miércoles, 28 de enero de 2015

Crítica de John Wick: Otro Día Para Matar


John Wick se encuentra en duelo debido a la muerte reciente de su esposa. Tras hacerse cargo del funeral, recibe de regalo un cachorro por parte de la fallecida con el propósito de que siga adelante. Wick inmediatamente se encariña del pequeño y cuando todo parece marchar bien, su pasado lo alcanza provocando que recurra a sus viejas costumbres en orden de  cobrar su venganza.

Los directores Chad Stahlski y David Leitch se distinguen no sólo por posicionar a este antihéroe dentro de un contexto criminalmente moralista, sino por la ejecución de las impresionantes secuencias de acción en conjunto con el sarcasmo, la intriga y su tono dramático. Tiene su lado sentimental y le da su lugar a las mascotas.

Personas que hayan convivido con animales, especialmente con perros, se sentirán conectados desde el principio. Quienes en cambio no, podrían no encontrarle interés al menos que esta dinámica relación entre Wick y el cachorro le tienten la curiosidad porque en sí llega a ser lo suficientemente tierna para engancharnos.     

John Wick parece la suma de El Justiciero y las dos primeras partes de Búsqueda Implacable, con la excepción de que destaca por su propia identidad, violencia y códigos. Keanu Reeves es la clave por lo cual esta adaptación funciona en este género competitivo. No tendrá el porte de Liam Neeson ni la serenidad de Denzel Washington, pero vaya que tiene una destreza al momento de sujetar un arma.

Reeves se inspira en algunas maniobras de Jason Bourne pero básicamente su inexpresividad y determinación lo hacen sobresalir en cualquier escenario. Mantiene cierta elegancia en las distintas tácticas de combate. No es un personaje que nos conmueve a simple vista, para eso está Bridget Moynahan ya que le aplica esa capa humanista.

A pesar de parecer el típico héroe de acción que nunca está en peligro, aquí se hace la excepción en varias ocasiones gracias a su elenco secundario de Michael Nyqvist, Alfie Allen, Adrianne Palicki, Dean Winters, Ian McShane y Willen Dafoe. Cualquiera de estos actores representa una amenaza por sus habilidades en pantalla.

No se requiere de un determinado desarrollo de personajes, aquí las cosas son como se ven. Un mundo de asesinos con costumbres y tradicionales, pero bajo un código de moral que les permita no sólo coexistir entre ellos sino hacer las cosas de manera correcta. Así que, no sólo es cuestión de violencia, se trata de mantener el balance.

John Wick es lo que es, no hay mucho por decir, a excepción que es fácilmente una de las mejores películas de acción de 2014. Sugestiva, sarcástica, sangrienta y ligeramente emotiva. Indudablemente, la perfecta franquicia para Keanu Reeves, si opta por continuar con la secuela.

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