Basada en el famoso artículo del The New York Times sobre la Mula de
90 años que sirvió al Cartel de Sinaloa, nos encontramos a un solitario
veterano de guerra que en sus noventa años se integra ingenuamente al
narcotráfico con tal de protegerse de la bancarrota y asimismo respaldar
económicamente a su familia de la cual nunca estuvo presente como padre y
esposo.
Es genial verla a tan sólo $ 2 millones de cruzar los $ 100 millones
en los Estados Unidos y más siendo absolutamente ignorada por la Academia, ya
que algunos reconocimientos se merecía como dirección, guión, actuación y hasta
película por mencionarse. Más al final demostró bastante poder en la Taquilla
gracias a las buenas recomendaciones que ha estado generando.
Habiendo escrito Gran Torino, Nick Schenk volvió a lucirse al lado de
Clint Eastwood quienes juntos repitieron la formula de presentar a un personaje
complejo y tan humano que sin importar el rango de edad, cualquiera puede
apreciar y aprender de sus acciones dentro de este controversial contexto cuyos
señalamientos son muy importantes de analizar.
Eastwood sigue robándose el escenario y debo confesar que su papel como
Earl Stone representa otro riesgo que no había visto desde su segundo aire en
el 2000. Sea con quien sea, saca siempre lo mejor de los demás; y vaya que me
gustó mucho la interacción que tuvo con Bradley Cooper aunque haya sido en dos
escenas. Con esas expresiones fue más que suficiente para ganarnos.
En general estamos ante dos lados: buenos y malos; pero en medio de
esta guerra tenemos el corazón donde en sí, el peso de la narrativa recae y es
lo que la vuelva distinta a las demás. Eastwood saca hasta momentos nobles en
el lado malo gracias a su perfecta ejecución. Además la cinematografía durante
los recorridos fueron bellamente captados.
No nos olvidemos de Laurence Fishburne, Michael Peña, Andy Garcia y
otros cuyos roles permanecen en segundo plano y con mayor justificación. Aquí
quienes de verdad merecen todo el crédito serían Dianne Wiest, Alison Eastwood
y Taissa Farmiga porque gracias a ellos conseguimos sentir esa catarsis en los
últimos minutos.
Una trama que se torna bastante emotiva, también podría describirse
por su impulso de conciencia y su valentía al mostrarnos la dura realidad.
Tampoco vayas al cine esperando persecuciones o ráfagas de balas porque La Mula
no romantiza a los narcos sino es un drama que se enfoca a promover un mensaje
de honestidad.
El tiempo y la familia lo es todo en esta majestuosa entrega que en
manos de Clint se convierten en un clásico instantáneo. A sus noventa años y
todavía sigue demostrando que la edad no tiene importancia cuando se tiene una
poderosa historia por contar. Yo la recomendaría como los demás lo han hecho
porque lo vale desde el primer minuto.
Calificación: 4½ de 5 estrellas