No he tenido la
oportunidad de leer la galardonada y exitosa novela de Markus Zusak pero en
cuanto a su adaptación fílmica, resultó siendo un conmovedor e histórico drama
personal para toda la familia. La pasión por los libros es un buen mensaje como
las acciones humanas, del mismo modo se percibe el respeto hacia la muerte ya
que al igual que la novela, es el propio ángel oscuro quien resulta el narrador, dándonos
un intrigante punto de vista con sentido sarcástico del humor.
El guionista Michael
Petroni tiene experiencia en tocar esta clase de temáticas ya que previamente
adaptó Las Crónicas de Narnia: Travesía del Viajero del Alba, retomando
los clásicos elementos para madurar el comportamiento de los niños. En el mismo proceso desenvuelve los aspectos contextuales debido
a la guerra. Por otro lado, su trabajo en El Rito le proporcionó ciertas cualidades
descriptivas para el lado oscuro, haciendo referencia al trabajo de la Muerte.
Quizás el título
aleje a muchas personas por un sentido de malinterpretación, del mismo modo
algunas familias con niños muy pequeños corren el riesgo de no disfrutar la película debido a que su drama es algo compleja y seria. Artísticamente es impresionante ver el contexto de esos años entre 1938 a 1945, cuando se encontraba el movimiento
Nazista en su máximo apogeo. Visualmente es un triunfo por las localidades
seleccionadas, los uniformes, los himnos y las banderas.
Desde que inicia,
Sophie Nélisse nos captura en su papel de la afligida Liesel Meminger porque
durante las dos horas que dura esta adaptación, este personaje nomas no tiene
un descanso. Existe un proceso notorio en Nélisse porque los distintos sucesos
van moldeando su carácter. Del mismo modo su comportamiento y maneras de
pensar nos hacen cuestionarnos de la naturaleza humana creando esa conexión con
el ángel de la muerte.
Desde que vi a Geoffrey
Rush en El Discurso del Rey, supe que este actor era y sigue siendo una
reliquia de la actuación porque el señor no necesita de un diálogo para causar
un impacto en nosotros. Su propio rostro nos lo dice todo y hasta más. Desde su
primera línea nos roba el corazón y en sus momentos más duros, nos tumba como
también nos hace sentirnos apreciables de nosotros mismos pese a
nuestros defectos
Confieso que la
actitud despiadada de Emily Watson es fantástica, su frivolidad es tan sutil como
su miedo a actuar. La naturaleza de su corazón es difícil de observar pero está
presente bajo esa capa de frialdad. Indudablemente es por ella misma que la
fuente de comedia fluye con tanto placer debido a contrastar con Nélisse y Rush.
Tampoco podemos descartar a Ben Schnetzer como Max cuyo carisma constituye un
soporte esencial por servir como un faro de esperanza.
Desde mi punto de
vista, estos cuatro actores debieron de haber acaparado las cuatro categorías de
actuación en la tradición de Los Juegos del Destino porque estén solos, por dúos,
trió o los cuatro en escena, entregan una travesía humana difícil de no
contagiarse. Imposible de no seguir y hasta provocadora de hacerte derramar una
lágrima por saber que estos eventos pudieron haber sido ciertos.
Por consecuente la
dirección de Brian Percival denota un dinamismo difícil de resistirse. En vez
de hechos relacionados con el holocausto, esta vez se enfocó en la quema de libros y la
injusticia alrededor de los judíos y la misma Alemania ya que nos damos una idea de esa gente que le tocó vivir en esos tiempos y no estaban de acuerdo
con estas normas de su Canciller. Percival lo deja bien claro y por concluyente, la
adaptación tuvo una excelente ejecución mezclada con una poderosa composición musical por parte del maestro John Williams.
En conjunto estos
cuatro actores en coordinación con el director nos hacen experimentar una gran
gama de emociones, habrá momentos en que compartirnos su dolor o lágrimas, nos
contagiamos de su excéntrico humor y siempre estamos al tanto de su seguridad.
Realmente queremos algo mejor para ellos pese a saber que esos tiempos difícilmente
lo ameritaban, lo cual honestamente si no tienes la menor idea, los últimos
diez minutos te dejaran una gran huella en tu corazón. Realmente queremos lo mejor para estos personajes y por tanto, el
impacto es gloriosamente divino.
Espero en un futuro
no lejano tener la oportunidad de leer la novela para completar esta crítica con una comparación directa de la misma novela.
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