lunes, 22 de enero de 2024

La Continuación (Pequeños Comienzos: Parte 2)

 

¡Oh Dios cómo pasa el tiempo! Más no para Denzel Washington por la forma en que se detiene el tiempo en todas sus escenas que conforman la trilogía de El Justiciero (The Equalizer). Para quienes me leyeron en la primera entrada (Pequeños Comienzos) de esta nueva sección escrita de Retrocine, les agradezco que se hayan quedado pendientes de la continuación. 

Como iba diciendo… esta vez quise hacer esta maratón agresiva para recibir el Año Nuevo 2024. De hecho, algunos suelen hacerla al considerar las de Duro de Matar como parte de la festividad, sobre todo las primeras dos. Después de todo, dichos actos se desenvuelven dentro de un contexto navideño al igual que Arma Mortal, Batman Regresa y Gremlins. Ahí se los dejó para la siguiente navidad. 

Lo ideal hubiera sido revisitar Realmente Amor, El Descanso, Mi Pobre Angelito, La Joya de la Familia, El Regalo Perfecto, El Expreso Polar, Klaus, El Grinch, Papá Noel, Mientras Dormías… omitiendo a Elfo porque no soporto a Will Ferrell. En el pasado si he tenido la oportunidad de volverlas a ver pero como que a veces atrae mejor revisitar esas películas que te marcaron en una fase de tu vida.  

Ciertamente, ninguna de las tres producciones de El Justiciero cumple con el propósito navideño, pero sí con el espíritu al ser lo más cercano que se asemeja a nuestra realidad. Similar a la trilogía de El Caballero de la Noche de Christopher Nolan; en conjunto con las de James Bond de Daniel Craig, las de Misión Imposible de Tom Cruise y las de Jason Bourne de Matt Damon; olvidándome de las secuelas de Búsqueda Implacable y con mucha razón.

A pesar de su tremenda oscuridad y violencia, El Justiciero tiene un mensaje y se percibe en su título. Cada una de las entregas lo tiene y el eco se llega a sentir de forma sorpresiva considerando lo estresante y decepcionante que me resultó Día de Entrenamiento. Denzel Washigton debió ganar por El Huracán y el Director Antoine Fuqua bien lo sabe porque de lo contrario, nunca le hubiera puesto en sus manos esta franquicia que ha recaudado cerca de los $ 600 millones a nivel mundial. Aproximadamente $ 200 millones cada una.

Nada mal considerando su reservado presupuesto y temáticas controversiales. En mi cumpleaños no. 27, opté por ver El Justiciero (en México), El Protector (en España) o The Equalizer (en Estados Unidos) porque sus avances me atraparon durante mis idas continuas en el cine. Terminé haciendo bien porque cada minuto lo valió. 

En efecto, antes de la pandemia en 2020 cada sábado o domingo sin falta acudía al cine a ver cuál sea que fuese la función que estuviese en cartelera. Las series televisivas no cruzaban por mi mente, por presumir que fácilmente me aventaba de 40 a 50 películas por año porque hasta había raras ocasiones en que venía dos seguiditas.

Entre los que me llegaran a la memoria serían Poseidón con X-Men: La Batalla Final en el 2006, La Llegada con La Chica del Tren en el 2016 y Belleza Colateral con Rogue One en ese mismo año 2016. Esto significa que en el 2026 tendré que mantener la tradición. Al menos estará Star Wars presente, ya veremos la otra afortunada o no tan afortunada. 

Con el primer par, mi padre se hizo acreedor de unos pases dobles del cine gracias y no tan gracias a Síntesis (subrayó no tan gracias por haber ignorado mi propuesta de colaboración).  Estuvo dos tres, lo único que me emocionó fue haber visto el escenario del barco al revés durante una de las breves visitas a Universal Studios.

Al salir, uno de los empleados nos dijo que en unos minutos empezaba la premiere de X-Men 3 y decidimos verla. Me encantó en ese momento, es que amaba a Famke Janssen como la Dark Phoenix. Por ende disfruté cada una de sus escenas hasta que en 2019 llegó X-Men: Dark Phoenix que estuvo bien. Culpo a Disney por haberles arruinado su guion, pero el karma existe tras sus recientes fracasos de Las Marvels e Invasión Secreta.

Con el primer par de 2016 fue más que nada que se avecinaba una temporada pesada en el trabajo y quise adelantarme porque más tarde no podría. El segundo par se debió a que había comprado los boletos para Rogue One en la noche y me habían dejado salir temprano de la temporada infernal laboral y se me ocurrió aprovechar esas dos horas de espacio. La mejor decisión tomada y mis padres podrán estar de acuerdo. Vaya que ese día rodaran las lágrimas por el flujo de toda clase de emociones que se desataron.

