Esta
entrada no fue para nada fácil de escribir dado que tanto Ben Hur como
los 10 Mandamientos formaron parte de mi niñez a pesar de no haber sido directamente de mi época. Tan así de importantes se han mantenido para que en cuaresma nunca
falten de transmitirse. Una tradición y de las mejores debo confesar.
Añadiendo
la remasterización gracias a la tecnología de alta definición, pues han envejecido tan bien que
ya quisieran muchas igualar ese impacto cultural y con impacto me refiero a la
decepcionante readaptación de Ben Hur de 2016 ya que todavía Ridley
Scott se defiende con su versión de Exodus: Dioses y Reyes.
Quiero
creer que los de mi generación crecimos
viéndolas y en partes. Subrayo partes porque en mis tiempos no había plataformas
de streaming como para reproducir estas películas sin comerciales de por medio.
Podría decirse que éramos más pacientes y además, nos ayudaba para prepararnos
una botana o llevar a cabo un pendiente.
Incluso,
antes de que existiesen los celulares inteligentes, teníamos que programar
manualmente las videocaseteras y la televisión para que en automático grabara en cuanto comenzara la función. No obstante, se debía estar atento
para pausarla debido a los comerciales que entraban cada diez o quince minutos
aproximadamente.
Mi padre
solía quedarse dormido y por ende se le iban uno que otro segmento que
terminaba por causarnos gracia. Tratándose de Ben Hur y de los 10
Mandamientos, ahí fácilmente se hablaba de casi 5 o 6 horas de estar pegados en el televisor por los
comerciales. Uno terminaba
¨desvelándose¨ por así ponerlo.
Siendo
honesto, nunca había visto de principio a fin los 10 Mandamientos, a
gran diferencia de Ben Hur cuya versión especial la teníamos en VHS y hasta le
obsequié a mi padre la edición Blu-ray remasterizada del cincuenta aniversario. Esa y la de El Principe de Egipto, que nunca puede fallar por su estilo más sentimental en contraste con la obra clásica.
Es impactante
saber que mi padre solía verlas con sus padres como yo las sigo viendo con los míos.
Vaya eco de la niñez. Algunas cosas nada más no cambian y no quisiera que
cambiaran como lo han venido haciendo desde que nacemos. La recomendación no es
correr sino disfrutar el momento y que mejor que hacerlo con estos clásicos.
Existe
una frase que decían que antes de Gladiador, estaba Ben Hur y
posterior cambió con la llegada de Cruzada: la versión extendida de 3
horas de Ridley Scott. Cualquiera sabría que este género épico me encanta
teniendo como referencia a Corazón Valiente, El Patriota, El Último de los
Mohicanos, Rey Arturo, El Ultimo Duelo, El Último Samurái, Rob Roy, Robin Hood,
La Pasión de Cristo, Los Tres Mosqueteros Partes 1 & 2, El Hombre de la
Máscara de Hierro… sólo espero y Gladiador 2 sea tan asombrosa como lo aseguran los ejecutivos de Paramount.
Dicho
esto, resultó emocionante ver los 10 Mandamientos en su totalidad. Evadiendo
así los créditos al principio, en el intermedio y no tanto en el desenlace
porque las películas antiguas solían ponerlos en los primeros minutos
para cerrar abruptamente con una transición a negro.
Charlton
Heston era una figura bastante importante, tan importante que su interpretación
de Moisés fue y sigue siendo de admirarse. Fuera hoy en día y lo hubiesen bloqueado como lo hacen con cada actor que se aventura en el género cristiano. Aquí
lo menos fue no nominarlo, pero enseguida lo recompensaron con Ben Hur. Desconozco si el resto del elenco fue reconocido, en especial al odioso de Yul Brynner
como Ramsés II y la caprichosa Anne Baxter como Nefertari.
