El fundador y gerente
billonario Robert Miller parece tenerlo todo: un liderazgo ejemplar para su
empresa y una perfecta familia asegurada. Sin embargo, las apariencias engañan
y el dinero es el único método para consérvalo de esa forma. Desafortunadamente
para Miller, su reputación personal mezclado con el futuro de la compañía y el
bienestar de su familia se ponen en riesgo por causa de un trágico accidente
nocturno.
Es una sinopsis
sencilla pero lo suficientemente sugestiva para captar nuestra atención. Esta
clase de dramas políticos o legales siempre resultan informativos por la forma
en que se desenvuelven los casos y Mentiras Mortales no es la excepción ya que
contiene un magnifico suspenso respaldado por la extraordinaria actuación de
Richard Gere. Básicamente es un entretenido guion dominado por fuertes
emociones, el orgullo, la corrupción y el dinero.
Desde que inicia se
nos muestra la naturaleza del protagonista y sus relaciones interpersonales con
sus colegas, amigos, consultores, familiares, hijos, etc. No hay cabos sueltos
ni huecos por llenar, es cuestión de prestarle atención e inevitablemente se
dará en cuanto sucede el primer giro. Algunos podrían cuestionarse sobre la
conducta mientras otros la defenderían, como suele ser discutirse, depende de
los valores y las lecciones de la vida.
Se aprende mucho y en
cierto modo se comprende la forma de desenvolverse de un supuesto exitoso
empresario. Desde otra perspectiva, este relato provoca nuestra participación
mental porque unos cuantos podrían optar por el sendero de la honestidad a
diferencia de otros que haría lo posible por salir desapercibido. Nunca se sabe
con certeza hasta que te sucede, pero no todos cuentan con la misma oportunidad
o quizás los mismos recursos para salir adelante.
Entonces Nicholas
Jarecki aprovecha su experiencia en estos temas tras haber escrito Los
Informantes mas en el área de dirección, se trató de una especie de debut. Cada
uno de los actores secundarios comparte excepcional química con el personaje
Miller y a su vez, reaccionan conforme los escenarios van evolucionando. Este
producto de calidad de Jarecki merece crédito no por su definida coordinación
artística sino por su correcta estructuración narrativa.
Las identidades del
elenco se simplifican en herramientas dispuestas a la manipulación o propósito
del personaje principal. Cada integrante familiar, empresario u terceros
contribuye brevemente con caracterizaciones estereotipadas de las cuales
funcionan para lanzar una que otra crítica relacionada con el ambiente
social-político-económico. Por tanto sería una sorpresa verla adquirir algunas
nominaciones.
Aparte del novedoso
guion, cabe destacar que algunas localizaciones son intrigantes y sinónimas de
tensión. La musicalización es reciproca y la edición de sonido resultó
abrumadora en la secuencia del accidente. Ingresando a las predicciones de los
Oscares, solamente la podría ver en las siguientes cuatro categorías: Mejor
Película, Mejor Director, Mejor Actor y Mejor Guion. Aunque lo más cercano son
guion y actor.
Dado lo expresado de
la historia, se procede al departamento de actuación donde surge el verdadero
resalte de la producción y podría implicar la mínima posibilidad de que Richard
Gere reciba reconocimiento por su rol principal. En contraste a su especialidad
de hombre de negocios seriamente honesto, responsable, creativo y espontaneo;
en esta ocasión adopta una postura frívola, dolorosa, hipócrita y orgullosa.
Es difícil asegurar
una nominación mas no se descarta porque Gere presenta una de sus mejores
interpretaciones por haberse inyectado ese veneno de desconfianza. Es tan buen
actor que llegas a detestar su narcisismo durante la toma de decisiones. Es inusual
verlo en el papel de clásico patán por su infidelidad e hipocresía, pero existe
un momento donde sientes un poco de simpatía para después destrozarse por su
arrogancia.
Susan Sarandon continúa
siendo un poderoso soporte por su desempeño emocional y fácilmente participa en
la mejor escena de la película al lado de Gere. Esta discusión entre los dos es
fenomenal y por lo tanto es la fuente de recomendación. Asimismo Sarandon
comparte otro momento sensacional con Brit Marling cuyo perfecto modelo a
seguir se ve afectado ante la mancha negra oculta de la empresa. Otro momento a
reflexionar sobre la correcta postura a adoptar.
Es interesante
analizar la personificación frustrante de Tim Roth como el detective Bryer. Suele
ser el caso de muchos agentes quienes pierden la esperanza y sugieren el empleo
de acciones de carácter dudoso. El propósito del mal es contagiar el bien así
que combatir mal con mal provoca una suciedad en las cuentas significando que
nunca serán claras. Este giro final es otra herramienta con capacidad analítica.
En conclusión:
Mentiras Mortales no será una obra maestra pero si es un relato bastante
formidable por su tonalidad oscura, elenco emocional y temáticas políticas.
Calificación: 3 de 5
estrellas
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