¡Paul Feig, Sandra Bullock y Melissa McCarthy lo hacen de nuevo! Posteriormente
de triunfos taquilleros como Damas en Guerra, La Propuesta y Ladrona de
Identidades, el trío cumple con las expectativas clásicas de este género y sin
importar su clasificación R, logra entretenernos con secuencias divertidas y de
acción explosiva.
Primeramente la mayoría de los elementos definidos de Paul Feig están
presentes y por tanto las escenas vulgares no se sienten de mal gusto. Contamos
con groserías, señas obscenas y sangreríos que terriblemente hacen reír a uno gracias
a su inversión espontanea. Además de mantenerse fiel a los parámetros de su subgénero
criminal, Feig inyecta un poco de los conceptos y teorías de la serie Mente
Criminales.
Se requiere de mucha inteligencia para mostrar esta faceta profesional
dentro de un contexto prosaico y por lo visto la guionista Katie Dippold sabía
lo que estaba haciendo porque el contenido es genuinamente personal. Indudablemente
Feig fue la elección perfecta para dirigirla porque respetó la identidad de las
protagonistas y en su proceso acertó con la evolución característica de cada
una de ellas.
Por lo visto Fox le ganó la partida a Universal Studios porque The
Heat es fácilmente la comedia del año y difícilmente cualquiera que la haya
visto podrá decir lo opuesto. Como siempre, es cuestión de relajarse para
situarse dentro de este ambiente que podría no diferir de la realidad. El propósito
es hacernos reír a como dé lugar y exitosamente lo logra siempre y cuando
estemos abiertos a aceptarla por lo que es.
Como siempre Sandra Bullock es perfecta para el rol de mujer apretada
como dirían algunos. Su movimiento corporal, dicción y vestimenta no difieren
de su clásico estereotipo; no obstante, es imposible no amarla por lo bien que lo hace. Además
debe sorprendernos por verla explayarse en la borrachera, durante la arrastrada
en el Hospital y al momento de sacar el dedo, hacer gestos obscenos o decir
grosería tras grosería. En ninguna forma se ve mal, al contrario, se le aplaude
porque hasta en eso, brilla esta mujer.
Del mismo modo, Melissa McCarthy continúa con su estilo reconocido en
Damas en Guerra y se comporta como la clásica rebelde. En cada diálogo expresa
palabrotas, se la pasa golpeando a las personas y hasta en los sucesos
calmados, denota cierta madurez pero de un modo sarcástico que nunca para de
bromear. En este año, la actriz ha resultado una revelación tras liderar dos
comedias taquilleras, además de haber estado nominada al Oscar por una
participación cómica.
En conjunto, Sandra Bullock y Melissa McCarthy comparten una excelente
química que la risa simplemente está constante. Se nota el disgusto al
principio y su modo de cambio al ponerse en los zapatos de su compañera. Gozan
de tantas escenas memorables como sus diálogos irrespetuosos que probablemente
haya planes para una segunda entrega porque este equipo debe reunirse de nuevo
aunque sea para una distinta producción.
Cabe destacar a Demián Bichir, su presencia mexicana sigue siendo
fascinante por sus quejas en español. De por sí con bastante festivas las
referencias que recibe con la cultura como también Bullock haciendo práctica de
su español al momento de entablar una conversación con éste. Tampoco ignoremos
a Marlon Wayans quien contribuye al buen humor pero sorpresivamente desde un
tono serio.
Las localidades son infinitas como las bromas, las actuaciones
prestigiadas y la dirección provienen de un verdadero maestro del humor. Nadie
está exento a reírse, por lo menos una escena o frase te sacará una risa porque
es inevitable. En conclusión, este trío entrega la mejor comedia del verano y
probablemente terminé siendo incluso la de 2013. Sería imprudente no acudir a
verla, porque es una terapia necesaria de experimentar.
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