Después de una década de haber experimentado Hombres de Negro 2, la franquicia se arriesga a darle otro giro a su dirección y a la vez aprovecha la tecnología para entregarnos la secuela que muchos queríamos ver. Recientemente la propia histórica americana está re-escribiéndose tras ver adaptaciones exitosas como Transformers: El Lado Oscuro de la Luna y X-Men: Primera Generación, pero en el caso de este universo debo admitir sirvió de innovación.
Se dice que el guion nunca estuvo del todo completo, aunque otras fuentes dictaminan que Etan Cohen lo concluyó siendo después re-escrito por David Koepp. A diferencia del resto, la película inicia con una sorpresiva secuencia de escape donde la imaginación se deja volar posicionándose en su proceso a un impresionante villano. Suele sentirse un poco agobiante cuando los hombres de negro entran a cuadro ya que los chistes parecen los mismos al igual que sus rutinas.
Para tratarse de un espacio de diez años, nada parece cambiar excepto que el Agente K se ve más viejo mientras el Agente J se ve casi igual. Me agradó ver los objetivos definidos de los personajes pero lo más esencial fue conocer el pasado de K. Básicamente es la misma personalidad pero más flexible. Considerando la inesperada conclusión, esta secuela no sólo afecta el desarrollo de este personaje sino le da otra percepción distinta a la mostrada en la original. El mismo sentimiento que experimentamos con Anakin en las precuelas de Star Wars o con Snape en Harry Potter 7.2, se revive con catarsis.
El modelo habrá cambiado con la incorporación del viaje al tiempo y la involucración de un joven K, pero esto sin duda le dio la tan necesitada frescura en su comedia y contexto crítico. Algunos diálogos de Will Smith se conectan maravillosamente con el público mientras otros fracasan por sentirse material forzado. No obstante es su carisma y expresiones faciales lo que nos recuerda lo que nos hemos perdido por cuatro años que estuvo ausente. Asimismo denota sentimentalismo y preocupación hacia las dos versiones de su compañero. Aprovecha para burlarse del racismo e indudablemente merece estar en el centro en cuestiones de tiempo.
Curiosamente el protagonista principal será Will Smith pero el enfoque siempre se encamina a las acciones de K ya sean buenas o malas. Tommy Lee Jones como siempre reluce ese aspecto abusivo, seco y juguetón, convence cuando se coloca en plan dramático y sobresale cuando sujeta cualquier tipo de arma. Desafortunadamente se encuentra ausente pero debo admitirlo que gracias a Josh Brolin, disfruto ahora más cada una de sus escenas.
Esto me trae al nuevo recluta Josh Brolin, anteriormente visto en Temple de Acero. Estoy cien porciento seguro que cualquiera que haya visto la película coincidirá conmigo en que verdaderamente caracteriza a un joven Tommy Lee Jones. No sólo por su físico sino por sus gestos y tonos de voz. Indudablemente Brolin se merece el crédito en el mismo estilo de Heath Ledger en El Caballero de la Noche, porque si no hubiera sido por su extraordinaria interpretación, la secuela no hubiera brillado en este contexto del pasado.
No puedo creer que entre tanta seriedad de Emma Thompson, de repente se prestara a una escena extrovertida de risa garantizada. Hablando aquél dialecto o idioma alienígena durante el funeral fue hilarante como el discurso anti-emocional de Jones. Inclusive su versión joven, Alice Eve hace su esmero pero presiente que su belleza fue un gran distractor. Como si se tratará de un homenaje a la Chica Bond.
Jemaine Clement es más reconocido por su trabajo de voz en Mi Villano Favorito pero en el papel de Boris El Animal, muestra mucha presencia a pesar de contener maquillaje y efectos especiales alrededor de su cuerpo. Su nivel de voz es asombroso por su profundidad impulsiva en que la destaca. Cabe dar crédito a Michael Stuhlbarg, personificar a un hombre con poderes pre-cognitivos es bastante difícil, pero lo hace tan bien que merece esta mención.
La cinematografía de la ciudad de Nueva York en el presente es idéntica, la del pasado es la novedosa. Hasta que se invierte en los vestuarios y algunos elementos de arte. De igual modo los transportes y tecnología reciben una capa de retrospección. Se requirió de creatividad para darle esa sensación de antigüedad especialmente a la tecnología como el celular grande y el sonido de conexión clásico del internet. Esto nos trajo recuerdos seguidos de risas.
El descenso por el edificio en conjunto con la invasión alienígena fue sensacionalmente cómico sin importar su brevedad. No nos olvidemos de la broma sobre el estereotipo y racismo. La persecución con una especie de transporte de una rueda fue ingeniosa y la batalla personal durante el despegue del Apolo 11 es fácilmente una de las mejores secuencias de acción que supera a la pelea con la cuchara. Eso me recuerda, se nos muestra el monumento del planeta Tierra donde en la original, se impactó el platillo volador tras ser interceptada por los agentes.
Hay muchos elementos en esta secuela de 100 minutos y cada uno de ellos funciona a pesar de ser tratados superficialmente como los Mets, los distintos futuros y el arca sensorial. Vuelvo a reiterar que el concepto del viaje al tiempo, la actuación de Brolin y los segmentos que guían al desenlace son los resaltes esenciales. En segundo plano están las actuaciones estables de Tommy Lee Jones y Will Smith y en tercero, la trama un poco saturada antes de la segunda hora.
1 comentario:
Que buena critica para ver películas aparte Hombres de Negro 3 es genial, muy divertida, la música en los cambios de escena me encantaron!
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