viernes, 17 de abril de 2015

Crítica de El Viaje Más Largo (The Longest Ride)


Un drama romántico en la tradición narrativa de su autor Nicholas Sparks.  Siguiendo la estructura de Lo Mejor de Mí bajo el estilo fílmico de Diario de Una Pasión, la trama se centra en dos historias de amor de distintos tiempos cuya conexión sucede a través de una docena de cartas.

Posteriormente de un año de recuperación, el vaquero Luke Collins regresa al rodeo encontrándose con Sophia Danko, una estudiante a punto de irse a Nueva York. Durante este complicado romance, descubren a Ira Levinson quien les ofrece una noción más amplia de lo que significa hacer sacrificios en el nombre del amor.

Manteniendo el porte de su padre, Scott Eastwood asume el protagonismo con el mismo carisma y elegancia. Tampoco será tan reconocido como Britt Robertson pero cabe señalar que ambos comparten una agradable química en pantalla. Ya sea juntos o por separados, se desenvuelven con tanta naturalidad e inocencia que de inmediato nos enganchan.

Lo mismo podría decirse de Jack Huston y Oona Chaplin quienes se posicionan en el mismo nivel de Eastwood y Robertson. Aunque en este caso, la seriedad de Huston le da ese peso emocional complementándose a su vez con la profunda conciencia promovida por la versión mayor del personaje, interpretado por el maravilloso Alan Alda (El Aviador).  

El guión de Craig Bolotin mantiene un buen ritmo de los distintos contextos; en ningún momento se pierde la emoción, al contrario, terminan y empiezan justamente en los puntos esenciales manteniendo esa retroalimentación entre ambas parejas. Embellece las relaciones, las pone a prueba  y las fundamenta con situaciones no tan distantes de cualquier realidad.

Tampoco se siente melodramática, tanto jóvenes como adultos pueden disfrutarla y aprender bastante dada la comparación directa entre ambas culturas, especialmente por la implementación de los valores y el retorno de la caballerosidad.  Asimismo no sólo el respeto sino la absoluta atención hacía nuestros ancianos porque todavía tienen mucho que ofrecernos.

Dicho lo anterior, la dirección de George Tillman Jr. es bastante tierna, simpática y en sus momentos nos sorprende con suspenso, ya que la mayoría que ha leído o visto las producciones de Sparks, sabe que la tragedia siempre ronda cerca. Por esa ausencia de predictibilidad, se torna un atractivo intrigante para ver.

No estará a la altura de Diario de Una Pasión, pero podría señalarse que El Viaje Más Largo yace adelante de Un Lugar Secreto y Querido John. Visualmente nos hipnotiza con su efecto rural y nos sumerge en la peligrosa situación en la que vive un jinete de rodeo; pero más que todo, nos obsequia una guía para valorar lo poco que tenemos.  

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