Un poco tarde, pero más vale tarde que nunca…. Después de mirarla me quedo sorprendido de lo que acabo de observar; y me hago la pregunta del millón: ¿Cómo es posible que el gobierno mexicano haya permitido tal estreno? Esta película es más severa y fuerte que La Ley de Herodes y eso que fue clausurada hasta estrenarse después. Será que nuestro gobierno ya no le importa su imagen dañada y por tal razón permite la exposición de una realidad familiar y disfrazada por spots muy bonitos sobre el combate por el narcotráfico como se burlan en el filme. Pues sería lógico.
Honestamente es muy complicado criticar un filme cuya historia se asemeja 90% al contexto de la situación actual. De hecho existen referencias de acciones pasadas y algunos consejos clásicos que provocan risa, pero tras analizarlos cuentan con veracidad. No hay nada nuevo de lo que no se sepa y eso es la tragedia. El guión es excelente tomando a un personaje que se va a los Estados Unidos y lo deportan para regresar a un México peligroso dominado por los narcotraficantes y autoridades corruptas. Existe un elaborado desarrollo de personajes, los objetivos tienden a mal formarse pero eso suele pasar cuando se vive en un infierno.
La música no es de mi gusto aunque debo admitir que ahora le encuentro sentido. Los narcocorridos supuestamente ya están vetados y castigados por la Ley, está película pudo ser la excepción. Ahora más que nada comprendo la letra y la forma de narrar historias cuyos finales recaen en sufrimiento e inevitablemente la muerte.
La edición es simple y de buena calidad, incluso el sonido resalta aunque las voces de los actores tienden a permanecer en un tercer plano durante la música; lo cual no es de mi agrado cuando intentó escuchar los diálogos. La imagen es muy definida y me sorprende ver claridad en las tomas; se nota que gozaron de un buen presupuesto y lo supieron utilizar.
La dirección, guión y producción de Luis Estrada al estilo de La Ley de Herodes funciona con éxito e innova con más seriedad y sarcasmo. El director se tomó la libertad de expresar su opinión y mostrar nombres reconocidos y sucesos similares. Sin duda un veterano que me gustaría que en un futuro se saliera de estas producciones controversiales e hiciera algo más bonito, por así decirlo; seguramente lograría un producto de gran altura y fácil de disfrutar.
Damián Alcázar es un excelente protagónico y un personaje que sufre transformaciones. El lado bueno es que no es tan extremista como en La Ley de Herodes, tiende a conservar algunos valores a pesar de verse en tentaciones y necesidades. Joaquín Cosío entrega un excelente soporte como el Cochiloco, un antagonista cuyas ideologías son duras y honestas, es difícil no sentir simpatía y concordar son sus comentarios. Ernesto Gómez Cruz, María Rojo, Jorge Zárate, Elizabeth Cervantes y otros conforman un memorable reparto cuyas acciones y diálogos tienen presencia. Por última nota debo reconocer al joven Kristian Ferrer como el Diablito, pues tiene una forma de expresar sus palabras e idolatrar la vida de un narcotraficante.
El filme es de extraordinaria calidad la cual se ve opacada por el núcleo de la historia. Es difícil disfrutarla cuando algunos hechos satíricos nos provocan dolorosas risas por la veracidad y golpe de conciencia. No cabe duda que El Infierno es para los fuertes de mente y corazón porque de lo contrario uno caería en la depresión al ver la realidad resumida en dos horas. Analizar el ciclo vicioso en lo que México se ha convertido mientras se disfraza con celebraciones de una fecha histórica de la cual ninguno vivimos en ese tiempo.
En conclusión, una obra honesta, dolorosa y brutal. Estás advertido.
La función por el momento sólo se encuentra exhibiéndose en Cinépolis Plaza Monarca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario