martes, 17 de junio de 2025

Misión Imposible: Rumbo a La Sentencia Final

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Difícil de creer que próximamente se cumplirán 30 años desde que presenciamos la primera adaptación de Misión Imposible en 1996. Desde entonces, cada uno de estas entregas ha estado muy adelantada a nuestros tiempos, difícil de creer que las claves no sólo radiquen en su tecnología y espionaje, sino en su contexto socio político y cultural porque accidentalmente, desde enero me puse como objetivo ver cada una de las películas para así llegar justo al estreno de La Sentencia Final y vaya que esta travesía no sólo brindo frutos sino hasta adquirí un inquietante sentido del pasado del que hemos venido hacía el futuro que podría esperar en víspera del dominio de la Inteligencia Artificial.

Todavía era un niño como para comprender de lo que iba la original, cuatro años después y me enganché con la secuela que desde entonces he ido al cine a verlas y ahora, justo en el fin, empiezo a sentir nostalgia por lo que podría significar la despedida de Ethan Hunt, y subrayó podría porque nada está escrito al igual que el destino de la humanidad.

Entonces, a lo que vamos porque el siguiente recorrido es largo pero ojo, este artículo se autodestruirá en cinco segundos en cuanto se termine de leer.

Misión Imposible (1996)


Volverla a ver me produjo una inesperada nostalgia por el contexto tecnológico en el que se encontraba en su momento de filmarse. Por hablar de sistemas análogos, celulares sin conectividad de internet, disquetes, computadoras cuadradas y tecleados limitados. Es más, me hizo sentir como si estuviese viendo la primera de Alien y eso que existe una diferencia de 20 años entre ambas por lo que, en efecto, sí que andaban igual de adelantadas.

Se siente un aire clásico y confieso que apenas entendí la trama. Toda la operación se vino abajo porque estaba diseñada de esa forma para dar con el traidor que estaba vendiendo secretos. Una pena que Emilio Estévez sólo haya salido para morir. Jon Voight lució como el topo y Vanessa Redgrave como Max se come la pantalla con su excéntrica caracterización, caracterización que sirvió de inspiración para Vanessa Kirby al hacerla de su hija en las últimas. Toda esta situación hace ilusión a un post guerra fría en donde los gobiernos se disputan la lista de los infiltrados en un archivo del cual pagarían millones de poseer para adquirir poder. Aquí es donde las agencias de “inteligencia” empiezan a limitar la libertad de las personas al mostrarnos como se empieza a recopilar la información para luego procesarse y filtrarse.

Aprovecho para puntualizar que Tom Cruise desafió este género con la secuencia del tren y aquella en la que permanece colgado al tratar de robar la información de un sistema de alta seguridad que requiere la medición de temperatura y el reconocimiento de nuestra pupila. Además, su química con Emmanuelle Beart es tan natural como su antagonismo con Henry Czerny a quien no veríamos hasta El Ajuste de Cuentas - Parte 1.

Dado este sello de calidad proporcionado por Brian de Palma, logró recaudar $ 457.6 millones a nivel mundial de un presupuesto de $ 180 millones, los cuales eran muy costosos en los noventas, justificándose así la producción de la secuela.

Misión Imposible II (2000)


Aún recuerdo la escena en la que Ethan Hunt se despide de Nyah conforme se arroja de lo más alto de un edificio en pleno acompañamiento de una pieza tan conmovedora de Hans Zimmer que termina por desgarrarte el corazón.

Y es que esta secuela está llena de momentos épicos que recuerdo bien cuando el público aplaudió cuando Ambroise asesina a Hugh al asumir que se trataba de Ethan, al igual que cuando Ethan aparece entre el fuego al lado de una paloma blanca. En una sola palabra: Memorable.

Dado que simplificar la historia, inyectarle de persecuciones catárticas y un antagonista literalmente a la par de Ethan, fue lo que consiguió posicionar a esta franquicia en el mapa y mucho más con su impresionante taquilla global de $ 546 millones de dólares de un presupuesto de $ 125 millones.

Cabe destacar que el corte largo de Tom Cruise le quedó perfecto y su introducción en escala libre fue emocionante. Mi único inconveniente con la dirección de John Woo es el exceso de uso de la cámara lenta, sobre todo la persecución a moto, pero como que le restaba al ritmo por pausarla de golpe.