Entre otras
de sus nominaciones a los Premios de la Academia consiguió Mejor Película,
Dirección de Arte, Fotografía, Vestuario, Montaje, sonido y extremadamente
relevante: los Efectos Especiales cuya
categoría resulta la única en entregarle el triunfo. No puedo evitar sentir
decepción de no haber sido apreciado en víspera de lo trascendental que
continúa siendo.
La
dirección de Cecil B. DeMille es dinámica y para nada lenta a pesar de contener
breves secuencias de acción y las plagas manejarse de forma indirecta y
ligeramente visual. Algunas cosas es mejor imaginarlas. Por ahí se dice que se encuentra
en los planes el live action de El Principe de Egipto y yo feliz de
reconectar con una animación de mi niñez, en especial por las canciones ya que
solía tener la banda sonora y a cada rato la reproducía en mi casetera.
Sobre todo,
en los días del Señor y no por obligación sino por gusto, de hecho, si han
tenido la oportunidad de ir a mi canal de Youtube podrán toparse con que en Cúrate
El Alma analice la canción de When You Believe de Mariah Carey y la difunta Whitney Houston. Inolvidable, esa y la de las plagas.
Cualquier
cinéfilo o nostálgico podrá disfrutar y apreciar los 10 Mandamientos, lo tiene
todo al igual que Ben Hur, otra producción más de Charlton Heston en
donde terminó por recibir el Oscar por su protagonismo. Inclusive, de sus 12
nominaciones fue acreedora de 11. Posteriormente Titanic y El Señor de los
Anillos: El Retorno del Rey igualaron el record.
Es que
de donde la veas: Dirección, Actuación Principal, Actuación de Reparto, Diseño
de Producción, Fotografía, Vestuario, Efectos Especiales, Montaje, Banda Sonora
y Sonido, lo dominó de una forma nunca antes vista y a tan sólo 3 años después
de los 10 Mandamientos. Ben Hur sigue siendo una de mis películas favoritas, en
la misma liga de Corazón Valiente, Gladiador y Cruzada. Considerando el lapso
entre décadas, es decir mucho.
Y como
que la remasterización le cayó de lujo porque también ya quisieran muchas
producciones de hoy en día engancharnos con la misma calidad narrativa. Cada
que la veo, termino llorando y en mayor culpa por las conmovedoras melodías de
Mikkps Rozsa. Sin duda el director William Wyler tenía visión y fuerza para
haberse montado este mundo histórico. De
por sí la carrera en el coliseo te deja sin aliento, literalmente.
Ni idea
de cómo se la aventaron, pero les aplaudo ese masivo esfuerzo y me da gusto que siga
retransmitiéndose sin intenciones de detenerse por lo pronto. Y es que el
tiempo se congela cada vez que me pongo a verla, casi cuatro horas que se me
pasan volando hasta el grado de volver a llorar en las mismas escenas.
Es que
ver el sufrimiento proyectado me rompe el corazón, ese amor de una madre me
llega y la nostalgia hace de las suyas porque ya no soy ese niño que hacía
hasta lo imposible por no dormirse cuando la pasaban en tele abierta. Curioso
porque ahora de adulto también me cuesta trabajo mantenerme despierto. En lo
absoluto le resta mi atención a Haya Harareet como Esther, Jack Hawkins como
Quinto, Stephen Boyd como Messala, Martha Scott como Miriam…
Todo sin excepción lograron una obra maestra
poderosa que se mantiene por sí sola y cuyo fenómeno se ha estabilizado en un
común referente para la industria del cine. En lugar de intentar readaptarla, se debería de aprovechar su contexto narrativo e histórico para dar a conocer a otros
personajes en esa misma línea de tiempo.
Hasta una secuela hubiese sido mejor como
lo esta haciendo Ridley Scott con Gladiador. El tiempo dirá si otro se atreve a
rehacerla o si alguien prudente le brinda un verdadero homenaje al intentar darle
una secuela o basarse en otro personaje más de ese mismo ambiente.
Gracias por ser una fuente constante de conocimientos prácticos y aplicables en tu artículo. Descubre los secretos mejor guardados del juego Aviator en nuestro sitio.
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