Inesperadamente Casey Newton se encuentra con un misterioso pin entre
sus pertenencias. Tras tocarlo obtiene un breve vistazo al fantástico Mundo del
Mañana quedándose a su vez enganchada con esta visión. Decidida a validar su
existencia, es puesta inmediatamente en peligro a acudir al lugar más
equivocado de todos.
Posteriormente de Misión Imposible: Protocolo Fantasma, Disney decidió
confiar en Brad Bird para darle vida a una de sus temáticas más innovadoras de
su parque de diversiones. Enhorabuena, Bird hizo una gran labor en presentarnos
una adaptación fluida en las emociones de su elenco aunque imperfecta en su
narración.
Básicamente se oculta bajo la misma sombra de su ciencia ficción por
haber tratado de retomar muchos elementos clásicos en sólo dos horas de su
duración, de los cuales se vuelve contraproducente ya que es aquí donde la
dirección de Bird se descarrila pese a estar bien cimbrada en su concepto
visual.
El detalle radica en el guión de Damon Lindelof (Prometeo), demasiada
retroalimentación inclusive para mí gusto. Hay diálogos para todo pero ningún
origen definido. Uno debe llenar los huecos conforme se descubren los distintos
matices en su extenso contenido. Se aplaude su optimismo y el modo en que se
nos proyecta el negativismo, su conjunto otorga una especie de conciencia.
Me impresiona la complejidad del mensaje que se nos da, especialmente
ante la oleada de problemáticas que nuestro planeta encarna. Sin embargo, nada
de lo mostrado llega a estar tan claro del todo. Por haber tratado de retomar
mucho, se descuidó el bombardeo directo de su verdadero mensaje.
Fue un terrible error habernos revelado Tomorrowland en los primeros
minutos, ya que la visión por parte de Casey pierde poder y no se hable durante
su desenlace porque nunca se recupera ese espíritu de intriga, emoción y
aventura. Estas son de esas películas que hubiesen quedado muy bien con veinte
minutos menos.
Dicho esto, hubiese omitido la introducción de Frank para darle ese
peso a la perspectiva de Casey. De hecho yo me hubiese limitado sólo y exclusivamente
a ella durante la primera hora, usándola como el punto central porque conforme
avanza la trama, la atracción se disuelve ante la existencia de tres
protagonistas, causando un desequilibrio en su de por sí amplia narrativa.
Y eso que George Clooney como Frank termina robándose el protagonismo
de Britt Robertson como Casey cuya existencia está sólo de recordatorio. El
refuerzo al pasado estaba cumplido a través de Raffey Cassidy, por tanto, estuvo
de más recurrir a dos introducciones al Mundo del Mañana por parte de cada uno
de los protagonistas.
Tanto Tim McGraw como Hugh Laurie están desaprovechados, en este
último hizo falta una inversión pero una gran inversión de tiempo para darle
ese merecido desenvolvimiento porque en conjunto con el resto, tampoco logramos
comprenderlo. Asimismo la fuerza del
villano se resume justo al final donde toda la construcción histórica vuelve a
girar.
Como un as debajo de la manga, este guión se excede en muchos trucos
de los cuales requiere de nuestra absoluta atención, extremada paciencia y
sobretodo tolerancia para dejarse ir con la corriente. Hasta eso te diviertes
con algunas excentricidades y te entusiasmas con las creativas secuencias de
acción.
No será la obra maestra prometida, pero al menos cumple con su
propósito de entretenernos con optimismo y delicadez hacía el futuro, aunque la
conexión no haya estado claro del todo. Cabe mencionar que existen referencias
a otros parques de diversiones de Disney y contamos con la presencia física de
Star Wars.
No hay comentarios:
Publicar un comentario