sábado, 7 de noviembre de 2015

Crítica de 007: Spectre


Habiéndome fascinado por los orígenes de James Bond en Casino Royale y su grandioso posicionamiento  en Skyfall, no puedo evitar sentirme un poco decepcionado y sorprendido a la vez porque en algunos momentos de esta extensa duración, lo cual no encuentro justificante a víspera de un historia concreta, estuve a punto de quedarme dormido.

La última vez que cabeceé en el cine fue con Los Juegos del Hambre: Sinsajo Parte 1, no tiene comparación, obviamente, Spectre la sigue mejorando en varios sentidos y sobretodo en acción. No obstante, fracasa en seguir los buenos pasos de las antecesoras haciendo ver inclusive mejor a Quantum, la cual consideró una secuela directa a la gran Organización que se ha estado mencionando aún desde los clásicos.

Esperaba algo similar a la antecesora, como que concentrarse en historias propias beneficiaba mucho a esta franquicia, asimismo el seguir los pasos de Christopher Nolan con El Caballero de la Noche. Básicamente la trama se debilita por tratar de justificarnos las cuatro películas (a la Terminator: Génesis) en lugar de hacernos pasar por una travesía épicamente emocional como lo fueron Casino Royale y Skyfall.

No sé si haya sido por los planes originales de producir dos partes, la condición de Sam Mendes por regresar a petición de Daniel Craig era para la realización de una sola. Quizás necesita más tiempo de los tres años porque si se trataba de cerrarse el círculo fracaso bellamente en el sentido en que si te pones a ver desde el reinicio hasta esta, son evidentes las inconsistencias y Skyfall sería una de las más grandes.

Skyfall nunca debió haberse absorbido como una consecuencia del villano “principal” y lo digo de ese modo porque Ernst Stavro Blofeld no le llega ni a los talones de Silva y eso que tuvo a un gran hombre como interprete. Interesantemente Mr. Hinx entró absorbiendo toda la atención sólo para desvanecerse de una forma no digna.

Mendes recurre a una edición mucho más lenta, de por sí la trama es pausada, metódica y limitada de acción, por tal añadiéndole su duración de 2 horas y media y por tanto generara algo de cansancio. Recomendación, si vienes de un trabajo ajetreado, sería un riesgo asistir porque sin importar lo espectacular que llega a hacer en sus secuencias de acción, termina siendo desvalorizada por predecible clímax.

Daniel Craig como siempre siegue entregando como James Bond. Esperaba un desarrollo más profundo todavía en el pasado familiar dado el vínculo con el villano, había mucho contenido por exprimir y como lo mencioné al principio, el conformismo y la necesidad de reciclar lo esencial de las cuatro películas resultó en un cliché con altas pero muchas bajas inesperadas.

El elenco secundario contiene nombres atractivos pero al mismo instante desaprovechados. Como iba diciendo Dave Bautista luce en lo estipulado y Christoph Waltz es altamente desaprovechado, evidentemente Javier Bardem dejó la barda muy en alto como para siquiera tratar, pero para defensa de Waltz, se quedó escaso de tiempo.

Léa Seydoux se crece y no sólo en peso, sino que demostró tener mucho potencial para esta clase de producción. Seria, bella y femenina, un gran paso de sus papeles antagónicos en Robin Hood y Misión Imposible: Protocolo Fantasma. Me hubiese gustado ver más a Ben Whishaw, Naomi Harris, Ralph Fiennes, Andrew Scott, Monica Bellucci y sobre todo Jesper Christensen quien tras haber servido de elemento vital en las primeras dos, sólo fue usado en una simple escena.  

En conclusión, no puedo evitar sentirla en tono a Misión Imposible: Nación Secreta y curiosamente coinciden en que su introducción es tan poderosa que lo que sigue no llega a superarla. Protocolo Fantasma y Skyfall siguen siendo las mejores de sus respectivas franquicias por lo que muchos estaremos atentos a Bourne 5 en cuanto se estrené el próximo año.

No creo sea la última de Daniel Craig, como bien dice no hay quinto malo y cualquier veterano siempre suele hacer tales comentarios como una especie de publicidad. Me cuesta trabajo expresarlo pero siento que Misión Imposible: Nación Secreta le ganó en el sentido de acción, historia, personajes secundarios y hasta cinematografía.

Aunque siendo lo más cruel para este género, la verdadera campeona del espionaje, lo emocional y las batallas se la debo a Furiosos 7 porque al final de cuenta cumplió con sus expectativas en todos los sentidos, lo cual James Bond nos lo tendrá que volver a demostrar en dos o tres años, si corremos con suerte.


Como mención especial: la canción de Sam Smith "Writing's on the Wall" estuvo sensacional, mantuvo la esencia de grandeza y elegancia de Bond pero yéndose más al lado frágil como se ve reflejado en la vocalización del cantante, en contraste con la tonalidad de intensidad en Adele para proyectar lo esencial  que fue y sigue siendo Skyfall en este género del espionaje. 

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