sábado, 29 de junio de 2019

Análisis de Toy Story 4


Toy Story 4': Pixar recupera a sus juguetes con la maestría ...

Toy Story 3 se sintió como un fin del que muchos aceptamos con lágrimas por lo nostálgicamente conmovedora que resultó presenciarla. Pasan otros nueve años y la cuarta como que se siente como un epilogo que profundiza en el destino de Woody después de haber cumplido con su propósito de ser el juguete de Andy.

La introducción no sólo sirvió para mostrarnos que fue lo que sucedió con uno de los juguetes favoritos sino fijó el antecedente de lo que trataría esta nueva aventura siendo  a su vez ingeniosa para hacernos recordar los viejos tiempos, cuando Andy era un niño. A pesar de ello el mensaje de aprender a desprenderte toma otro sentido del cual conecta con la segunda parte.

Comprendo que el resto de los personajes hayan perdido peso narrativo, inclusive el manejo de Buzz perdió su carisma porque seamos honestos, como que ya pasó por la trilogía para seguir reciclándose su inocencia. Y nos hace reír bastante sobre todo cuando están juntos lo cual sucede en pocas ocasiones porque su relevancia radica en ese anticipado final sentimental.

En sí no es tanto la historia sino el mensaje que se promueve. Nada es para siempre y todos merecen pasar la antorcha para darles la oportunidad a otros como también sacarle el mejor partido a las cosas. Bastante madurez, aunque no es de extrañarse, es lo que nos ha gustado mucha de esta serie y con mucha razón volveré a ver las anteriores otra vez. 

En cuanto a llorar no fue el caso ya que desde el principio el guión estaba diseñado y es fácil percibirlo. En mi humilde opinión se queda por debajo de las primeras dos porque a excepción de que el retorno de Bo Peep quien termina robándose la función, los nuevos integrantes sólo están para reírnos y quizás medio asustarnos. Unos entenderán a lo que me refiero.  

Raro que no haya visto tanta interacción entre Tim Allen y Tom Hanks, eché bastante de menos esa dinámica pero se compensa gracias a Annie Potts y ni se diga de Tony Hale quien nos hacer reir con Forky. Los comediantes Keegan-Michael Key y Jordan Peele son sensacionales como Ducky y Bunny, puras carcajadas en cada escenas que tienen.

Keanu Reeves es una revelación como Duke Caboom, su carisma e inocencia lo convierten en un elemento fuerte como el aspecto psicológico de Christina Hendricks como Gabby Gabby. Ni idea de que Jay Hernandez hacía la voz del padre de Bonnie y a su vez Madeleine McGraw sigue conmoviéndonos como Bonnie, aunque su personaje optó por no desenvolverse como Andy debido a la escasez de tiempo que ha tenido en esta franquicia.

Pese a su humor del cual lo encontré en un tono inferior pero bienvenido, la atmosfera sigue siendo triste y esperanzador lo cual es inesperado  porque se siente distinta en las manos de Josh Cooley. No es queja ninguna, simplemente es una entrega que me gustó en lo que cabe pero que sólo me recordó que debo de ver la trilogía tras otra década de haberla descuidado de mi radar.

Las recepciones son mixtas pero eso no le resta que hubo mucho esfuerzo y creatividad para continuar con este legado. Yo hubiese optado por llamarla como Lost Toy o Lost Toys en lugar de Toy Story porque a pesar de continuar en donde se quedó la tercera, la travesía cambia de enfoque y sigue siendo entretenido aunque no tan grandioso como las anteriores.

Calificación: 3.5 de 5 estrellas

sábado, 8 de junio de 2019

Análisis de Dark Phoenix (X-Men)


Reseña de X-Men: Dark Phoenix SIN spoilers

No puedo evitar sentir que han sido brutales con esta supuesta última adaptación del universo de los X-Men. Tanto emotiva como nostálgica ante las referencias a la Primera Generación; Sí se tratase de la última vez que veremos a estos actores, me atrevo a decir que fue una grandiosa aventura de la cual encontré satisfactoria para ser su conclusión.  

Como que empiezo a sentir sobrevalorada a Avengers: Endgame ya que la historia de esta antagonista al lado de la invasión alienígena tuvo sentido. Una especie de mutuo beneficio que brindó frutos en el tercer acto lo cual es lo que importa en cuestiones de trama. Ya dependerá de las personas que pensar al respecto, pero en mi caso la volvería a ver en cuanto llegué a la renta.

 Las batallas no son tanto físicas sino emocionales ya que buena parte del guión se enfoca a esculcar lo que lleva adentro Jean Grey, su pasado y evolución. Creo que hace lo posible por acercarse a los comics, pero de una u otra manera, hace lo necesario para mantener el espíritu de la franquicia conforme comenzaba a explorar lo místico.

