Los pecados del pasado alcanzan a Jimmy “El Sepulturero” Conlon a
través de su hijo Mike cuya cabeza recibe un precio por haber estado presente
en una escena de crimen. Dada las circunstancias, Jimmy hará lo posible por
mantener a su hijo con vida aunque signifique traicionar a su ex jefe mafioso y
único amigo Shawn McGuire.
El director Jaume Collet-Serra se reúne por tercera ocasión con Liam
Neeson para entregarnos un intenso relato de acción a la calibre de Desconocido
y Non-Stop. Como es de esperarse, el suspenso nos mantiene al borde de nuestros
asientos y las peleas nos contagian de adrenalina.
Debo recalcar que en lugar de transiciones directas, la edición optó
por tomas panorámicas seguidas de acercamientos directos hacía las siguientes
escenas. Esta brutalidad en su ejecución la vuelve novedosamente dinámica, lo
cual es excelente para Craig McKay (El Silencio de los Inocentes).
Lo anterior congenia con la oscura cinematografía, el sólido sonido y
la inquietante música. No comprendo porque un cuarteto presente nunca se dio
esa oportunidad de disfrutarla. Cerca de la hora optaron por salirse seguramente
con la noción de haber sido un fiasco cuando en ningún momento dejaron de charlar
entre ellos ni tampoco guardaron sus celulares.
Retornando a la calidad del filme, el guión de Brad Ingelsby maneja un
buen desarrollo de personajes dándonos esa sensación que no se trata de
cualquier cliché. Entre sus elementos narrativos surgen notables circunstancias
que la hacen sobresalir de Búsqueda Implacable 2-3 y ponerla a la par con John
Wick o El Justiciero.
Confieso que no será mejor a Búsqueda Implacable, pero Liam Neeson da
su mejor esfuerzo por entregarnos no sólo una actuación a las expectativas de
su porte físico sino a la demanda emocional ya que su personificación de un ex
mafioso acabado nos conmueve en todos los sentidos.
Habiendo aceptado el papel del icónico villano Rick Flagg, El
Escuadrón Suicida no podría sentirse orgulloso de contar con este talentoso
joven. Joel Kinnaman se posiciona como el alma de esta historia y conforme
avanza, logra ponerse a la altura de Neeson, sin bajar sus defensas en ningún
momento.
Esperaba más presencia por parte de Ed Harris, aunque admito que lo
visto fue suficiente ya que Common lo compensa con varias peleas. Vincet D’Onofrio
contribuye con un granito de justicia, Génesis Rodríguez es la esperanza y Nick
Nolte se convierte en la voz de la razón pese a estar en una sola escena.
En conclusión: su solo título y currículo de Neeson nos hace
cuestionarnos sobre el tratamiento a recibir. Posteriormente de la decepción de
Búsqueda Implacable 3, se comprende porque la inseguridad de irla a ver. Sin
embargo, merece hacerse una excepción y más ahora que Neeson ha declarado
retirarse del género.
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