Ahora comprendo toda
la faramalla en esta readaptación del cuento clásico de La Bella Durmiente. En
un inicio se había anunciado que esta historia se enfocaría fuertemente en el
punto de vista de la villana, dándose así un inesperado giro en sus acciones en
conjunto con un origen de aquella fuente de maldad. Si esto no representa la problemática
¿será la espera de ver a una villana en toda la extensión de la palabra?
El guión de Linda
Woolverton retoma varias escenas claves de la versión animada pero se distingue por adoptar un estilo
emocionalmente real en lugar de un típico cuento de hadas. La implementación de una ingeniosa
introducción hacia un conmovedor clímax va de la mano con el desarrollo del
personaje principal dándole esa profundidad de la cual muchas de estas
adaptaciones carecen. Resultó suficiente con 98 minutos, no se necesitó
redundar en los mismos escenarios ni darse tantas explicaciones.
Curiosamente no tiene
absolutamente nada que ver con Blanca Nieves y El Cazador, tampoco se compara
con lo abstracto que fue Alicia en el País de las Maravillas y es mucho más
dinámica que Oz: El Poderoso. Como se puede observar, Maléfica se encuentra en
su propia liga. Cualquiera puede verla y disfrutar de esta especie de parábola
debido a sus temáticas de amor, venganza, confianza, avaricia y madurez.
El debut de Robert
Stromberg se percibe en una dirección veloz, amistosa y conmovedora. Me
sorprende tanto ver una ejecución tan clara pese al manejo de tonalidades
oscuras. La edición brilla por sus intrépidas
secuencias visuales y los escenarios utilizados son formidables por haberse
enfocado en solamente dos mundos, por así decirse. Me sorprende que alguien que
haya trabajado en Avatar, Alicia en el País de las Maravillas y Oz: El
Poderoso, logré filmar un mundo totalmente distinto a los mencionados.
Por lo visto Stromberg
no se complicó en lo absoluto, simplemente se dejó llevar por la naturaleza
emocional de la antagonista sin tratar de manipular sus razones tanto malévolas
como bondadosas. En un instante supo de quién se trataba y la dejó ser
surgiendo así una película de no sólo entretenimiento sólido sino de
auto-aprendizaje y comprensión hacia aquellos oscuros corazones.
Todo recae en nuestra
manera de reaccionar, toda mala obra tiene sus propias consecuencias y debido a
ello estamos propensos a convertirnos en buenas o malas personas. Uno no nace
siendo malo, uno usualmente decide volverse o se deja contagiar por causa de un
terrible evento. La luz y la oscuridad están en uno mismo y asombrosamente se
pueden hacer milagros desde cualquiera de ellos, como podemos observarlo en
esta exquisita narrativa.
En lo que si
concuerdo es que esta producción le pertenece a Angelina Jolie. Pese al
maquillaje intenso, vestuario provocativo, cuernos y alas, la actriz cumple no
sólo con las cualidades maniáticas de la villana icónica de Walt Disney sino la
humaniza a pesar de tratarse de otra clase de especie. Indudablemente es una
poderosa actuación que no sólo nos produce simpatía sino conforme la vamos
conociendo, nos vamos enamorando de su belleza interna.
No cualquiera puede
transformar el corazón de una villana, pero Jolie nunca tuvo la menor duda y
por esa razón se nota su preparación: la voz grave, el tenso movimiento corporal
y su expresión frívola. Esta actitud a su vez sirvió de excelente fuente de
comedia con Sam Riley (el cuervo) puesto
que su relación es bastante divertida por su constante sarcasmo expresado en
sus diálogos.
Creo que la Princesa
Aurora se posicionará como la princesa más popular de Disney gracias a la
encantadora interpretación de Elle Fanning. No importa que la hayan desplazado
a segundo lugar, en mi humilde opinión, se me hizo mucho mejor que los
protagonismos de Kristen Stewart y Lily Collins en sus respectivos roles de
Blanca Nieves.
Cabe resaltar a Sharlto
Copley como el Rey Stefan porque pese a su reducida experiencia en este género,
sigue excediendo las expectativas. Ya habíamos tenido una probadita de su
antagonismo en Elysium, pero la locura simplemente fue formidable de percibirse
en su tono de voz. En cuanto a Imelda Staunton, Juno Temple y Lesley Manville,
la comedia fluye con espontaneidad gracias a que Disney se arriesgó a modificarles
el estereotipo que solía definir a las hadas madrinas.
La composición
musical de James Newton Howard se adecua a las distintas atmosferas mientras
que Lana del Rey sumerge en tenebrosidad la canción clásica de Once Upon a
Dream. Dicho esto, no queda más que concluir que en definitiva, Maléfica es una
de las obras más oscuras de Disney pero con una luz oculta en su interior que
poco a poco nos va enterneciendo nuestra mirada. Es un relato inesperado por
sus giros en su clásica narrativa, además de contar con una de las actuaciones
más finas del año.
A mi gusto no me desagradó peor siento que le faltó algo. Lo que me fascina es la actuación de Angelina Jolie. No me queda duda que ese papel lo desempeña muy bien.
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