miércoles, 4 de marzo de 2015

Crítica de Kingsman: El Servicio Secreto


Una agencia internacional de espionaje referida como Kingsman descubre una conspiración para destruir al mundo. En víspera de la ejecución inesperada de uno de sus caballeros, Galahad opta por reclutar a Eggsy, el hijo de uno de sus compañeros que salvó su vida, mientras investiga a fondo esta alarmante amenaza.    

Basada en la historieta El Servicio Secreto de Dave Gibbons y Mark Millar, el director y guionista Matthew Vaughn retoma el estilo de X-Men: Primera Generación, inyectándole una dosis del viejo James Bond y fusionándola a su vez con la fantástica tecnología de G.I. Joe. En resumen, Vaughn termina entregándonos una divertida e impresionante producción de acción.

En contraste con otras de su género, es difícil tomarla en serio aunque quiera ya que nunca falta un diálogo o una ocurrencia que nos haga reír de buena gana. Inclusive en sus acrobacias, tácticas o uso de armamento. Obviamente existen inconsistencias que destrozan su credibilidad pero viéndolo desde el punto de la fantasía, se permite hasta cierto grado.

Con lo anterior me dirijo a su narrativa, la cual cometió el mismo error que el reinicio de Karate Kid, el novato Eggsy se convierte en un maestro del combate al mismo nivel de Galahad y con esto se pone al tú por tú con un villano que ninguno de los veteranos pudo lograr. Ni siquiera Anakin pudo contra Dooku  a la primera ni menos contra Obi-Wan en las precuelas de Star Wars.   

Fuera de eso, me intriga su enfoque entorno a la política, no tan distante de la realidad. Sarcástico hasta el grado que duele. Las consecuencias en el desenlace serán satisfactorias para la mayoría que soñamos con ese exquisito destino para nuestros estimados políticos y gobernantes del mundo. Para quienes la hayan visto, disculpen no me pude resistir.

Colin Firth y Samuel L. Jackson se roban la función. Su momento definitivo es durante la cena que comparten, debo hacer hincapié en las magníficas líneas que se intercambian. Realmente no tuvo precio, sobre todo ese momento caótico dentro y afuera de la Iglesia. Firth se distingue por su caballerosidad mientras L. Jackson es gustosamente casual.  

En compañía de Firth, Taron Edgerton adquiere esa madurez necesaria para convertirse en el próximo héroe de Hollywood. Casi podría compararlo con el papel que hizo James McVoy en Wanted, porque de que tiene carisma la tiene, principalmente en el tercer acto donde Michael Caine y Mark Strong le son de gran ayuda.

Con el Episodio VII de Star Wars rondando cada vez cerca, me dio un gusto contar con la breve presencia de Mark Hamill. No puedo evitar señalar que su reunión con L. Jackson haya sido una especie homenaje por parte de Vaughn ya que tenemos a un actor de las precuelas con uno de los clásicos. Bastante notorio.  

Para finalizar, Kingsman: El Servicio Secreto nos entrega justamente el entretenimiento que queríamos ver. Alocada acción, disparos por doquier, artes marciales, figuras extrovertidas y sobre todo, nos garantiza que pasaremos un agradable rato en el cine, que es lo que casi la mayoría quiere a estar alturas posteriormente de tanto drama.     

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