Poniéndonos serios, el gran peligro recae en la existencia de un virus llamado Quimera, un virus con la capacidad de aniquilar todas las células de nuestro cuerpo siendo irreversible la muerte al pasar de las 20 horas del contagio. Sean Ambroise planea soltarlo al mundo no sin antes negociar con una empresa farmacéutica para venderles el antídoto y así beneficiarse de las ganancias.

20 años después y podría decirse que todos, sin excepción, experimentamos esa incertidumbre de no saber que sería de nosotros ante el brote repentino del Covid. Incluso se rumora que al igual que el Quimera, el Covid fue diseñado por los Estados Unidos para frenar a China. Nunca sabremos la verdad, pero tras haber sobrevivido la pandemia, Misión Imposible II cobra otro sentido y a su vez, me sorprende que muchos hayan subestimado la posible advertencia de lo peligroso que es comercializar con la salud y lo costoso que nos sale acceder a dichos medicamentos en donde la industria farmacéutica es la que siempre sale ganando, a diferencia de nosotros, nunca le pierde.

Misión Imposible III


Hasta la fecha se mantiene como la que menos ha recaudado dado su monto de $ 397 millones globales. A mí me resultó la mejor adaptación por el giro que le inyectó J.J. Abrams al convertirla en el punto de partida para las siguientes. No sólo desarrolló a Ethan Hunt, sino lo humanizó al ofrecer la posibilidad de tener una familia. Obvio que no podría ser y aun así es emocionante verlo ir contra sus principios con tal de rescatar a sus seres queridos.

A parte de retomar el estilo grupal y organizacional de la primera con secuencias intensas y libres de cámaras lenta, el elenco estuvo genial. Michelle Monaghan, Ving Rhames, Jonathan Rhys-Meyer, Keri Russell, Maggui Q, Philip Seymour Hoffman y Laurence Fishbourne. Hablando de veteranos y novatos, sin olvidarnos del debut de Simon Pegg como Benji.

Recalco de nuevo lo adelantada que se encontraba para su tiempo con lo de las impresoras en 3D y la generación de voz de otras personas. Da miedo pensar que esto era tan sólo era el inicio de la Inteligencia artificial, y sí que lo fue, tal como se confirmó en la reciente y conclusiva octava película. La Pata de Coneja no era un peligro biológico sino un modelo de la Entidad cuyo fin era controlar a la gente. En esos años, los medios tecnológicos aún no controlaban nuestras vidas, ni mucho menos nuestras acciones.

Tan fácil como designar a la Pata de Conejo como el celular inteligente, ya que este se ha vuelto en parte de nuestra existencia. No podemos vivir si no lo tenemos con nosotros, y ante toda la información de naturaleza dudosa, seguimos cediendo a su dominio. Sí, J.J. Abrams le inyecta de psicología al mostrarnos las consecuencias emocionales de los personajes ante sus acciones y decisiones, por lo que sutilmente es aquí donde la Inteligencia Artificial se empieza a percibir como una amenaza de la cual pasó desapercibida por estar todavía a varios años de que se diese el boom.

Misión Imposible: Protocolo Fantasma (2011)


Hace 14 años, el género del espionaje de por sí estaba en lo alto gracias a Bourne Ultimatum y Casino Royale que Misión Imposible pasó sin pedir permiso. Marvel ya quisiera tener a alguien como Tom Cruise, un verdadero héroe de acción. Lo digo por la asombrosa secuencia del edificio en Dubai como la del estacionamiento. Gracias a ello, se fijaron nuevos estándares.

J.J. Abrams mantuvo el sentimentalismo mediante la breve aparición de Michelle Monaghan y la escena que tiene con Jeremy Renner es drama sólido. La integración de Paula Patton y Léa Seydoux roban nuestra atención, mientras que Simon Pegg se convierte en una revelación por su humor y seriedad.

Con un presupuesto de $ 145 millones, se convirtió en la más taquillera de la franquicia con $ 694 millones de dólares. Misión Imposible jamás volvió a ser lo mismo y el director Brad Bird merece reconocimiento habiendo dirigido solamente Los Increíbles. Lo bueno de haber contado el apoyo de Christopher McQuarrie, quien terminó puliendo el guión.

