viernes, 25 de enero de 2019

Crítica de La Mula (The Mule)


Virgilio | Cultura | EL PAÍS

Basada en el famoso artículo del The New York Times sobre la Mula de 90 años que sirvió al Cartel de Sinaloa, nos encontramos a un solitario veterano de guerra que en sus noventa años se integra ingenuamente al narcotráfico con tal de protegerse de la bancarrota y asimismo respaldar económicamente a su familia de la cual nunca estuvo presente como padre y esposo.

Es genial verla a tan sólo $ 2 millones de cruzar los $ 100 millones en los Estados Unidos y más siendo absolutamente ignorada por la Academia, ya que algunos reconocimientos se merecía como dirección, guión, actuación y hasta película por mencionarse. Más al final demostró bastante poder en la Taquilla gracias a las buenas recomendaciones que ha estado generando.

Habiendo escrito Gran Torino, Nick Schenk volvió a lucirse al lado de Clint Eastwood quienes juntos repitieron la formula de presentar a un personaje complejo y tan humano que sin importar el rango de edad, cualquiera puede apreciar y aprender de sus acciones dentro de este controversial contexto cuyos señalamientos son muy importantes de analizar.

Eastwood sigue robándose el escenario y debo confesar que su papel como Earl Stone representa otro riesgo que no había visto desde su segundo aire en el 2000. Sea con quien sea, saca siempre lo mejor de los demás; y vaya que me gustó mucho la interacción que tuvo con Bradley Cooper aunque haya sido en dos escenas. Con esas expresiones fue más que suficiente para ganarnos.  

En general estamos ante dos lados: buenos y malos; pero en medio de esta guerra tenemos el corazón donde en sí, el peso de la narrativa recae y es lo que la vuelva distinta a las demás. Eastwood saca hasta momentos nobles en el lado malo gracias a su perfecta ejecución. Además la cinematografía durante los recorridos fueron bellamente captados.

No nos olvidemos de Laurence Fishburne, Michael Peña, Andy Garcia y otros cuyos roles permanecen en segundo plano y con mayor justificación. Aquí quienes de verdad merecen todo el crédito serían Dianne Wiest, Alison Eastwood y Taissa Farmiga porque gracias a ellos conseguimos sentir esa catarsis en los últimos minutos.

Una trama que se torna bastante emotiva, también podría describirse por su impulso de conciencia y su valentía al mostrarnos la dura realidad. Tampoco vayas al cine esperando persecuciones o ráfagas de balas porque La Mula no romantiza a los narcos sino es un drama que se enfoca a promover un mensaje de honestidad.

El tiempo y la familia lo es todo en esta majestuosa entrega que en manos de Clint se convierten en un clásico instantáneo. A sus noventa años y todavía sigue demostrando que la edad no tiene importancia cuando se tiene una poderosa historia por contar. Yo la recomendaría como los demás lo han hecho porque lo vale desde el primer minuto.

Calificación: 4½ de 5 estrellas

martes, 22 de enero de 2019

Crítica de Glass

Glass (2019) crítica: estupendo cierre aunque no está a la altura ...


Tres semanas después de haberse liberado la Bestia, David Dunn al lado de su hijo adulto trabajan intensamente en la persecución de este villano antes de que más víctimas se le sumen a su causa. En plena confrontación, son capturados y sometidos a una terapia psicológica donde el Sr. Glass aprovechará para mostrarles su existencia al resto del mundo. 

Hacer una sinopsis no es tan fácil como creí dado el extenso desarrollo de los personajes; me temo que la acción sólo está presente al principio y en el fin, mientras el drama predomina en su mayor extensión durante el intermedio. Entiendo el por qué algunos se han decepcionado, en mi caso soy la excepción porque encontré interesante el aspecto psicológico de los participantes. 

Todo tiene sentido en la narrativa propuesta por M. Night Shyamalan, todos sin excepción brillan hasta incluyendo la nueva adición. Los diálogos son resaltados de por sí por las fenomenales actuaciones y tanto la edición como efectos especiales cumplen con la calidad demandada. Aunque cabe añadir un aplauso para el compositor de la música.

Dicho lo anterior porque sirvió en crear esa atmosfera de miedo y suspenso, además de añadirles esa capa de personalidad a cada una de las trece o más identidades en James McVoy. Sigo insistiendo que este actor merecía el reconocimiento en las premiaciones y lo sigue mereciendo al convertirse de nueva cuenta en el centro de la atención.

Bruce Willis sigue siendo esa figura estable como era de esperarse, y cabe señalar que su enfrentamiento con McVoy está bien anticipado. Aunque al final de cuentas, esta película le pertenece a Samuel L. Jackson ya que no para de lucirse como Mr. Glass. No cabe duda que Night se respalda en éste para darle un cierto homenaje a los comics y a su vez un giro.

Los retornos de Anya Taylor-Joy, Spencer Clark y Charlayne Woodard sirvieron también para darles el trasfondo, fuerza y las consecuencias a los protagonista y más contemplando ese traumatizante final que ninguna adaptación de Marvel o DC se atrevería considerar. Independientemente de la recepción mixta, esta trilogía ocasiona tal impacto que nadie dejará de hablar de ello.

Otros elementos que me gustaron fueron: las transformaciones de McVoy, la integración antagonista de Sarah Paulson como la Dra. Ellie, el vestuario de Glass, la confrontación al principio y al final, el trágico cambio de dirección en el tercer acto y cada una de las escenas en donde se explora el aspecto psicológico de los tres protagonistas por resultar ingeniosos.

