La secuela cuenta con
todos los elementos que hicieron popular a la primera parte aunque no se
desenvuelve en ese modelo establecido. La sinopsis no varía mucho, sólo la
ubicación. El colegio se vuelve Universidad y dado la gran magnitud que esta
abarca, la trama simplemente gira en torno a la comicidad del par de
comediantes desaprovechándose el total potencial del contexto seleccionado.
El estilo se torna a
la inversa, la dinámica se mantiene igual pero ligeramente se separa en polos
extremos y hasta en cierto modo, existen pausas en su desarrollo circunstancial.
Esto crea la sensación de repetición, no obstante, la aventura va adoptando su
propio camino del cual parece favorecer más al personaje que interpreta
Channing Tatum, aunque Jonah Hill e Ice Cube terminan disputándose la última
palabra.
La mayoría sabe que
esperar de los directores Phil Lord y Christopher Miller, curiosamente la
obscenidad bajó un nivel pero las bromas siguieron siendo bastante efectivas ¡Vaya
coordinación! La naturaleza individual de los actores luce sensacionalmente con
los nuevos sucesos. Por otro lado, las interacciones con el resto del elenco carecen
de peso, es cómo si el miedo de duplicar los escenarios originales ocasionara
que las relaciones se forzarán en su espontaneidad.
Les faltó un poco de
profundidad dramática a los guionistas Michael Bacall, Oren Uziel y Rodney
Rothman ya que la conexión humana-adolescente no es contagiosa. En ese caso se
recicla el escenario de separación pero su forma de reconciliación no es tan
impactante como se recordaba quizás por su rapidez. Enhorabuena, la comedia
mejoró bastante, especialmente por la expansión de Ice Cube.
Como era de
esperarse, Jonah Hill y Channing Tatum cumplen con las expectativas pero
eminentemente esta secuela se ajustó a la personalidad de Tatum porque todo el
tiempo estuvo en su zona de confort. A diferencia de Hill quien le tocó lidiar
con secuencias más demandantes en el aspecto físico porque emocionalmente se
nota la madurez gracias a su participación en El Lobo de Wall Street y
Moneyball.
Ice Cube ha
demostrado ser un imán en cuanto a la comedia oscura pero aquí, es fácilmente
una estrella. Inclusive fue agradable verlo al lado de Queen Latifah, uno de
los mejores resaltes que tiene esta franquicia es la manera de crear contrastes
excepcionales. Cube no sólo congenia con Hill y Tatum sino al final consigue
una de las mejores escenas: la reunión familiar entre padres e hijos.
Advertencia: no se
les ocurra moverse durante los créditos ya que existen varios vistazos al
futuro mediante secuencias extrovertidas de las cuales incluyen las apariciones
de Seth Rogen y Anna Faris. En sí es una sátira a las secuelas interminables de
Hollywood que uno no puede perderse. Comando Especial 2 no estará a la altura
de Pareja Explosiva 2, pero de igual modo se acerca al nivel gracias a las
locuras de Tatum, Hill y Cube.
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