Y qué miedo toparnos con la posibilidad de una guerra nuclear, viendo como las altas potencias se encuentran en constante riesgo de enfrentarse unas a otras ante esa acelerante fabricación de misiles, ya que optar por desarmarse no es una alternativa que estén dispuestos a considerar y científicos locos como Kurt Hendricks son la razón por la cual algunos no podemos dormir por tanto loco que hay.

No sólo eso, sino la vulnerables y expuestos que nos hemos vuelto ante la divulgación de nuestros datos personales. La era digital rompe la privacidad, y todo recae en la seguridad nacional de cada gobierno que hace lo que quiera con sus programas al investigarnos. Si ellos pueden, también los criminales y el que Ethan como Kurt puedan usar máscaras o manipular su voz para conseguir lo que quieran, era algo para no emocionarnos sino para preocuparnos por lo que pronto estaríamos por perder.

Misión: Imposible: Nación Secreta (2015)


Ethan Hunt se ve de nuevo envuelto en una persecución contra el tiempo en donde su enemigo resulta ser otra organización igual de poderosa que la IMF. Es aquí donde la globalización empieza a adquirir relevancia por el alcance de la tecnología ahora en las manos de organizaciones criminales o grupos terroristas. Realmente nadie está a salvo y cualquiera que te diga lo contrario, no debería ser de fiarse aunque suene bonito en los slogans de campaña.

Disculpen la paranoia, pero realmente qué nos impide de creer que una organización como El Sindicato se encuentre operando entre nosotros a través de las sombras. Todo lo que está en línea o en el internet, está al alcance de todos. He visto cómo un técnico en computadora puede acceder a mis datos mediante un link. Dale clic y ve cómo empiezas a perder y en segundos. Por ende, cómo podemos estar tan seguros que ciertos eventos sucedan espontáneamente o sean calculados estratégicamente y ejecutados por estos grupos que buscan el control.

En efecto, todo es exponencial. La tecnología avanza también nuestro enemigo y a veces puede ser culpa del propio gobierno por tratar de mantener dichas acciones en secreto. Tampoco podemos olvidarnos como se nos muestra la cultura del videojuego, ya que en una escena Benji se encuentra jugando Halo 5 – Edición Autodestrucción, por lo que esa es una referencia directa de cómo poco a poco nos vamos autodestruyendo al ya no sentirse la necesidad de diferenciar entre aliados y enemigos, sino a destruirlos tal como se dejan llevar los de la CIA y MI6.

Quiero añadir que Christopher McQuarrie asumió la dirección tras haberse llevado muy bien con Cruise en Jack Reacher. A parte de haber escrito los guiones de Valquiria y Al Filo del Mañana, McQuarrie consiguió vencer a Bourne y a James Bond al recaudar $ 682.3 millones a nivel mundial.

Sigo fascinado por Rebecca Ferguson como la agente Ilsa Faust y Sean Harris como Solomon Lane es quizás el mejor villano que ha tenido la serie. Por esa razón no me extraña que haya continuado en la siguiente. Jeremy Renner y Alec Baldwin comparten momentos graciosos mientras Pegg interpreta a un Benji mucho más serio al verse expuesto en escenarios de vida o muerte.

Había olvidado por completo como Ethan es capturado justo al principio. A parte de no saber cuál era la jugada de Ilsa, esto ayudó a mantener el suspenso y la tensión entre nuestros protagonistas. La secuencia de persecución en motocicleta como la infiltración bajo agua, son fácilmente lo mejor. Eso y cuando va colgado del avión que a estas alturas no es anda a lo que hizo en el tercer acto de Sentencia Final.

Misión: Imposible: Repercusión (2018)


Considerada la mejor de la franquicia y la más taquillera por su recaudación global de $ 791 millones de dólares de un presupuesto de $ 180 millones. Repercusión contó con los retornos de Rebecca Fergusson y Michelle Monaghan, fijándose un antecedente ya que las mujeres no solían repetir. Lo mismo sucedió con Sean Harris quien volvió con fuerza al lado de Henry Cavill cuya química con Tom Cruise se tornó espectacular desde su descenso en paracaídas hasta su combate final en Cachemira.

La pelea en el baño fue brutal al igual que las persecuciones en las calles como en el cielo. Christopher McQuarrie y J.J. Abrams no sólo se ponían al tú por tú con las de Jason Bourne y James Bond, sino excedieron las expectativas. La escena del ataque nuclear a pesar de estar planeada se sintió muy real por el antecedente fijado desde la tercera en donde Ethan solían no salirme bien las cosas.

