martes, 31 de diciembre de 2024

El Retorno Sobrevalorado del Rey


La tercera entrega de El Señor de los Anillos en un referente cultural y aclamado que nadie se atreve a disputar ni mucho menos a cuestionar por considerarse una obra maestra. Tan así que sus 11 Oscares ganados la colocaron en el mismo nivel de monstruos como Titanic y Ben Hur, distinción que en mi humilde punto de vista me sigue pareciendo sobrevalorado y he aquí mis 11 razones, irónicamente hablando.

1) Para tratarse de un mal que no se puede vencer, la llegada de Aragorn con el ejercito de los muertos lo hicieron ver muy anticlimático. Nada que ver con la Batalla de Helm’s Deep donde estuvieron tan cerca de ser exterminados. A parte de que Aragorn tiene una menor presencia en pantalla y pese a que cobra relevancia por su estatus de Rey de Gondor, como que el personaje pierde peso conforme la travesía del anillo y demás historias se crecen, provocando que sea opacado incluso por las acciones de otros personajes.

2) El Rey Théoden no fue homenajeado por acudir al llamado y liderar la batalla en las afueras de Minas Tirith. Ni siquiera Eowyn por asesinar al Señor de los Nazgul. No ovación para una humana que mató al líder seleccionado personalmente por Sauron ni siquiera una palabras en dedicatoria a Theodén. Al final es Bilbo Baggins quien recibe los honores y hasta se le obsequia con un último viaje con los elfos. Sí que me resulta raro.

3) Todo ese triángulo amoroso (dicho con sarcasmo) entre Frodo, Sam y Gollum se sintió como una telenovela mexicana ante el exceso de melodrama, sufrimiento e inmadurez. Casi casi un te odio, te quiero, lo he dado todo por ti, no me sirves, me tienes envidia… aquí el sufrimiento sí que es agotador, siento como que hizo faltar bajarle dos líneas a esa montaña rusa de emociones. En este caso, les hubiese reducido tiempo a ellos y se lo hubiera dado a Aragorn para verlo más en acción o tan siquiera analizar lo de su reinado, principalmente el por qué no quería reclamarlo.

4) Me pareció frustrante la secuencia sobre la destrucción del anillo, tan así que el personaje de Frodo pierde peso al descubrirse que fue un accidente lo que llevo a que el anillo cayera al pozo de lava y no por fuerza de voluntad. Como que restarle el valor a este acto heroico con lo peor de la naturaleza humana me creo incomodidad al no saber que sentir o siquiera pensar mientras sucedía. Realmente era necesario abarcarlo desde un enfoque tan pesimista?

5) Para ser un Mago Todopoderoso, Gandalf el Blanco a duras penas usaba la magia, a lo mucho espantaba a las bestias con luz y el llamado a las águilas lo pudo haber hecho antes y no haberse esperado hasta el final. Se podría decir que esta fue la película de Gandalf después de haber estado ausente la mayor parte en Las Dos Torres, pero aú así, Pippin termina robando la atención porque su repentino golpe de conciencia y valentía al defender la ciudad es un acto que llega a trascender visualmente sobre las acciones de Aragorn, las cuales pierden peso al permanecer ausente por un largo tiempo.

6) No haber tenido siquiera un cameo de Saruman fue decepcionante tras haber sido un antagonista fuerte en las primeras dos entregas. Ahora entiendo por qué Christopher se disgustó y no atendió al estreno. Tampoco ayuda que lo hayan apuñalado por la espalda en la versión extendida. Su presencia era así de potente que no sólo la desaprovecharon sino la destrozaron por completo. Ni idea de por qué se tomó esa dirección.

7) El exceso de finales provocaba en momentos risa porque bien recuerdo que había asistido al estreno de media noche, entonces todos los presentes, nos levantamos sólo para tener que sentarnos de nuevo conforme pasaba cada final. A parte de que estos se tornaban deprimentes que una vez que los créditos aparecieron, salí del cine sintiéndome triste y decaído.

8) Que tarde una hora y media para que entré en acción no era lo que esperaba tratándose de la tercera y conclusiva entrega, por lo que estas tres horas sí llegan a pesar a gran diferencia de Las Dos Torres en donde los minutos vuelan gracias a su dinámica dirección. Por decir que siempre está en movimiento, lo cual El Retorno del Rey siempre está pisando el freno creando una espera que se torna repetitiva.

9) No contar con la presencia de Sauron es decepcionante tras haberse subrayado el mal imposible de vencer que representaba. Tuvimos que esperarnos a El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos para entender el por qué su espíritu seguía sin adoptar una forma física. Lamento decirlo, pero un Ojo no es suficiente ni mucho menos una boca por más bonito que no lo hayan puesto en la versión de 4 horas.