La secuencia del espacio es lo que te abre los ojos ante lo que está por suceder, el conflicto entre Magneto y Charles por detener a Phoenix eleva el suspenso al siguiente nivel y ni se diga del ataque-defensa del tren. En una palabra: espectacular. Verlos pelear juntos y en contra es lo que te mantiene invertido en sus dos horas.

Sé que muchos me van a criticar y sobretodo cuestionar sobre el tipo de película que vi, desde X-Men: Primera Generación, esta especie de precuelas me han gustado bastante, ni se diga Días del Futuro Pasado la cual ha sido mi favorita seguida de Apocalipsis. He sentido que han manejado mejor este concepto de los mutantes y es lamentable que lleguen a un alto.

De igual manera, Simon Kinberg hizo una tremenda labor como director y guionista, reparó las inconsistencias de la Saga de Dark Phoenix en X3: La Última Batalla y le dio más esperanza y humanismo a esta antagonista. Sophie Turner quien asume el protagonismo con ayuda de Jessica Chastain que se nota la estuvo asesorando, logra alcanzar el tono necesario para el cierre.

James McVoy como siempre cumple con su parte al lado de Michael Fassbender, Jennifer Lawrence como Evan Peters aparecen poco para darles espacio a Nicholas Hoult de destacar su rebeldía, Tye Sheridan de lucir más como Cyclops, Alexandra Shipp de brillar en los efectos junto a Kodi Smit-McPhee. Todo sin excepción, se lucen en cada oportunidad.  

Quizás los vestuarios estuvieron flojos y la cinematografía limitada, pero eso es lo que hace que Dark Phoenix sobresalga, que su conflicto siempre se reduzcan a las personas importantes y con la música de Hans Zimmer para contagiarnos, no se puede contradecir que todos los involucrados dieron su máximo esfuerzo porque no había de otra.

Calificación: 4 de 5 estrellas.

domingo, 2 de junio de 2019

Análisis de Rocketman


Rocketman»: Música, drogas, sexo y gafas de color

Una poderosa experiencia musical que te desgarra el corazón por la esencial actuación de Taron Edgerton que logra replicar el alma conflictiva del Gran Elton John durante su ascenso a la fama.  Resulta brutalmente conmovedora presenciar la complicada vida de esta persona cuyo propósito además de hacer música, era la de ser amado por su familia y correspondido por su pareja.

Habiendo trabajado con Taron en Eddie the Eagle, el director Dexter Fletcher  se hizo cargo de las últimas dos semanas del rodaje de Bohemian Rhapsody por lo que no era un total extraño al darle forma al guión de Lee Hall. Con Billy Elliot, Orgullo & Prejuicio y Caballo de Guerra entre sus obras,  ahora comprendo la asombrosa calidad con la que cuenta esta adaptación en su narrativa.

Dexter no tuvo miedo en agregar algunas secuencias musicales, ese granito de fantasía le suma capas a la de por sí personalidad de Elton John la cual se mantiene fiel a través de la cinematografía, vestuario y fidelidad a las letras de las canciones. Esa honestidad cuadra a la perfección con las situaciones montadas, es imposible no despegarte de la función.

 Un trabajo profesional en toda la extensión de la palabra y todo gracias por posicionar en primer plano, el lado humano de este extrovertido músico. No un papel que cualquiera hubiese tomado considerando como a Rami Malek batalló para personificar a Freddy Mercury. No por desacreditarlo pero Taron fue mucho más allá hasta grado de convertirse en Elton John.

Claro que contar con la asistencia personal del cantante fue lo que lo impulsó a encontrar no sólo la personificación sino hasta la voz para hacernos literalmente volar. Había olvidado por completo las melodías y las maravillosas letras que ahora me temo tendré que actualizar mi playlist. Mis respeto para este joven talentoso ya que merece un Oscar.

Y no fue una travesía fácil pero con la ayuda de un asombroso elenco, pues misión cumplida ya que ¿quién diría que Richard Madden (Juego de Tronos, Guardaespaldas) pudiera tener un antagonismo tan odioso como el de Bryce Dallas Howard. Hay momentos en que no los soportas. Lo opuesto de Jamie Bell cuya actitud madura va de la mano con Taron.

En conclusión, no quiero aburrirlos con tantas maravillas, me limito a decir que estas son el tipo de películas que me gustan ver porque aprendes de estas personas hasta el grado de conectar y obtener conciencia de lo difíciles que suelen ser nuestra vida, con o sin fama o dinero. Concuerdo con el sello de Garantía y no me queda más que recomendarla una y otra vez.

Calificación 4 ½ de 5 estrellas