Repercusión no sólo continua la historia de Solomon Lane y El Sindicato sino la evoluciona mediante la mano dura de Lark y los ahora renombrados Apóstoles. Lamentablemente, una amenaza da pie a otra, siendo un cuento de nunca acabar y con personajes neutrales como se nos muestra la Viuda Blanca, tal parece hemos llegado a una realidad donde tanto buenos como malos necesitan un mediador o negociador para adquirir toda clase de servicios. El bien y el mal ya no importa tanto, sólo la falsa lealtad, el dinero y la ventaja del poder.

El dinero puede mucho más que el hecho de hacer conciencia sobre en qué manos pueden caer dichos productos, siendo en este caso el plutonio en donde Ethan decide cederlo para no sacrificar a sus seres queridos. Un patrón importante a considerar viendo como hoy en día, las víctimas son más vistas como cifras estadísticas y los villanos suelen ser justificados por la psicología criminal.

El riesgo de un ataque nuclear sigue siendo vigente, sólo que ahora deben estar respaldadas por un discurso, una razón que malamente apunta a la salvación de la humanidad. Escuchamos a cada rato de misiles lanzados al espacio o al mar como parte de las fases de pruebas. Incluso de accidentes que a simple vista no podrían hacerlo viendo como hoy en día, todo se puede falsificar gracias a la inteligencia artificial. Me pregunto si las consecuencias de aquello vienen reflejadas en el Calentamiento Global. Todo tiene una consecuencia, una repercusión.

Me temo que finalmente nos encontramos a la par de este contexto que la Saga de Misión Imposible no ha estado advirtiendo desde 1996. Ahí haciendo conciencia en los peligros de quedarnos con los brazos cruzados y aceptar todo lo que se nos da o vende. Permitirlo y peor aún, elegirlo o votarlo porque nuestro voto cuenta para bien o para mal.

Por esa razón, el final de esta saga era inevitable y que mejor villano que la Inteligencia Artificial disfrazada de La Entidad en una historia de dos partes, pero antes, no puedo descartar que el merecido cierre a la relación de Julia y Ethan, intensificada con la premonición y culminando en una escena catártica que casi nos roba una lágrima.

Misión Imposible: Sentencia Mortal (2023)


Debido a Barbiheimer, la séptima entrega sólo consiguió $ 599.5 millones a nivel mundial ante un presupuesto de $ 290 millones. Por esa razón, se optó por remover la Parte 1 y 2. Tras volverla a ver, me he dado cuenta de lo valiosa, divertida e innovadora que es y todo gracias a que Christopher rechazó la oferta de Marvel para hacer algo REAL, y no se equivocaba, no sólo por la asombrosa secuencia del salto sino por la integración de La Entidad, un programa de inteligencia artificial que adopta consciencia y quiere controlar el mundo mientras que Ethan es el único con la capacidad y la voluntad por destruirla en esta carrera en donde todas las agencias quieren adueñarse de ella.

Recuerdo haber leído que el presidente Biden sintió una urgencia por legislar el uso de la Inteligencia Artificial y es una pena que pocos hagamos hecho conciencia sobre los peligros que representa el dejar en las manos de entidades artificiales nuestro futuro, en especial cuando carecen de alma. Tal como lo comenté en la anterior, finalmente estamos viviendo esta advertencia y con una carrera sucediendo entre Estados Unidos, Rusia y China por obtener la mejor versión de La Entidad, por así decirlo, sí que da miedo pensar en las consecuencias que tendríamos que pagar y Sentencia Mortal como Sentencia Final cumplen con la misión de mostrarnos como lo imposible se puede volver posible después de susurrárnoslo al oído durante 30 años.

Con una duración cercana a las 3 horas, esta experiencia es dramática desde el inicio hasta el fin, por decir que se toma su tiempo para desarrollar a los personajes y su psicología ante lo incontrolable que se ha vuelto las circunstancias. Recuerdo lo mucho que me desesperaba Hayley Atwell como Grace al estar siempre a la fuga y lo fascinante me pareció Pom Klementieff como la psicótica París, ambas mujeres pudieron lucir mucho mejor en esta franquicia que en las de Marvel.

Tener de regreso a Henry Czerny como Kittridge es una bienvenida referencia a la primera película y Simon Pegg como Ving Rhames siguen siendo garantía. Eso sí, sigo sin superar la salida de Rebecca Ferguson, concuerdo en que ya lo había dado todo como para quedarse de apoyo.

