Tras observar los
avances supe que era una de esas películas que debía ver y suele ser inusual de
mi parte ya que fuera de Toy Story 3 u otra producción interesante de Pixar, no
suelo acudir a verlas y mucho menos en el formato 3D. De hecho ni siquiera me
he animado a ver Cars 2 ni Madagascar 3. No obstante, trata de un concepto innovador
inspirado en el mundo de los videojuegos clásicos de Arcade. Lo suficiente para
captar no sólo mi atención sino la de muchos.
En una sola palabra,
el guion de Phil Johnston y Jennifer Lee es ingenioso. Como se menciona en la
premisa: se trata de una historia para todos. Después de la trilogía de Toy
Story y Buscando a Nemo, sigue Ralph: El Demoledor venciendo a Shrek 1-2,
Wall-E y Monsters Inc. Simplemente es maravillosa de presenciar cada escena por
su excelente desarrollo de personajes, la nostalgia de los videojuegos clásicos
y sus entretenidas secuencias de acción.
¿Qué es lo que hace
grandioso a Raph: El Demoledor? Que se guía bajo la formula Pixar, en otras
palabras, es un cuento clásico inmerso de corazón y susceptibilidad por el
contagio emocional e identificación personal que se experimenta al ser testigos
de las distintas dificultades que se enfrentan nuestros personajes favoritos.
Es sublime notar como
los nuevos personajes poco a poco se van adueñando de nuestro interés entre la
gran gama de identidades reconocibles. Básicamente se trata de encontrar
nuestro lugar en el mundo. Por ende el mensaje es valioso y sirve de fuente de inspiración
para ver las cosas desde otras perspectivas: no necesariamente se es una
persona mala por naturaleza sino así está estipulado en el oficio.
Es bueno cuestionar y
romper los estereotipos pero a la vez se debe tener cuidado de huir de nuestro
destino. Fuimos creados por una razón y se acepta, mas no se conforma. De lo
contrario nadie sabrá realmente nuestro sentir
y nos habremos perdido de una gran aventura situada en nuestra búsqueda
por nuestra identidad y propósito en la vida. Por lo visto, esta animación no sólo
me hizo reír, me entusiasmó y me hizo analizar sobre la vida misma.
Existe mucho sentido
y realismo en los personajes presentados: Ralph me recuerda al Shrek en figura
humana como se presenció en la secuela, pero aquí su representación es distinta
porque su amabilidad se aleja de un villano mientras Shrek sigue siendo un
ogro. Entre los aspectos relevantes, Ralph esta consciente de su entorno y por
ende, está dispuesto a luchar por un cambio.
Vanella Von podría
convertirse en un personaje también de suma identificación personal por su
naturaleza errónea e inocencia por estar configurada como una niña persistente
de 9 años. Básicamente los errores tienden a ser despreciados mas en un espacio
perfecto, se convierten en el factor innovador por no estar dentro de las reglas.
Su relación con Ralph se denota con carisma y complemento de caracteres. Inevitablemente
son la razón por la cual está generando recomendaciones.
Entre el reparto: Fix-It
Felix se desenvuelve como un Mario Bros y su estatus de héroe evoluciona a una
conducta flexible. En cuanto al Sargento Tamora, su papel es uno de los más
geniales por su defensa táctica y constante uso de armas. Las escenas entre
estos dos opuestos son bastante entretenidas garantizando varias sonrisas. Ello
no significa que Ralph y Vanellope no nos hagan reír, simplemente una pareja
nos divierte mientras la otra nos mantiene con nuestros sentimientos a flote.
La cinematografía en
una animación ha denotado grandes avances por convertir mundos reales en contextos
del mismo tono. La creación del universo Arcade no puedo haberse diseñado de
una mejor manera. Cada máquina es un mundo conectado a la Central de
Videojuegos. Sugar Rush es dulcemente creativo mientras el edificio del
videojuego de Ralph es sencillamente sutil. Tampoco se descarta lo gótico de
Hero’s Duty y la estructura recta de Pac-Man.
La edición de sonido
en conjunto con la musicalización es sinónimo de nostalgia ya que algunos
elementos nos recuerdan a los viejos días cuando uno de niño o inclusive de
adulto se acudía a estos centros a divertirse con las máquinas. Actualmente
continúa pero me temo que se encuentra en decadencia ya que el avance tecnológico
y el juego en línea han sido los factores que han evolucionado a esta
industria. Curiosamente se pretende indagar en estas temáticas para la próxima
secuela.
Es inusual como Rich
Moore dirigió una sobresaliente animación siendo principalmente reconocido por
su humor negro y material adulto en Los Simpsons. Nunca me lo hubiera imaginado:
una historia sana, tierna y con mensaje enfocada no sólo a las familias sino a
cualquier seguidor del buen cine. No cabe duda que Moore manejó a la exactitud
este concepto. En resumen, Disney tiene a su disposición una nueva franquicia del
mismo calibre de Toy Story.
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