El filme sobrenatural de horror basado en hechos reales trata de Michael Kovak quien decepcionado por la situación en que se encuentra, opta por ingresar a un seminario para convertirse en sacerdote. Cuatro años después, se rehúsa a tomar los votos por falta de fe y envía su resignación. Sin embargo, el proceso no será como esperaba porque es enviado forzosamente a tomar un curso de exorcismo que lo llevará a experimentar el lado oscuro de su fe.
En un principio no me atrevía a siquiera mirar los avances porque este género de horror religioso tiende a sugestionarme. Posteriormente tras ver varias entrevistas, reportajes y buenas recomendaciones, decidí animarme con la esperanza de no salir más traumado. Lo inesperado sucedió, terminé apreciando este filme por su fortaleza en el drama.
El guión maneja diálogos intrigantes, conserva un profundo desarrollo de personajes, muestra el valor de los símbolos, se acerca a la verdad de su material, liga el pasado con el presente y las secuencias son de lo más verídicas. Es una historia rica en conocimiento de exorcismo, para quienes no sabemos, se nos enseña lo teórico y lo práctico de los ritos. En cierta manera es intensamente crítica por la presencia de las ideologías escépticas. Impactante por las revelaciones y la presencia de los demonios. Este filme podría considerarse como un sustentador de Fe, por tanto, el mensaje es bastante claro durante el clímax.
El verdadero triunfo recae en la caracterización extraordinaria de Anthony Hopkins como el Padre Lucas. El ganador del Oscar nos entrega una variedad de gestos, inquietantes movimientos corporales y un modo único de decir las cosas. El resto de los actores se crecen con él por su gran presencia, experiencia y determinación en las secuencias de exorcismo. De hecho, agregó un diálogo al guión para identificarse con este personaje. También su conciencia y consejos pueden tomarse por sabiduría.
Contamos con el primer debut en pantalla del joven Colin O’Donoghue quien no pudo haber pedido por un mejor maestro que el Sr. Hopkins. En su papel de Michael Kovak, nos demuestra su potencial en mantener el suspenso y desarrollar su personaje conforme pasa cada escena. Seguramente muchos nos identificaremos con este escéptico cuyas ideologías y búsqueda de verdad solemos sentir de vez en cuando. Este personaje es sutilmente complejo, el actor logró interpretarlo a la exactitud y en el proceso creció. Esto se puede percibir en la secuencia final con Anthony Hopkins pues surge un destello de emociones puras entre los dos.
Existe también una tercera involucrada quien brilla incluso en la secuencia final, su nombre es Alice Braga. Su personaje consiste en la clásica reportera que coincide con Michael en el objetivo de buscar la verdad. Su interpretación es atractiva y su modo de cuestionar va de acorde al pasado.
Para tratarse de una película de horror, me sorprende haber visto una cinematografía rica en elementos y símbolos en los interiores de las iglesias, casas y escuelas. Cabe destacar las estructuras artísticas, muebles, decoraciones y variedad de estatuas que van de bellas hasta raras. La atmosfera manejada en Roma despega miedo en lugar de la clásica admiración. La ciudad católica no es tan segura como se piensa.
Sublime edición en las secuencias de los exorcismos, los encuadres mostrados fueron los correctos. El sonido y la música causan la tensión mientras los efectos especiales cumplen con los márgenes estipulados de un rito. En veces, las visualizaciones tienden a verse exageradas por la saturación del color, pero omitiendo este detalle, cumplieron con las expectativas de un rito. La presencia con un demonio nunca es encantadora, por lo que es interesante ver a un escéptico retar y confrontar al ente.
El director Jan Mikael Håfström fue muy respetuoso y profesional al encargarse de esta adaptación basada en un material verídico. Para quienes no sabían, Jan Mikael viajó a Roma y estuvo presente en varios exorcismos, escuchando desde afuera para su protección. Decidió contratar al Padre Gary Thomas como consultor de la producción. Por ende, los exorcismos coreógrafos se sienten tan reales por su exactitud. ¡Qué valor del director!
En conclusión, esperaba ver un clásico de horror de sustos y burlas, pero me encontré con un drama crítico lleno de conceptos de fe, exorcismo, escepticismo, catolicismo y poder. Lo fuerte no recae en los sustos que son mínimos, sino en los diálogos y acciones durante los ritos y sueños. Es impresionante leer las frases al inicio y al final.
En resumen:
CATEGORIA | DESCRIPCIÓN |
Dirección (Centrada en el Director) | Jan Mikael Håfström se armó de valor para darle realismo y exactitud al Rito. |
Actuación (Reparto en Gral) | ¡Qué extraordinaria actuación de Anthony Hopins! ¡Excelente comienzo para Colin O’Donoghue! Y ¡Excelente reparto por Alice Braga! |
Edición (Sonido, FXS, Música) | Una sublime edición gracias al ambiente proporcionado por la música, el sonido y los efectos especiales. |
Guión (Historia y Personajes) | Un buen desarrollo de los personajes, diálogos intrigantes, tratamiento respetuoso de una historia verídica y conocimiento de conceptos. |
Cinematografía (Escenografía, Arte, Vestuario, Maquillaje) | Rica en elementos y símbolos en los interiores de las iglesias, casas y otros lugares de Roma. |
*UN TRATAMIENTO INTENSIVO*
Vaya que encuentro una critica que no destroza a la pelicula. Me gustó tu critica y concuerdo contigo en que no se va tanto por el terror, asi que los que esperan asustarse mejor que ni entren, es mas que eso es una historia que nos presenta muchos temas, pero el principal es la fe. Tambien pienso que tiene buenas actuaciones y que para nada es una perdida de tiempo al contrario la recomiendo.
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