sábado, 18 de enero de 2014

Crítica de Jack Ryan: Código Sombra (Jack Ryan: Shadow Recruit)


Si hubiesen optado por apoyarse en Jack Ryan Jr., no sólo contarían con el respaldo de la trilogía clásica sino también el propio Harrison Ford podría haber regresado momentáneamente como el icónico Jack Ryan que todos conocemos y queremos. Apoyando en el proceso a su hijo quien de acorde a las últimas novelas de Tom Clancy, andaba detrás de los pasos de su padre.

Sé que he insistido bastante en este tópico pero tras ver esta readaptación basada sólo en los personajes de Clancy, honestamente no sé por qué no se les ocurrió a los productores. Obviamente estaban pensando en Casino Royale, Misión Imposible, Protegiendo al Enemigo, Identidad Desconocida y hasta Agente Salt; de lo contrario no tuviéramos todas estas referencias durante su duración de 105 minutos.

Pero esto es un borrón y cuenta nueva, aunque me duela aceptarlo debo poner mi mente en blanco y eliminar la franquicia existente en orden de poder analizar este nuevo giro de eventos. Primeramente a uno se le dificulta crear esa conexión emocional con Jack Ryan por la forma en que fue motivado a luchar por su país, además de tomarle todo un proceso de 10 a 13 años de los cuales sólo estuvimos presente en un par de segmentos.

El contexto geopolítico y el análisis de la información siguen en pie pero retransmitidos desde el segundo plano. La involucración de Rusia, las Naciones Unidas y Wall Street carecen de fortaleza narrativa por un respeto excesivo. Tal parece el guionista no quería meterse en problemas con los territorios foráneos al instante de estrenarse. A pesar de ello, es una historia decente con un buen ritmo.   

Kenneth Branagh asume la dirección y en cierto modo me sorprende que haya simplificado la relación entre Jack y Cathy Muller. Previamente hizo un excelente trabajo al definir el conflicto familiar en Thor, pero en esta ocasión el tiempo es demasiado corto para evolucionarlos y anti-climático por la comicidad de las problemáticas.

La edición pone en prioridad al suspenso y a la propia acción la cual sirve de motivadora en el desarrollo de los personajes de los cuales no llegan a sentirse complejos. La música es pasable, la tecnología atrae como siempre y básicamente el sello de este reinició reside en las secuencias de acción debido a que están apropiadamente coordinadas y ejecutadas.

Todavía noté verde a Chris Pine, haciendo referencia al personaje que Harrison Ford puso en el mapa y que el ganador del Oscar Ben Affleck lo interpretó dichosamente a su propia manera. No cuestiono el esfuerzo de Pine, es sólo que su actuación está en la liga de Ryan Reynolds en Protegiendo al Enemigo. Lamentablemente le pasó lo mismo que a Alec Baldwin en La Caza del Rojo Octubre, me lo opacaron por el talento veterano.  

Es grato contar con la bellísima Keira Knightley quien se le da la oportunidad de actuar en lugar de quedarse sentada en su casa o en el hospital. De hecho sus dos escenas con Kenneth Branagh son fácilmente los mejores momentos dramáticos en mayor parte a la postura expresiva del Señor y Director Branagh.   

Kevin Costner volverá a interpretar a Thomas Harper en una película oficialmente basada en una de las novelas de Tom Clancy, lo cual me da mucho gusto porque éste se roba la función y ello que ni siquiera llegamos a saber nada de su personaje. Podría estar mintiéndonos con esa inexpresividad pero no nos importa porque a pesar de estar mayor y verse mayor, nos demuestra su capacidad de ejecutar correctamente el trabajo.

En conclusión, Jack Ryan: Código Sombra no hará felices a las personas que crecieron o estuvieron cuando los clásicos se estrenaron. Asimismo le costará trabajo conseguir nuevos seguidores dado los fenómenos mundiales de Misión Imposible: Protocolo Fantasma y 007: Skyfall. No obstante, es una buena adaptación de espionaje que pudo haberse pulido bajo los antecedentes ya establecidos. 

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