Crítica de El Vengador del Futuro (Total Recall)

Debido a que no he visto la película original de 1990 por excepto de algunos fragmentos, esta crítica de la nueva versión carecerá de esta comparación. Por ello cualquier comentario será bienvenido después de la conclusión, siempre y cuando sea de forma respetuosa y tolerante.

El director Len Wiseman tiende a valerse de cinematografías de gran escala que simplemente no decepcionan. Además coordina secuencias de acción impresionantes, destaca estables actuaciones, utilizar tonos oscuros y aprovecha al máximo la tecnología por computadora. Sin embargo, tiende a descuidar la historia y el desarrollo de personajes a cambio de la buena acción.

Nuevamente siento que los críticos fueron duros al llamarla una adaptación inservible, por no mencionar palabras fuertes. Obviamente hay una diferencia de 22 años por tanto se puede sentirse igual de innovadora que la original, pero sería una mentira debido a la competitividad y avance del género.

Wiseman dirige una buena película de ciencia ficción/acción y es así como debe calificarse. No lleva la palabra drama en su readaptación, aunque este presente resumidamente, por ende el error se cometió al tratarse así. Ello hay que dejárselos a la Academia, por otra parte nuestro trabajo es disfrutar la experiencia puesto que la temporada del verano no es sólo sufrimiento.

Centrándonos en las actuaciones, Colin Farrell entrega más emoción acompañada de una increíble confusión justificada por el estado de su personaje. Sus sentidos son más serios y libres de sarcasmo, la intención no era comedia sino credibilidad en maniobras de contrataque. Aunque no se descarta uno que otro momento exitosamente hilarante. No obstante suele desviarse un poco del realismo visto en Jason Bourne.

Creo que la definitiva estrella de este reinicio es nada menos que Kate Beckinsale. Afortunadamente su antagonismo forma parte del eje central de la historia a diferencia de Sharon Stone quien inmediatamente sale de cuadro tras el icónico conflicto con su supuesto esposo. Beckinsale entrega ternura, frustración, odio y un magnifico determinismo. Fácilmente nos impresiona en las secuencias de acción por su modo de moverse y tácticas defensivas.

La química entre Farrell y Beckinsale quedó un poco rezagada ya que sólo los vemos interactuar como esposos en una sola escena introductoria. En cuanto sucede la segunda, ambos actores cumplieron con la demanda física y en el proceso nos sorprendieron con combates más intensos y tecnológicamente avanzadas en comparación con Sr. y Sra. Smith, pero he aquí donde el desarrollo de personajes y la sátira hizo falta.

Jessica Biel se establece como una identidad realista simplemente por manejarse en un tono vulnerable a diferencia de sus compañeros. Maneja cierto grado de presencia pero dada la ausencia del pasado de Farrell, la importancia de su relación se ve afectada. Hubiera ayudado agregar 20 minutos de drama porque sin esta adaptación contaba con mucho material de alto interés.

Entre algunas menciones: Bryan Cranston no necesita introducción, cumple su propósito de posicionarse como la máxima autoridad pero en credibilidad se ve inferior a su asesina principal. En cuanto a Bill Nighy, no se me hizo justo haberse tratado de una especie de cameo. Este actor británico posee un talento en la pantalla que ha sido desaprovechado por la limitante del tiempo.

El guion toma la esencia de la versión original y la lleva a grandes alturas, tecnológicamente hablando. Presenta una provocativa realidad decadente pero en la Tierra a diferencia de Marte. Se apoya en algunas temáticas de Yo, Robot y adopta el estilo de la saga de Star Wars al momento de diseñar una guerra llevada a cabo entre robots y rebeldes. No es una trama difícil de comprender ni menos de seguir. El detalle es que ignoró su contenido valioso y por ende históricamente no luce como debería.

Asimismo suele sentirse saturada en los efectos especiales, especialmente al final, porque son demasiados elementos digitales. Sin embargo se disfruta el producto final por su bien ejecutada cinematografía, adecuada edición de sonidos y la perfecta selección de tomas. Creo que le hubiera ido mejor en formato 3D, hablando económicamente hablando. Como agregado adicional, la composición musical de Harry Gregson-Williams es ingeniosa.

En conclusión:

Obviamente difiere de la original de 1990 en el aspecto artístico y comicidad, pero en cuanto a avance tecnológico, adrenalina y definición actoral, parece tratarse de un segundo punto de vista superior.