domingo, 5 de octubre de 2014

Crítica de Pérdida (Gone Girl)


 Basada en la novela popular de Gillian Flynn, se narra la historia de Nick Dunne quien en su quinto aniversario de casado descubre que su esposa ha desaparecido de su propia casa tras encontrar unos pedazos de vidrio en conjunto con algunas manchas de sangre. Como cualquier persona, llama a la policía iniciándose así un misterio del cual nos mantiene en la intriga durante casi las tres horas de su duración.   

Flynn quien a su vez se hizo cargo del guión, nos entrega una pieza extraordinaria de drama, suspenso, violencia y sicopatía. Por lo que ha dicho el autor, la adaptación se deslinda un poco del contenido original aunque el concepto sigue siendo el mismo. Indudablemente este ha sido el año de las adaptaciones novelísticas (Divergente, Maze Runner y Bajo La Misma Estrella) pero Pérdida es la única que cuenta con el potencial de adquirir nominaciones mayormente por su formidable estructura narrativa.

La primera hora consta en inquietarnos con el severo caso de Nick Dunne ¿Realmente habrá sido capaz de asesinar a su esposa Amy? Este presente lo comparamos con el pasado de Amy el cual radica en su diario. En cuanto formulamos nuestra opinión al respecto, la segunda hora nos golpea aún más duro al plasmarnos esos detalles que dejamos escapar. Finalmente lo que sigue en la tercera hora, es un desenlace frenéticamente inadvertido.   

Habiendo dirigido Seven, Zodiaco, Red Social y La Chica del Dragón Tatuado, era eminente que Pérdida resultaría un grandioso éxito fílmico con David Fincher abordo. El director es paciente con la trama, disfruta de los encuadres y presume de la abstracción de ciertos elementos; deja a los actores sumergirse literalmente en el núcleo del conflicto para después ser definidos por las consecuencias de sus propios actos y decisiones.    

Realmente brillante… Ben Affleck y Rosamund Pike se benefician de este maravilloso desarrollo de personajes, y bajo la sugestiva dirección de Fincher, se transforman en rostros cuestionables dado el beneficio de la duda de lo planteado ¿Quién es el mentiroso? y ¿Qué pasará ahora? Dos interrogantes que nos los restriegan en la cara y que al final nunca llegamos a tener la noción por completo. No que esto sea negativo, simplemente uno lo percibe en cuanto los créditos rolan.   

Entonces Affleck continúa su racha de calidad, Pike entrega su mejor trabajo, Neil Patrick Harris imparte su presencia, Tyler Perry está perfecto dentro de ese rol, Carrie Coon demuestra estar a la altura, Kim Dickens nos atrae con su frialdad y Patrick Fugit excede con su seguridad.

En conclusión: Pérdida es un recorrido totalmente inesperado que desde que empieza hasta inclusive después de terminado, te mantiene enganchado.  Resulta ser uno de estos casos cuánto sueles preguntarte sí habrá una secuela. 

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