A pesar de una prohibición que abarca desde generaciones, Miguel sueña
con convertirse en una sensación musical como lo fue su ídolo Ernesto de la
Cruz. En una cruzada por demostrar su talento es llevado a la Tierra de los
Muertos donde se enfrenta a su antigua familia poniéndose en movimiento la
revelación de una inesperada verdad.
Con todo el bombardeo publicitario no me encontraba convencido de
acudir, dado que todos los que conozco me la han recomendado a morir, no tuve
remedio que irla a ver resultando en una producción garantizada gracias a su conmovedora historia, giros, sentimentalismo,
música, humor y cultura mexicana.
Para ser una historia mexicana, supieron mantenerse fiel a la esencia.
Nunca le había prestado atención al Día de los Muertos. No es tan malo como
creía, lo contrario, es una tradición bella que dentro de la animación sirvió de
introducción y a su vez para hacernos recordar a nuestros seres queridos que ya
hace tiempo nos dejaron.
Inevitablemente vas a acordarte de alguien porque independiente de la
edad, te identificas con cualquiera de los personajes de este diverso elenco.
Es agradable ver que representen el valor que tiene la verdadera familia
mexicana, esa chispa por ayudar, la disciplina, salir adelante y mantener a
flote nuestras raíces, es notorio como las fiestas mismas y sus exquisitos
banquetes.
Tratándose de Pixar, es de esperarse que la calidad cinematográfica
vaya de la mano de las voces, Luis Gómez es perfecto como el niño Miguel. Tanto
carisma y madurez le dan una profundidad inigualable a su personaje que por un
momento te olvidas de que se trata de una animación. Además su química con Gael
García es grandiosa y de las mejores en proyectar.
Brindándole homenaje a los viejos cantantes está Marco Antonio Solis
como Ernesto de la Cruz, Angélica Vale me fascina como Mamá Imelda y ni se diga
de la respetable Angélica María como Abuelita, César Acosta quedó bien como
Papá y también Héctor Bonilla, Victor Trujillo, Andrés Bustamante entre otros,
cumplieron con sus respectivas personalidades.
Esta festividad inspiró a este de por sí ingenioso equipo de
americanos a adaptar una cultura con una gran visión resultando en un
majestuoso entretenimiento. Gracias a su ejecución de primera clase: la edición
brilló ante la variedad de colores en su contexto, sublime catalogo de canciones,
vestuario, efectos, comedia, espiritualismo e infinidad de caracterizaciones.
Me agradó que la fortaleza de la madre por sacar adelante a la familia
haya sido resaltada en el guión, eso y hasta la terquedad entre padres e hijos.
Honestamente no me esperaba tanto, después de analizarla surge una nueva
percepción sobre la muerte y ni se diga de la ingeniosa creatividad manejada en
la creación de este inframundo.
Coco es una obra maestra que se coloca a la altura de Toy Story 3,
Buscando a Nemo e Intensamente. Pixar lo hace de nuevo y con un gran corazón
porque te conmueve y más siendo mexicano. Nos hace recordar lo especiales que
somos en familia porque al final de todo, eso es lo que verdaderamente nos
importa: en estar bien y siempre apoyarnos pase lo que pase.
Calificación: 5 de 5 estrellas
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