El Profesor Robert Langdon despierta en un hospital sin tener
recolección de lo sucedido durante dos días excepto por unas inquietantes
visiones que describen un infernal porvenir. Intrigada por el misterio, la Dra.
Sienna Brooks decide ayudarlo a resolver lo que fácilmente se convertirá en una
carrera por la salvación de la vida humana.
Haber filmado en las localizaciones históricas de Italia resultó
sensacional en manos de Ron Howard porque la belleza cultural de aquella ciudad
se ve reflejada en su dirección, especialmente en las referencias y su
enriquecedor arte como se capta en su cinematografía la cual resplandece desde su
primera toma.
Como lector de la novela, sabía que no sería una obra fácil de adaptar
y por tanto se aprecia el esfuerzo de David Koepp por darle profundidad y
credibilidad a la de por sí fantástica prosa de Dan Brown. Verse esos giros
reducidos a la mitad no sólo implementó ritmo a la trama sino la bautizó con una
intensa sugestión desatada por su conciencia.
Y digo conciencia por atreverse a tocar el tema de la sobrepoblación
lo cual tiene lógica si lo apegamos a nuestra actualidad. Debo confesar que la
inclusión del romanticismo en el tercer acto en conjunto con el arrebato del
futuro de otro de los protagonistas me sorprendieron por no haber estado
presentes en la novela.
Desconozco si hayan sido del agrado del autor pero por esa misma
razón, esta tercera entrega se convierte en la mejor de la trilogía independiente
de las terribles críticas que ha sufrido. Admito que sus agregados no son perfectos
pero funcionan en su edición por enfocarse a la realidad. Aunque no hubiese
estado de más haber sido un poco fiel al propósito de Zobrist.
A excepción de Tom Hanks, el resto de los nuevos integrantes tuvieron
que desviarse de las descripciones de Brown. Tiempo limitado pero aprovechado
al máximo como podrán percibirlo en Omar Sy, Ben Foster, Sidse Babett Knudsem,
Irrfan Khan, Ana Ularu y ni se diga de Felicity Jones la cual se convierte en
la pieza fundamental por su definitiva personificación como Sienna.
Hanks siempre ha sido una garantía y desde El Código Da Vinci ha
sabido llevar a cabo este presencial rol. Al lado de Jones comparte una
inesperada química de la misma forma con Knudsem. Sentimental hasta cierto
punto sin descartar su buena dosis de acción porque esta vez corre más de lo
que hemos estado acostumbrado a verlo.
Comparada con El Código Da Vinci, la destroza aunque ahí está a la par
de Ángeles y Demonios, por un punto quizás porque la información alrededor de
Dante y su obra no sólo nos entretienen sino nos hace apreciarlo mediante una
cinematografía de calidad. Parecerá un revoltijo durante tres cuartos pero el
cuarto acto rinde cuentas quedándose sólo un par de cabos sueltos.
Quitando el libro de la ecuación, esta secuela sobresale por su
diseño, música, efectos, artísticas
localizaciones y elenco. Hay mucho por obtener de Inferno y tanto Howard como
Hanks fueron justos con el contenido hasta el grado de arriesgarse a llevar a
cabo ciertas modificaciones que podrían disgustar a los lectores. De ahí en
fuera, recomendable por su culto suspenso.
Calificación: 4 de 5 estrellas
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