
La última que me gusto fue el Laberinto del Fauno, pero presiento que lo único mexicano era el director y algunos productores. Me da gusto que no se hayan apoyado en el estilo sexo, drogas y alcohol. Sino en la educación y valores. El estudiante maneja una temática original explicada y guiada por el excelente actor Jorge Lavat, quien entra a un mundo moderno de adolescentes, mal guiados por profesores y en cierta manera, perdidos.
Valores se refuerzan, personalidades se conocen, obras se describen y sentimientos analizamos. Una película para todo público. Escenarios comunes y naturales, incluso del elemento drogas, no se enfocan mucho a ello porque la esencia está en la pureza de la película. Hubieran dado más espacios de publicidad.
Los personajes son interesantes de ver y analizar, dignos de servir como elementos identificadores, tan humanos, creíbles y sencillos. Son naturales, no se fingen y no abusan del melodrama. Parecen momentos recién nacidos y divertidos. Sin olvidarnos los buenos mensajes y estilos de aprendizaje.
La historia brilla, la música es memorable, la poesía del amor se revive, la comedia es pura e inteligente, los dos tiempos se conectan y se comparan, uno puede percibir desde múltiples enfoques. Se recomienda verse. Es más yo con gusto la recomiendo, es única y original con un buen sabor de boca.
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