jueves, 23 de junio de 2011

A La Renta: Los Agentes del Destino (The Adjustment Bureau)


El suspenso romántico conceptual trata del Congresista Norris quien en una mañana cualquiera se reencuentra con una mujer atractiva y a la vez, descubre a los Agentes del Destino quienes forman parte del Buró de Ajuste. Por consecuencia del error de uno de los agentes, el futuro planeado del congresista se ve alterado al descubrir la verdad y decidir hacer lo posible para estar al lado de la mujer a quien ama.

Esta trama maneja temas religiosos tales como judíos-cristianos, conceptos de libre albedrío, predestino y casualidad. Incluso se especula que el presidente se refiere a Dios y los agentes son una clase de ángeles. En cierto modo tiene sentido y se debe alardear el nuevo enfoque con el cual se puede percibir nuestro modo de vida. De ahora en adelante, tenemos a quien culpar cuando se nos pierden las llaves o se nos derrama el café en nuestra ropa.

Básicamente es una película romántica y divertida gracias a la interacción entre Matt Damon y Emily Blunt. Ambos actores son genuinamente sensibles y naturales en todas sus escenas. Es difícil no sentir nostalgia por el sufrimiento que experimentan. Curiosamente nos suele pasar que a veces nuestro camino está bloqueado por diversos obstáculos imposibles de superar, lo más común es abandonarlo. Sin embargo, siempre se nos queda ese hueco del cual lo emplastamos con el conformismo.

El director George Nolfi cumple con su intención de hacernos cuestionar de nuestro entorno y modo de vivir. Este efecto es impresionante para tratarse de su primera dirección. Noffi demuestra un amplio conocimiento en la espontaneidad de una relación temprana y sabe mezclarlo con los pequeños detalles de madurez. Teniendo noción de las persecuciones por haber escrito El Centinela y Bourne Ultimato, estas secuencias son innovadoras a pesar de ser fugaces.  

En cuanto al guión, debo admitir que la temática se desenvuelve con sencillez y sin tantas complicaciones. A los 20 minutos se nos revela la verdad y el propósito, nosotros nos concentramos en el protagonista y a través de él juzgamos lo que vemos. El desarrollo se puede sentir repetitivo por tratarse de reencuentros, pero si uno se concentra, se pueden distinguir ciertos avances en los gestos e ideales.

Cada acto va aumentando y por este motivo, las similitudes se desvanecen. Considerando los cortos, esta película no es de acción, contiene una secuencia pero hasta la conclusión. Tampoco es de ciencia ficción, nada en sí se siente sobrenatural, hasta  podría coincidir con la realidad. La razón por ello se encuentra en los diálogos del agente Thompson cuando se refiere a nuestro verdadero libre albedrio.    

En cuanto a la edición, esta juega un papel importante en la ambientación de las situaciones. Las tomas son más estáticas y formales cuando el Buró está en control, pero en cuanto el protagonista se desvía del plan, los encuadres son más sueltos creando esa clase de tensión. Excelente estilo del cinematógrafo John Toll.

Y hablando de la cinematografía, la ciudad de Nueva York se nos muestra desde las calles transitadas, el icónico parque, salones de prensa, bufetes, estudios de teatro y posiblemente una de las mejores localizaciones se encuentra a bordo de la terraza del edificio más alto de la ciudad. En esta se nos muestra un espectacular panorama de Nueva York.

Como mención referente al vestuario, los sombreros fueron un toque novedoso. Creo que comenzaré a usar el que tengo guardado para ahorrarme tiempo al momento de trasladarme hacia otro punto de la ciudad.

Desde sus dramas Más Allá de la Vida e Invictus, Matt Damon mantiene esa madurez y añade una pequeña dosis de extroversión, convirtiendo al Congresista Norris en un personaje complejo. Hasta yo votaría por él posteriormente de ese discurso crítico. Se podría decir que la cortina que cubre a la imagen de la política se expuso.

Me dio gusto ver a Emily Blunt divertirse como Elise Sellas, una mujer guapa cuyo comportamiento extrovertido nos provoca risas y en ocasiones nos conmueve con su dedicación en la danza. Es tan buena la química que tiene con Damon que por ende, sus características se contagian. La visión que tenía el director sobre ellos resultó un éxito. No puedo descartar la posibilidad de que en un futuro, esta pareja se reúna de nuevo.

En cuanto al reparto secundario: Anthony Mackie esparce una vibra de conciencia y humanidad, este rompimiento del esquema es sugestivo. John Slattery a quien reconocemos por hacer el papel del Padre de Tony Stark en Iron Man 2, ejecuta a un antagonista carismático. Por último, Terence Stamp levanta el tono de la película a través de sus métodos, aunque realmente no lo detestamos por su locuacidad y veracidad al referirse a la humanidad.

En conclusión, una película romántica dominada por el suspenso y calibrada con comedia y una secuencia de acción.

*PREDESTINO VS. LIBRE ALBEDRÍO*

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