Ahora que lo recuerdo, la primera vez que me aventé doble función sucedió en el año 2001. Tenía 14 años de edad cuando fui con Daniela, mi primer crush, a ver Spy Kids y Lara Croft: Tomb Raider. Recuerdo lo afortunado que me sentía en ese momento de ver a una gran mujer como Angelina Jolie adueñarse de mi personaje favorito de los videojuegos. Me temo que esa es otra historia para luego.   

Regresando a la trilogía de El Justiciero de la cual recuerdo el bagui de pavo que pedí en el Cinépolis VIP del Río, cuando era de los mejorcitos porque ahora con la remodelada y el pésimo servicio, pasó de mi gracia. Ver en acción a Washington como el ex agente Robert McCall fue fascinante por su motivante de ayudar a las personas con las que se frecuentaba.

Encontrarse con temas de extorsión, trata de mujeres, maltrato y narcotráfico, es inevitable no engancharte con estos ideales impulsados por la asombrosa interpretación de Denzel en compañía de Chloe Moretz, Haley Bennet Melissa Leo, Bill Pullman y los antagonismos inesperados de David Harbour y Marton Csokas.  Nombres que ahora suenan bastante fuerte, búsquenlos y se darán cuenta que estas producciones a su vez se vuelven en semilleros de talentos.  

Cuatro años después y ante el éxito que resultó nos llegó la segunda parte que terminó por explorar un poco el pasado de este ex agente de la Marina y de la Agencia Inteligencia de la Defensa. Habiéndose cambiado de ciudad como era de esperarse, las circunstancias se tornan personales y más por el involucramiento directo que tiene con sus clientes en Lyft.

La escena que tiene con Ashton Sanders, a quien interpreta al jovencito Miles es épica por el trancazo mental que le tira al ponerle una pistola en sus manos y apuntarle hacía el propio Robert para hacerle entrar en razón sobre lo brutal y desastroso que puede ser aspirar por una vida de pandillero. Esta y el asesinato de su mejor amiga en manos de su ex compañero Dave, nos destrozan el corazón.

Pedro Pascal en ese entonces se daba a conocer y me convenció el desgraciado, porque yo juraba que era uno de los buenos. Ni se diga de la tercera, la cual considero la mejor y la razón principal por la que me decidí en verlas de nuevo y justo en víspera de año Nuevo. Lo repito de nuevo, justo y necesario para empezar con todo.

Si no fuese por la pandemia hubiese salido el año pasado, 2023, aun así, el tiempo no pudo estar perfecto porque vaya que disfrute de esta salida de su zona de conforte.  Y sumándole su anticipada reunión con Dakota Fanning posteriormente de 20 años de haber trabajado juntos en Hombres en Llamas. Desde entonces jamás la he podido volver a ver, es que una sola vez fue suficiente. Y por lo visto los tiempos no han cambiado desde entonces.

Igual espero y si no se opta por una secuela o precuela, se decida en crearle una aventura independiente para Emma Collins, dichoso de haberle adivinado que se trataba de la hija de los Plummer. A esta joven edad, Dakota tiene un brillo tan especial que la vuelve irresistible en este papel de agente especial. Como que me recuerda a una joven Jodie Foster en el Silencio de los Inocentes.

Haberse filmado en la costa de Amalfi en Italia le dio otro absoluto sentido a la forma de percibir este relato familiar. Lo digo porque no sólo profundizamos en la psicología del personaje sino en el proceso nos enamoramos de este pueblo que se encuentra bajo el dominio de los jefes del crimen local. Hasta el grado de desatarse el terrorismo del cual Robert se hace cargo con ayuda de su nueva aliada.

La primera entrega es quizás la más local en su contorno, prostitución y cobro de pisos, la segunda aumenta de nivel al volverse personal y del mismo bando mientras la tercera sobresale el concepto de familia, amistad y la necesidad de hacer el bien. Más que un justiciero, la dirección de Antoine se basa en la transición de justiciero a protector.

Entonces, regresando al principio, fue satisfactoria pasarme la tarde del primero de enero viendo esta travesía que empezó en 2014 y culminó en ¨2023¨y lo pongo entre comillas porque mantengo la esperanza de que todavía saldrá algo en un futuro no tan distante. Si no, pregúntele a John Wick dado que si eres uno de los que desconoce de lo que estoy hablando, sólo vayan a buscar estas películas en las plataformas de streaming.

Cuando digo que esta es una trilogía que no querrás perdértela, lo digo en serio, cada palabra. Espero y esta continuación haya sido de  su agrado, por ahí estaría yendo mi estilo pese a que en la siguiente entrada, la dirección va a cambiar ante la dinámica de ir hacía adelante como hacía atrás permanecerá  presente como lo sigue permaneciendo en estas películas a pesar de haber transcurrido una década. 

Quédate al pendiente porque ahora sí damos por terminada la introducción y a esperar lo bueno que se viene para la siguiente entrada.

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