casarse está en Griego lucía por la espontaneidad y caracterización de los personajes griegos, elementos forzados en esta película. La familia estaba involucrada pero tenía un objetivo y una razón; aquí no hay ningún objetivo ni justificación suficiente. Pero no puedo negar que es cómico, en veces, especificando.
Sinceramente no era mi intención verla, menos rentarla; prefiero la de Mi vida en Ruina; pero cómo la encontró de repente en el Direct TV, opté por verla y admito el principio es tedioso, cansado e irreal, pero después se vuelve divertida, original y entretenida. Al final de cuentas es una película pasable.
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