sábado, 10 de noviembre de 2018

Crítica de Primer Hombre en la Luna (First Man)


First Man - El primer hombre (2018) crítica: una decepción

Basado en el libro de James R. Hansen, se nos narra la vida de Neil A. Armstrong a través de los años que lo guiaron hacía la histórica misión del Apolo 11. Verlo como piloto de prueba para la NASA en 1961 y pasar por varias proyectos donde estuvo tan cerca de la muerte, me puso a pensar en lo cual complicado fue su travesía y más acompañado de su distanciamiento con la familia.

Tratar de equilibrar tanto lo familiar como lo aspecto laboral fue lo que frenó el ritmo de esta adaptación que en manos del guionista Josh Singer se sintió poco especial considerando las intensas emociones que destacó en Spotlight, The Post y El Quinto Estado. Tampoco ayudó que el director se haya conformado en simplificar algo que debía ser grande desde el principio.

Como que quisieron hacerlo lo más sencillo posible, sin tomar riesgos ni mucho menos meterse en controversia. Tras grandes éxitos como Whilplash y La La Land, esperaba que el director fuese ambicioso con esta adaptación que pudo haber sido más que una travesia pausada considerando el valioso material que tenía en sus manos. En pocas palabras, algo tan épico no puede simplificarse ni mucho menos en el cine.

Siendo más específico: un respaldo histórico hubiese sido de gran ayuda como explorar las circunstancias de ese periodo, Neil es sin duda la figura principal y vaya que se descuidan sus acompañantes porque a excepción de su esposa, nadie logra dejar su huella. Demasiada frialdad ocasiona que uno no pueda conmoverse, asimismo la falta de interacción para crear esos vínculos emocionales.

La prueba al inicio de la película con la trama de la niña crea un enganche emocional que l se desvanece conforme pasan los minutos. Se mantiene en la oscuridad que cuando hacen la conexión en los últimos minutos, se siente lógico y poco sorpresivo. Hasta eso Ryan Gosling entrega una poderosa actuación que nos conmueve pero el fallo es haber sido limitado a la interacción con los demás actores.

La clave aquí era Claire Foy que como la esposa de Armstrong comparte fácilmente la mejor escena de la película pero al igual que Jason Clarke, Kyle Chandler, Corey Stoll y Luke Haas, carecemos de información y desarrollo como para verdaderamente sentir ese dolor. Los riesgos son claros pero el factor humano aquí simplemente se tornó frívolo como su protagonista.

Tampoco ayudó haber recurrido al silencio, la música es lo que nos mueve y ante su ausencia simplemente uno podría llegar a sentirse un poco cansado y más viendo lo fríamente aislado que era el protagonista. Con mega-éxitos como La La Land y Whilplash, esperaba que Damien Chazelle fuese más ambicioso y arriesgado al hacerse cargo de esta historia.

Como que en sí, no sólo quiso abarcarlo todo sino hasta justificarlo todo, y en conclusión, Neill no queda del todo bien como Padre de familia y por ello, a pesar de la ingeniosa actuación de Ryan Gosling, no logra hacerle justicia al hecho de que Neill fue el primer hombre en pisar la Luna. Cinematográficamente hablando, las secuencias previas a la Luna fueron mejor diseñadas y ejecutados que el sólo viaje a la Luna.

Creo que el enfoque más que trazar una ruta, era irse directo a la luna y explorar las consecuencias posterior al retorno. Resumir el pasado de su familia y carrera espacial, posicionarse en el presente que era la Luna y lograr la catarsis de este gran astronauta al tratar de conectar con su familia porque la verdad, es una buena película pero no la gran película que merecía ser.

Calificación: 4 de 5 estrellas.

No hay comentarios: