La película basada en la exitosa serie de televisión fue recibida con críticas mixtas en cuanto a su historia y reparto. Incluso en la taquilla recaudó $ 77m en los Estados Unidos y aproximadamente $ 176m. Esta cantidad está por debajo de las proyecciones y aunque haya logrado cubrir su presupuesto, no sobró bastante para garantizar otra secuela como el Estudio lo haya deseado.
Debo señalar que la sorpresa que me llevo fue cuando vi que los productores eran nada menos que los hermanos Ridley y Tony Scott, lo cual podría justificar la participación de Liam Nelson siendo que este actor tuvo un reparto en Cruzada. En cuanto al director, Joe Carnahan quien no es muy conocido en el entorno nos entrega una decente producción obviamente con la ayuda de los Scott. En veces suceden demasiadas cosas a la vez con un tiempo de antes y después durante la planeación y ejecución de las misiones, lo cual el director fue eficaz en desarrollarlo y presentarlo en la edición.
La edición está compuesta por muchas tomas y segmentos a la vez, puede sentirse extrema y en veces marear un poco. La música parece bastante genérica y de poco ayuda. La escenografía es decente, pero realmente no fue el punto de enfoque.
El verdadero enfoque es la acción. El problema principal radica en los primeros veinte minutos porque pueden sentirse demasiado saturados por todo lo que está pasando. Personajes presentándose y de la nada van coincidiendo, antagonista sin pasado, persecución sobre un tipo de rescate sin una introducción. Efectos especiales que pueden volverse irreales y exceso de sonidos. Afortunadamente la película tiene otra premisa al adelantarse 8 años y de ahí comenzar con un nuevo drama y un adecuado desarrollo.
Supongo que ese comienzo fue para darnos una idea de cómo se creó la Brigada A para los que no hemos visto la serie, pero me parece que fue demasiado obligado y en cierta manera demuestra que la película hubiera estado perfecta sin esos veinte minutos introductorios desordenados pero con eficaz comedia. Siento que el guión requería de otro tratamiento porque pudo haber existido un buen drama.
Las secuencias de acción son satisfactorias y más cuando hay excelente comedia de por medio. Hubo dos ocasiones en que exageraron en los efectos, pero la secuencia al final es espectacular y es lo que le da un buen sabor a la película; nuevamente la mercadotecnia debió haber usado otra temática para vender el producto.
El reparto se suele sentir opacado por la presencia de Liam Nelson como Hannibal, honestamente este actor tiene un modo de decir las cosas y hacerse notar aunque no se esfuerce. En segundo, Quinton Jackson es una revelación cuando se trata de sus fobias y cuando se intenta ser demasiado ético. Sharlto Copley nuevamente nos demuestra que su actuación en Distrito 9 no fue suerte. Lamentablemente Bradley Cooper como galán y vanidoso fue el que trajo menos atención al igual que Jessica Biel.
En conclusión el producto entrega acción y comedia. Es entretenimiento garantizado pasando los primeros veinte minutos. Un recorrido decente acompañado de actores observables trabajando como un comando para cumplir una misión cuyo momento innovador se encuentra en la confrontación final.
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