El Ciudadano, El Rebelde y La Loba

 

   Me temo que esta entrada va a ser relativamente corta debido al Ciudadano Kane, y lo digo de la forma más respetuosa posible ya que tras terminar de verla, me he quedado sin la menor idea de lo trascendental que resultó ser su trama política de 1941.

   Más que una película la sentí como un documental sacado al aventón y por más detallado o artístico que se muestre, a mi ver no lo parece. Es que el guion carece de interés y el montaje en vez de beneficiarle lo perjudica al hacerla lenta y aburrida.

   La antipatía del elenco, si es que esa fue la intencionada dirección, sólo provoca una desconexión de la cual nunca se repara. Lamento ser cruel pero no encontré interés alguno en esta minuciosa examinación de la vida y el legado de Charles Foster Kane alias El Ciudadano Kane. Y no fui el único tras investigar que cayó en el olvido tras su estreno ese mismo año, tan fácil de deducirse al no recuperar su inversión en taquilla.

   Tan siquiera me tocó conocer a Orson Welles en una de sus obras tanto como Director, Actor, productor y especialmente guion del cual terminó recibiendo la estatuilla con Herman J. Mankiewicz siendo de hecho la única de sus inexplicables 9 nominaciones.

   No debería de extrañarme, después de todo, este estilo experimental suele enamorar a los votantes de la Academia, y lo sigue haciendo hasta la fecha. Se vale y se respeta aunque los hunde en el olvido.   

   En fin, preferí mejor cambiar de aires con la ayuda de James Dean, Sal Mineo y Natalie Wood en el drama juvenil titulado Rebelde Sin Causa. 14 años después y nos adentramos en la vida del adolescente Jim Stark quien no tarda en meterse en serios aprietos con unos bravucones que solo buscan esparcir el caos al dárselos de muy acá y de allá.    

   Siendo de 1955, encontré fascinante la dirección de Nicholas Ray cal igual que su guion porque se siente de lo más natural en cuestiones de madurez e inmadurez y no sólo en los jóvenes sino en las relaciones entre padres e hijos durante la época en la que fue filmada. Quiero creer que esta la vuelve en un referente cultural por el vestuario, las costumbres y los carros.

   Lo que me cuesta trabajo de creer es que ese mismo año en que fue lanzada, murió el protagonista James teniendo sólo 24 años de edad. Esto debido a un accidente automovilístico. Apenas comenzaba a despegar cuando sucedió la terrible desgracia, que a su vez lo convirtió en un icono cultural, pero ¿a qué precio?  

   Sin duda lamentable, viendo que era tanto su talento que fue nominado dos veces por Mejor Actor en los Premios de la Academia, (Al Este del Edén, Gigante) siendo el único en conseguir la nominación dos veces después de su muerte.

   Ciertamente es un clásico que merece la pena verse y que pese a su trágico desenlace logra ponerte a pensar en como ciertas tendencias o acciones siguen siendo las mismas a pesar de que los tiempos aparenten de haber ¨evolucionado¨.  

   Ya para cerrar, decidí reproducir Quién Le Teme a Virignia Wolf, una comedia negra de Mike Nichols a quien ubicaran por ser premiado como Mejor Director en los Oscares de 1968 por El Graduado. Aunque de todas sus obras sigo prefiriendo Secretaría Ejecutiva, aquella en donde tuvimos a Melanie Griffith, Harrison Ford, Sigourney Weber, Alec Baldwin, Kevin Spacey y Joan Cusack.  

   Saber que se estrenó en 1988, dos años después de haber nacido y tengo el recuerdo de haberla visto en VHS a finales de los noventas por tener ubicados a Weber por Aliens y a Ford por Star Wars e Indiana Jones. En fin, regresándose 20 años, pudo finalmente conocer a la famosa Elizabeth Taylor quien era toda una señora en toda la extensión de la palabra y con mucha razón fue galardonada como la Mejor Actriz al lado de su compañera Sandy Dennis.

   Inclusive los cuatro actores estuvieron nominados porque a eso se resume este inquietante y tenso drama, a unos juegos psicológicos mayormente dentro de la casa. Richard Burton nunca pudo ganar un Oscar a pesar de sus 7 nominaciones, pero eso no le resta que esta caotica actuación haya sido memorable en presencia de Taylor y George Segal.

   Basada en la obra de teatro del mismo nombre, Nichols la desenvolvió en la misma naturaleza y de milagro no se tornó tediosa, pero eso se lo debe a estos cuatro actores. De lo contrario hubiese sido difícil de ver, y no fue el caso por lo entretenida que resulta gracias a los diálogos e interacciones del elenco.

   No será del gusto de todos, pero para haberse filmado en blanco y negro y en tan limitado espacio y escaso elenco, hizo las cosas bien con lo poco que tenía. Siendo sincero, llevamos un par de semanas atascado en los cuarentas, cincuentas y sesentas, que he decidido volver a los noventas y estoy seguro que el título lo valida en lo absoluto.

    Y con título me refiero a…