10) Por más sugestivo que sean el Hechicero de Angman y Ella-Laraña, en realidad carecemos de un antagonismo fuerte como lo fue Saruman. Todo radica en los orcos y curiosamente nadie se queja de lo desechables que son cuando pelean contra nuestros héroes.

11) Inconsistencias como el no saber en ese entonces como fue que la bola de cristal (palantir) haya terminado en el agua desparramada de Isengard y no se diga de la reliquia de Aragorn como el bastón de Gandalf los cuales se muestran rotos de una escena a otra sin ofrecer explicación. Tal parece la Academia pasó por alto estos errores de continuidad. Posteriormente escenas que no debieron de haber sido exclusivas de la versión extendida. Hablando de quitarle lo épico a lo de por sí “épico”.


Sí bien:

Aún recuerdo lo emocionado que me encontraba cuando mi padre me recogió aquel día en que concluía el tercer semestre de preparatoria; no tardó en darme la sorpresa de que había conseguido boletos para el estreno de medianoche de esta película que llevaba esperando por casi un año.

Recién tenía cumplidos 16 años por lo que esperaba iniciará con acción ante la promesa de ver a esa maldad doblegar a los integrantes de la Comunidad del Anillo y lo que pasó fue toparme con una hora y media de drama y política, que sólo termino por ponerme un poco ansioso y cansado.

Justo me estaba quedando durmiendo cuando comenzó la batalla por Minas Tirith, poco a poco fui despertándome sólo para quedarme con que Aragorn, Gimli y Legolas llegan con un ejército de fantasmas y hacen limpieza en tan sólo minutos. Siendo Aragorn mi personaje favorito, me decepcionó descubrir lo ausente que estuvo y que asimismo, sus acciones no hayan sido tan espectaculares como las de Pippin y Eowyn.

Esperaba más de Gandalf en el frente de la magia, pero tampoco voy a negar lo fascinante que se me resultaban sus diálogos con quien fuera y para quien fuera. Hasta confieso que el discurso de Theodén y el enfrentamiento de Eowyn con el brujo hechicero siguen conservándose como de mis momentos favoritos.

De ahí aventarme el bromance entre Frodo y Sam para luego ver a nuestros héroes sacrificarse en las afueras de Mordor para darle una oportunidad a Frodo, una oportunidad que ni en cuenta porque éste sólo quiera quedarse con el anillo y al final es más el coraje de ver a Gollum que lo tenga, que decide irse de paso y arrojarse accidentalmente al río de lava. Un enfoque pesimista para mi gusto, lo repito de nuevo y no quiero retomar lo de los finales sin fin... Por esa razón prefiero las de El Hobbit, a parte de durar menos, no se quebraron tanto la cabeza y fueron optimistas con respecto a las historias desarrolladas.


Tampoco significa que no me guste o no disfruté de El Retorno del Rey, de que tiene lo suyo, lo tiene y al igual que todas las demás sagas, no es perfecta. De que es sobrevalorada, sí lo es y debo seguir insistiendo después de 23 años de haberse estrenado porque sigo sin entender cómo Peter Jackson consiguió los Oscares por Película, Dirección y Guión cuando George Lucas no pudo obtenerlos con Star Wars, siquiera El Imperio Contraataca. Ni se diga de Ridley Scott ya que por lo visto Gladiador se dirigió sola.

Cabe destacar que El Retorno del Rey es la única segunda secuela en ganar la estatuilla por la Mejor Película de la Academia ya que El Padrino 2 y El Silencio de los Inocentes fueron tan sólo las primeras secuelas en conseguir esa distinción. Y bien merecidas porque a pesar de ser segundas partes, las historias presentadas tenían principio y fin, mientras que El Retorno del Rey era tan sólo el desenlace y es obvio que la Academia la sobrevaloró al tomar en cuenta La Comunidad del Anillo y Las Dos Torres como parte de esta.

Independientemente de mis razones, aprecio y respeto El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey, tiene lo suyo aparte de hacerle justicia al material de J.R.R Tolkien que es lo que verdaderamente importa ya que no cualquiera podría haberlo hecho mejor, refiriéndome a la serie de Los Anillos del Poder porque es obvio que no aprendieron de un gran maestro a pesar de tenerlo cerca.

Estoy participando en el Desafío cinéfilo de Peliplat. ¡Comparte mi artículo y ayúdame a ganar el premio! @seguidores favor de ingresar al sitio y darle like a la entrada.

https://www.peliplat.com/es/article/10036646/El-Retorno-Sobrevalorado-del-Rey-

No hay comentarios: