lunes, 9 de junio de 2014

Crítica de Bajo La Misma Estrella (The Fault in our Stars)


La adaptación del drama romántico de John Green está llena de infinita vida pese a tratarse de dos adolescentes con problemas de cáncer. No difiere tanto de su género como se nos insinuaba puesto que se detectan algunos elementos recurrentes en otras comedias románticas pero con la excepción de que se ejecutan con conciencia y madurez.

Tal parece los guionistas Scott Neustadler y Michael H. Weber comprendieron la esencia de la novela, ese motivo por lo cual inspiró a Green a narrar esta gran historia de amor. No era una tarea fácil de hacer porque su enfoque conlleva a varias interpretaciones ya sean buenas o malas, pero de qué debía contarse, absolutamente.

Estas magnificas vivencias o referido incluso como estos delicados puntos de vistas que muchos escuchamos mas no nos atrevemos a realmente ver, como también limitamos o simplemente ignoramos, resultan bastante importantes para nuestro propio desarrollo. Las temáticas se centran a nuestra realidad profundizando en la forma en que lidiamos con nuestras emociones.

¿Será que estamos así porque queremos estarlo? No existe una respuesta hacia el porqué de nuestro estado de salud o situación económica, pero si algo me ha recordado esta película, es que la felicidad no depende de estos conceptos sobrevalorados sino está en nuestro propio sentir. Si uno se encuentra bien consigo mismo, entonces lo poco que se tenga será suficiente.    

Básicamente esto es lo que percibo en la dirección de Josh Boone lo cual me sorprende por la inexperiencia con la que cuenta. He ahí su motivador ya que no estaba a cargo de cualquier producción, se trataba de un gran peso que supo desenvolver sin caer en lo típico. No sólo debía cumplir con la demanda del autor sino con la de cada lector conmovido por este relato.

Lo anterior nos encamina a la tristeza, aunque lo parezca no se siente del todo melodramática ya que Boone trató de aligerar la tensión a través de situaciones cómicas y diálogos sarcásticos. Tampoco te dejes engañar por su ternura, en un giro de eventos se torna devastadora y quizás a algunos se les desgarré el corazón. Después de todo: “Eso es lo que pasa con el dolor. Exige ser sentido”.  

Sinceramente ha sido un excelente año para Shailene Woodley quien cada vez sigue creciendo como actriz. Su imagen aquí la hace una completa extraña ante nuestros ojos pero a pesar de ello, logra transmitirnos esos poderosos sentimientos. Haberse reunido con Ansel Elgort le benefició a lo grande porque su confianza es evidente en este joven y por ende, se vuelve en una figura simpática. Cabe señalar que la química entre los dos en conjunto con sus caracterizaciones físicas, ocasionan un gran impacto del cual podría conectar como reconectar a muchas parejas.   

Asimismo se les debe atribuir crédito a Laura Dern, Nat Wolff, Sam Trammell, Mike Birbiglia, Lotte Verbeek y Willem Dafoe. La cinematografía es bastante sencilla pero agradable, las canciones de Ed Sheeran y One Republic fueron perfectamente colocadas. Curiosamente no queda más que decir, excepto que será interesante ver el desenvolvimiento de Woodley y Elgort en las siguientes secuelas de Divergente.

En conclusión, una manera consciente de ver un drama romántico aunque el sufrimiento emocional sea inevitable.    

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