Cerramos la Segunda Temporada no sin el tiempo suficiente para echar de menos a Bruno, ya que Coralina no los hizo imposible viendo como su amargura enemistaba a los demás tras poner en riesgo la relación de Mireya-Eugeni y asegurar a Merlí que no daría clases el próximo año por haberse robado el exámen. Lo mejor fue quizás lo que le dijo Pau en su cara, después de todo le quitó el letrero que había pintado de navidad.
A pesar de todo ello, siento que había mucho potencial en este personaje que su salida abrupta nos lo confirmó que su estancia sólo sería exclusiva para esta temporada y aunque la sienta desaprovechada por lo que faltaba por desenvolverse, nos sirvió para darnos un claro mensaje de que en definitiva, la rueda de la fortuna no es para siempre y debemos estar siempre listo porque uno de estos días no vamos a despertar. Como lo comentó una vez la Calduch ¿qué harías si tal persona muere? Entonces la muerte sigue siendo relevante en esta serie y me agrada.
Entonces insoportable hasta morir pero nada que frenase a Merlí, aunque estaba su idea de montar una fiesta clandestina en la escuela no fue dicha para que realmente lo hicieran sus perípateticos. Estuvo bastante tranquilo en su plática con Myriam, tratando de mantener unidos al final pese haberse quedado solo en casa. Verlo contemplando las fotos de su hijo y madre, me produjo nostalgia al extrañar aquella convivencia. Dejar a Pol explicar sobre Boecio, aquello de la suerte, libertad, del destino… podría sentirse como una especie de probada para su programa independiente. Divertido que Merlí haya oculto el celular aunque le costó la expulsión a Berta. Iván sigue necesitando la iniciativa.
Mientras se alistaba para la fiesta, nunca esperé un emparejamiento entre Joan y Oksana, tiene sentido mientras da un poco de flojera que Gerard y Monica quieran y no;se entiende. Marc está vez pudo disfrutar de su adolescencia y hacerle una travesura a Gerard resultó divertido. Aquí Tania se benefició porque Pol tuvo celos de ella. Es un capítulo fuerte porque vimos de nuevo a Pol llorar y a su vez,esta vulnerabilidad hizo que Tania se fijará en éste. Iván no logra quedar con Berta pero al menos consigue que Oliver se mude a su casa. En definitiva el problema es creer que la suerte durará para siempre es una mentira porque todo tiene fecha de caducidad.
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