En primer lugar creo que Disney hizo un excelente trabajo con la
presentación de este séptimo álbum musical en la entrada de una poderosa saga
mitificada ahora por El Despertar de la Fuerza en la Taquilla Global. Como
coleccionador de los anteriores, me fascinó ver las palabras y estrellas
brillar en conjunto con las imágenes holográficas del Halcón Milenario defendiéndose
de dos Te Fighters en el desierto de Jakku.
Además del bello discurso escrito por J.J. Abrams al coincidir en que
no existe un gran compositor en la industria del cine como el Gran John
Williams, quien siempre tiene algo poderoso que aportar en todos los sentidos y
más tratándose de Star Wars. La selección de las fotos fue adecuada aunque me
hubiese gustado contar con los títulos de las canciones en la contraportada,
quizás para los siguientes ya que se acepta el riesgo de proporcionar algo
distinto para variar.
La duración culmina en una hora y 17 minutos, acorde al tiempo
estimado de las precuelas ya que las ediciones extendidas rondaron cerca de las
2 horas debido a la adición y remasterizado de ciertas canciones. Williams
siempre tiene algo que contar sobre las personas que escribe y es un excelente
ejercicio, olvidarnos de la película y simplemente enfocarnos a lo que nos
quiere decir sobre estas viejas y nuevas identidades.
El bien y el mal es fácil de distinguir gracias a las tonalidades de
los temás, en cierto modo se carece de uno principal como fue el caso en las
precuelas e inclusive El Imperio Contraataca. No hubo coro, lo cual sí extraño
pero a la vez permanece como el sello principalmente del Episodio I y III, con
ello me refiero a Duel of Fates y Battle of the Heroes. En su lugar contamos
con Rey’s Theme y The Jedi Steps and Finale porque nos resumen en pocos minutos
la gran travesía de este despertar.
Obviamente no sería Star Wars sin el tema principal seguido de The
Attack on the Jakku Village. Tras rolar los créditos, esta pista cumple su
trabajo de sumergirnos otra vez a este universo pero desde un enfoque más
siniestro. Del mismo modo en que sabemos cuando Darth Vader estaba por entrar, John
Williams lo logra con Kylo Ren porque uno al instante lo capta con ese grave
melodía en Kylo Ren Arrives at the Battle.
The Scavenger me contagia de aventura, ya que en la semana que estuve
yendo de ida y vuelta al trabajo me sentía como todo un explorador, hablando de
revivir mi niñez y pasión por escribir. En cambio cuando suenan los temas de
acción I Can Fly Anything, Follow Me y The Falcon como que nomás me echo a
correr porque imagino que la First Order viene detrás de mí. Snooke me produce
esa ansiedad alrededor de Darth Sidious, me hace sentir que algo terrible está
por suceder.
Scherzo for X-Wings, Han and Leia y March of the Resistance me
regresan a la época de la Alianza Rebelde y principalmente a las batallas de
Endor, Hoth y Yavin IV. Retoman elementos de las canciones clásicas pero desviándose
con innovación. La nostalgia sale a flote pero a su vez no profundiza en lo
emocional porque para esto esá Tor Apart, Finn’s Confession y The Abduction
donde claramente se ve la influencia de La Venganza de los Sith.
Carecimos de una nota espectacular de celebración y de funeral,
Farewell and the Trip parecía irse por esos caminos pero me agradó que Williams
se haya reservado con seriedad y recurriendo más bien a la esperanza de
encontrar a Luke, ya que allí yace la verdadera magia de su don, como vuelvo a
repetir, The Jedi Steps and Finale es la mejor composición por consolidarse en
un suite de lo que representa la poderosa travesía de El Despertar de la Fuerza
precedida por un tema que cualquier seguidor reconoce.
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