Habiendo sobrevivido una tragedia, el
joven Rapp se convierte en un vigilante impulsivo al atacar las células
terroristas. No obstante las Fuerzas Especiales lo interceptan y a su vez optan
por reclutarlo bajo la tutela del veterano Stan Hurley donde juntos trataran de
detener un contrabando de plutonio.
El nombre de Michael Cuesta está lejos
del género, aquí fue más la experiencia del elenco lo que le brindó
credibilidad considerando que a pesar de sus dos horas, la producción se
mantiene superficial en el desarrollo de los personales. En el sentido en que
no es lo suficientemente sentimental como para engancharte debido al giro en su
primera secuencia.
Desconozco la novela, quizás ahí si haya
visto una profundidad narrativa porque me quedó con el deseo de haber conocido
más a la personajes. No que desacredité la historia, sigue siendo lo bastante
entretenida y en especial durante su última escena épicamente explosiva. Me
hizo recordar a La Suma de Todos Los Miedos por su gratificante calidad en los
efectos especiales.
Como vengo recalcando, en cuestiones de
combates no decepciona, existe integridad en sus maniobras físicas pero
políticamente se quedó pobre de sobresalir como lo hizo Bourne y hasta por
debajo del brutal guión de John Wick. El protagonista parecer salirse con la
suya, nada parece fallarle y debido a esa ausencia de vulnerabilidad le resta
suspenso a la trama.
Dicho lo anterior, Dylan O’Brien cumple
con la demanda física aunque le hizo falta ingenuidad e inocencia como lo
expresó en The Maze Runner, prácticamente es Michael Keaton quien termina equilibrando
la función y como que me hubiese gustado un enfrentamiento más enfocado hacía
el personaje de Taylor Kitsch. Esta dirección de venganza estuvo un poco
desubicada.
Como Ghost, Kitsch se convierte en ese
tan necesitado disparador del suspenso porque la dinámica entre O’Brien y
Keaton es escasamente básica. Son las interacciones con Kitsch cuando se pone
interesante al igual que Sanaa Lathan quien pudo haber dado más que sólo ver el
conflicto desenvolverse.
Originalmente satisfactoria podría
concluir, quizás justo lo que queremos ver para distraernos un poco. Pudo haber
sido mejor, obviamente faltó visión al despojar a ambos protagonistas de su sed
de venganza. De ahí en fuera, la
adaptación luce en momento sobretodo en el tercer acto donde los riesgos
comienzan a retumbar.
Calificación: 3½ de 5 estrellas
No hay comentarios:
Publicar un comentario