Situada en 1960, El Hombre de Hielo (The Iceman) narra
la verdadera historia de Richard Kuklinski quien siendo hombre de familia se
dedicaba a matar personas para un jefe de la mafia. El guión requirió de más
trabajo y creatividad para esta especie de antihéroe ya que a la media hora se
va perdiendo el interés por estar demasiada plana. Ni siquiera el aspecto frío
resalta dada la cero emotividad del propio contexto.
Todo recae en su
edición la cual parece estar desnivelada en cuadros porque pareciese que se
detiene la imagen para recargarse. Constantemente este efecto combinado con el
diálogo inflexible suele obligarte a revisar el reloj para ver cuándo
terminará.
Desafortunadamente
Michael Shannon (El Hombre de Acero) no pudo lucir como ha estado acostumbrando
y no es su culpa, Winona Ryder estuvo demasiado limitada mientras Chris Evans y
James Franco fueron desaprovechados.
La sorpresa sería
David Schwimmer (Friends TV) quien muestra otra faceta que podría darle
seguimiento para un futuro porque sería un grandioso villano. En conclusión, no
es de esperarse mucho de este drama puesto que carece de su espiritó
independiente. La calificación seleccionada es de 2 ½ estrellas.
Ahora es momento de
analizar ¿por qué Cazadores de Sombras:
La Ciudad de Huesos (The Mortal Instruments: City of Bones) no resultó el
gran triunfo que anticipaban? Primeramente debió haber definido su tercer acto ya
que se ponen muchas cosas en juego en conjunto con demasiadas revelaciones de
las cuales no contaron con un profundo desarrollo para que nos llegase a
importar.
Se agradece el ritmo
con el que comienza la historia, pero al tocar la puerta del típico triángulo
amoroso, simplemente es demasiado en esta serie de adaptaciones juveniles.
Asimismo no encuentro el sentido de tener vampiros contra hombres lobos en una
historia de ángeles y demonios, en ese caso hubiese visto otra vez La Saga de
Crepúsculo.
La ausencia de un
sentido y el exceso de distractores es lo que destroza esta adaptación porque
al parecer los productores no supieron qué hacer con tantas cosas, se maneja
bien el suspenso debo dárselas pero no existe suficiente acción ni su imagen
llega a atraer audiencia por manejarse todo a medias.
Lily Collins es una
buena actriz pero su elenco fue mal elegido porque no llaman la atención ni
tampoco son tratados con importancia. De hecho los veteranos Lena Headey, Kevin
Durand y Jonathan Rhys Meyers son quienes alzan los eventos pero su presencia
sólo es cuestión de minutos y en tiempos específicos.
Aun con una taquilla
inferior a los $ 80 millones de dólares mundialmente, una secuela ha sido
confirmada de la cual es casi un hecho que le de continuidad al fracaso como se
observó con Percy Jackson 2.
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