domingo, 4 de noviembre de 2018

Crítica de Bohemian Rhapsody


Globos de oro | Bohemian Rhapsody, datos curiosos

Este ha sido un fantástico año para el género musical, tras Ha Nacido Una Estrella creo no se esperaba que Bohemian Rhapsody tendría una aun mejor apertura en la taquilla tras la recepción mixta que ha recibido, la cual en mi humilde opinión, no tiene nada que ver con el producto final porque la importancia aquí es la historia musical y no tanto el morbo.

Situada en la carrera discográfica de Queen, muy en especial en la vida de Freddie Mercury, vemos el recorrido desde los humildes orígenes de la banda en 1970 hasta concluir en el épico concierto de 1985. En definitiva una vida no tan fácil pero un gran regalo para la industria de la música al descubrirse el detrás de las canciones que han perdurado por décadas.

Entiendo el sentimiento que no se haya explorado tan a fondo la vida personal de Freddie, que en sí se narra desde una perspectiva resumida y con mucho cuidado de no faltarle al respeto. Su nombre como integridad permanece en alto y se agradece tanto al director Bryan Singer como su reemplazo Dexter Fletcher por no irse de lleno al contexto controversial.

Existen escenas fuertes pero bajo ninguna circunstancia se tornan explicitas, esto la hace ingeniosa inclusive para el equipo de editores considerando la perfecta ejecución de los encuadres. Además de que algunos conciertos mantuvieron su esencia y hasta coreografía como ya se estarán dando cuenta algunos tras visitar las grabaciones en las redes sociales.  

La imagen y la letra se mantienen fiel al igual que las canciones y vaya que las escenas en el estudio, principalmente en la composición es enganchadora por la interacción de los actores porque cada uno sabe desenvolverse gracias a lo bien informados que se encontraban. En el aspecto técnico es de esperarse varias nominaciones como una necesaria en la actuación.

He visto a Rami Malek iniciar en el fondo con Noche en el Museo 1-2 y apenas adquirir interés en Amanecer Parte 2 como espontaneidad en Larry Crowne. Esta fue una actuación de una vida y como su personaje lo dice, nació para interpretar este papel porque además de brindarle justicia, proyecta esa personalidad que lo hará competir por un Oscar.

Esta seriedad se impulsa en compañía de Lucy Boynton, Gwilym Lee, Ben Hardy, Joseph Mazzello, Aidan Gillen y Tom Hollander, todos sin excepción conforman un equipo de primera categoría que te hace sentir toda clase de emociones conforme la trama se va desenvolviendo porque muchos sabemos de la oscuridad que les aguardó durante la travesía.

Los números musicales son otro factor fundamental que la pone en el mapa, principalmente el concierto de Live Aid en 1985.  Un guión no tan fácil para Anthony McCarten cuya experiencia en La Teoria del Todo lo colocó como el único capacitado para ayudarle a Singer a llevar a cabo esta necesaria historia a la pantalla porque merecía contarse de tan ingeniosa manera. 

Calificación: 4½ de 5 estrellas

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