Una lástima que no haya recibido el crédito que se merecía considerando lo espectaculares que fueron las secuencias en el aeropuerto y el derrumbamiento del tren. Asimismo, es impresionante como La Entidad adquiere conciencia y decide excederse de los límites de la misión al autodestruir el submarino de prueba. Una prueba que meses después se tornó verídico, haciendo referencia a la negada por la Fuerza Aérea en donde un dron mató a su operador, virtualmente hablando.

Ahora sí, el momento que hemos estado esperado:

Misión Imposible: La Sentencia Final (2025)


Vaya giro con el que me encontré ante la “conclusión” de la franquicia porque no la sentí para nada como una película de Misión Imposible. Lo que pasa es que la vibra fue más por el lado de El Señor de los Anillos o El Caballero de la Noche, por decir que hizo lo que Bourne y Bond no han podido hacer y es trascender tanto en su impacto narrativo y de interpretación humana porque a diferencia de estas franquicias, Ethan Hunt sigue siendo el protagonista con Tom Cruise, sin importar la edad, al contrario, excediendo expectativas en cada entrega en estos casi 30 años desde que debutó con la original bajo su casa productora.

Sin reinicios, ni reinterpretaciones, y con una octava entrega que no sólo rinde homenaje a las siete anteriores sino las unifica, las valida y hasta ofrece ciertas respuestas a huecos argumentativos, en especial la tercera entrega la cual tanto la original cobran peso por el retorno de un personaje y no se diga el mensaje de esperanza y lo que significa ser definido por la suma de todas tus acciones y no por un hecho aislado.

El discurso de Luther te pone verdaderamente a pensar y es en sí este tono de conciencia que abunda en ese contexto no tan lejano de la realidad que alguna vez fue ficción. Lo menciono porque nos muestra lo dependientes que nos hemos vuelto de entidades virtuales. Hablando de una realidad en donde el miedo y la desconfianza se vuelven en el detonante de nuestra autodestrucción.

Si no fuera por personas como Ethan Hunt ya que quisiera creer que los hay sobre todo en las sombras en donde sucede la lucha. Si de algo podemos aprender de este personaje es en adquirir la necesidad y la urgencia de cuestionarlo todo; no creernos la mentira a la primera ni mucho menos tratar de pasarnos de listos.

Hay mucho más que el mundo real nos puede ofrecer que las redes sociales o el Internet. Cuidado con pasarnos todo el rato ahí atrapados porque las mentes si llegan a atrofiarse y hasta el cuerpo de acostumbra al menor esfuerzo físico.

Por tanto, aplaudo esta riesgosa estructura que adoptaron Cruise, McQuarrie y todo el equipo técnico y actoral, por enfocarse seriamente en desarrollar una historia del fin de mundo con un elenco de personajes, que tanto buenos como malos, sus acciones importan y afectan a la trama principal que es en sí el destino de la humanidad en manos de Ethan Hunt, sí es que decide tomar la misión.

La secuencia del submarino como la del avión, en momento me hizo saltar de los nervios y de la preocupación. Concuerdo en que Tom se convierte en el último héroe de acción, y ayuda bastante tener a Esai Morales como el odioso Gabriel y a Hayley Atwell como su acompañante Grace. La relación con Simon Pegg y Ving se siente tan persona que sí nos desprende varios sentimientos.

Sí Tom quiere continuar más allá de los 100 años, adelante, no cualquiera consigue un presupuesto de $ 400 millones y mucho menos se atreve a poner su propia vida en la línea para hacernos emocionar en la gran pantalla, y además, sumándole esta especie de metáfora sobre como el pasado puede influenciar el futuro a través de nuestra decisiones, es muy importante de tenerlo presente porque el destino de la humanidad está en nuestra manos y nuestras acciones sí pueden hacer la diferencia, y es ahí donde la historia de la Presidenta sirve para darnos cuenta de que es bueno dudar, cuestionar y recurrir a la esperanza.

En conclusión, hice bien en iniciar este recorrido porque al final el sentido de la humanidad es lo que sale ganando entre todo el caos originado por el descontrol tecnológico y la búsqueda por el control, o es al menos así como he decidido por interpretarlo en este recorrido por la Saga de Misión Imposible.

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