Una película de superhéroes que termina no siéndolo. Insisto en que ese tercer acto desencadena un grandioso e inesperado cierre a una trilogía que comenzó hace 19 años. Incomprendida en ese tiempo con Inquebrantable, admirada silenciosamente con Fragmentado y completándose en alto el círculo narrativo al vincularse todo.

Glass no es para todos, pero para quienes sí lo es, estoy seguro que como yo, no podían desquitar su vista de cada escena y siempre tan atentos a los diálogos. Ingenioso haber recurrido a algunas tomas eliminadas de la original. Honestamente, quisiera volverla a ver no sin antes revisitar las anteriores.

Calificación: 4½ de 5 estrellas

sábado, 12 de enero de 2019

Crítica de Jefa Por Accidente (Second Act)


Second Act con Jennifer Lopez

Una mujer sin un título de educación recibe la gran oportunidad de trabajar en un puesto de alta gerencia tras estar quince años esperando un ascenso cuya experiencia no era suficiente para calificar. En el proceso se enfrentará con algo que requiere más su atención ya que tendrá que enfrentarse con su pasado con el objetivo de enmendar y aceptar su identidad real.

En este retorno a la comedia que en manos del director Peter Segal se torna más un drama, Jennifer Lopez se vuelve a lucir no sólo con su carisma en la pantalla sino con su protagonismo sentimental. El personaje de Maya Vargas termina siendo uno bastante complejo al ir descubriendo el grandioso desarrollo de los guionistas.

Jennifer no es extraña en este tipo de papel y más teniendo a Vanessa Hudgens y Milo Ventimiglia en escenas que le suman interés a la trama cuyos giros profundizan esta adaptación al subrayarse el mensaje sobre igualar experiencia con el título. Además del sentido maternal que es llevado de forma limpia y sin controversias.

Con películas como Control de Ira, 50 Primeras Citas y Grudge Match, Segal sabía cómo llevar a cabo esta producción sin caer en lo absurdo, vulgar o lo genérico. Independientemente de que sea o no creíble, Jefa por Accidente es drama con segmentos de comicidad con un gran corazón que te contagia y hasta en cierto modo, podría inspirarte en lo que cabe.

Calificación: 4 de 5 estrellas

sábado, 5 de enero de 2019

Crítica de Creed II


Estreno de 'Creed II: La leyenda de Rocky' | Marca.com

Año Nuevo inicia en alto gracias a que la secuela de Creed no sólo mantiene el momento sino profundiza más en su legado al vincularse directamente el pasado de Rocky IV. Tres años después de haber perdido su pelea con Pretty Ricky Conlan, Adonis Creed consigue la pelea por el título sólo para atraer la peligrosa atención de un formidable rival del Gran Rocky.

Como es de esperarse, la magia de Stallone se sigue sintiendo en esta nueva franquicia que fácilmente ha encontrado cimentarse gracias a este poderoso respaldo. Obvio que Steven Caple Jr. merece reconocimiento al no sólo enfocarse al cuadrilátero sino desenvolver cada aspecto contextual de la historia de todos los involucrados.

En un principio Stallone estaría a cargo de la dirección pero en conjunto con Michael B. Jordan optaron mejor por sangre nueva.  Caple Jr. está consciente de la larga historia y bajo ninguna circunstancia la minimiza sino logra evolucionarla. Lo viejo y lo nuevo se fusionan de un modo que la nostalgia como el resurgimiento se siente con fuerza en aquellos veinte minutos finales.

Es cierto que las intenciones de los Dragos no parecen estar en primera plana como muchos críticos señalaron. Es sólo que había muchas temáticas que no era necesario desenvolver algo que desde un principio ya estaba definido como para crear un melodrama. Además nadie creía que tener una continuación directa fuese emocionante de revivir en los ojos de los jóvenes.

No sólo Michael B. es el estrella de esta función como lo siguió demostrando al ir más allá en el manejo de las emociones oscuras sino Tessa Thompson y Sylverster Stallone le acompañan con el mismo profesionalismo al poner en ruedo los problemas de sus respectivos personajes. Yo creo que lo que funciona aquí es ver cómo algunos miedos y caídas podrían ser identificables.

Tampoco descartemos a Dolph Lundgren, quien en su segundo aire, sigue ofreciendo una actuación de calidad de la cual se observó con intensidad en aquella escena que compartió con Sylverster. En el papel de su hijo Viktor, Florian Munteanu se posiciona quizás como un peligroso rival que ha tenido Creed y todo gracias a reflejarlo en su mirada ya que no necesito de dialogo.

Me gustó bastante contar con el retorno de Milo Ventimiglia, aparición nos vincula con Rocky VI ofreciéndonos otra tan merecida faceta que necesitaba retomarse aunque fuese momentáneo. Pese a tratarse de una octavo producción en la Saga de Rocky, debo admitir que me siguen sorprendiendo al ser creativos en su forma de continuar con esta historia.

Y la ejecución nunca falla y mucho menos con una edición de primera categoría y una música tan contagiosa. En definitiva una secuela tan digna de la primera y en un descuido, hasta mucho mejor por no temerle al enfrentarse al pasado. Sin duda tendré que regresar al origen pero entretanto, una poderosa recomendación para comenzar este año 2019.

Calificación: 4½ de 5 estrellas