La reunión entre el trío estelar del Día de Entrenamiento brindó
frutos en compañía de otros talentosos porque la readaptación de este clásico
de 1960 resultó a la altura narrativa de Los Imperdonables y Pacto de Justicia.
Dicho esto nos encontramos ante una ingeniosa fusión entre drama, acción e
inesperado sentido del humor.
Como es de esperarse Chris Pratt es el responsable de brindar a la
mesa una chispa de comicidad por sus trucos e infinita carisma. En cada escena
que interactúa como el apostador Faraday, es imposible no dejar de reírse de
sus ocurrencias y más cuando la dinámica con el resto es contagiosa pese a la
falta de profundidad en los personajes.
No que sea considerado un error, esta generalización de perfiles se
compensa con su correctamente estructurado y equilibrado guión. No pude evitar
sentir a Peter Sarsgaard en el mismo tono de Jason Isaacs en El Patriota. Sólo
necesitó de una escena introductoria para hacernos anticipar el duelo
climático.
Quizás Ethan Hawke sea el elemento enganchador, al que nos hubiese
gustado conocer su pasado, en especial por su relación con Lee Byung-Hun quien
al lado de Martin Sensmeier, le dan otra sazón a este conflicto. Tampoco nos
podemos olvidar del mexicano Manuel García-Rulfo cuyo español resalta gracias a
sus raíces, imposible no reírnos de nuestras expresiones.
Tampoco pude evitar ver lo mucho que se parece Haley Bennet a Jennifer
Lawrence, esa pasión por luchar y hacer justicia brilla en sus ojos en conjunto
con su vulnerabilidad. Sin duda se torna en el corazón al lado de la humilde
participación de Vincent D’Onofrio. Claro está que Denzel Washigton sigue
siendo la estrella de ese escenario por su gran presencia.
Antoine Fuqua luce su cinematografía como lo hizo en el Rey Arturo
manteniendo la esencia de los duelos y sobre todo, el manejo de las armas. Adopta
el tono oscuro de El Justiciero, el lado sensible de Lágrimas del Sol, la
agresiva y sangrienta violencia de Olimpo Bajo Fuego y la corrupción del Día de
Entrenamiento. Como tal, es una dirección exitosamente aplaudida.
En cuestiones de historia es básica, a lo que va. No decepciona en lo
absoluto, siempre en movimiento e interacción gracias al respaldo de un elenco
multifacético. Por ese aspecto, hay bastante dinamismo que es imposible no
compartir la preocupación por este reparto que al final transicionan en una
especie de hermandad de la cual son propensos a morir.
Y dicho esto último, aquí no hay excepciones, el peligro es inminente
para cada uno y por lo tanto me temo que las cabezas ruedan aunque nos duela. Esta
revelación la aleja del cliché y en el proceso, se posiciona entre las mejores
de su género haciendo lo que Los Odiosos Ocho nunca pudo hacer.
Calificiación: 4½ de 5 estrellas
No hay comentarios:
Publicar un comentario