martes, 12 de marzo de 2019

Merlí T1-C5


Está vez Tania estuvo en el centro gracias a sus pleitos con Bruno y Berta quienes se encuentran lidiando con sus propias inseguridades. Me sigue gustando cómo van desenvolviendo a Joan y a Gerard, eventualmente se volverán amigos pero entretanto los vemos enfrentarse a sus padres antes que a ellos. En sí es la importancia que se recalca durante la clase sobre Sócrates.

Obvio que a ningún padre le gustaría saber que el maestro favorito les esté diciendo a sus estudiantes que desconfíen de todo hasta de él mismo por más difícil que les sea. La pregunta de que si de verdad estás de acuerdo con los valores inculcados en la familia, podría ser de doble filo y no sólo a esa edad porque es un asunto bastante complejo; pero el punto es no tener miedo de arriesgarte a descubrirlo como se ejemplificó con Iván al salir momentáneamente al exterior.

No sólo el padre de Joan jugó un papel esencial sino también las madres, en este caso Gina quien sale a la defensa de su hijo mientras se relaciona con Merlí que a su vez se le enfrenta a Myriam al sobreproteger a Iván. Esa sobreprotección resulta bastante perjudicial y por más doloroso que lo sea para ambas personas, necesitan confiar en ellos mismos y seguir adelante porque no hay de otra. Como lo vengo diciendo, buenas escenas, buenos conflictos.

Muy de acuerdo con lo de sumisos y silenciosos en relación a la política porque fuese un partido de futbol o una fiesta, no habría nadie que nos detenga. La frase de “Tú eres como este billete: por mucho que te pisen, que te machaquen, tú vales lo mismo”, fue extraordinaria. Nos resume al final el proceso de cuestionar y desafiar para así concluir con nuestra propia opinión y no una impuesta, porque el único modo de mantenerse con la frente en alto es sabiendo que lo que pensamos, aunque sea un nada, no vino de afuera sino de adentro.

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