Será acaso una de las secuelas con más tiempo de separación porque 23 años son poquito más de dos décadas con extremos cambios socioculturales, surgimiento de conceptos, estrategias rediseñadas, avances de tecnologías y electrónica, pero una cosa sigue sin cambiar y es el dinero que nunca duerme.
Un poco enfocada a la avaricia y al deseo de tener más sin importar lo que nos cueste. No cabe duda que Oliver Stone nos entregó un producto moderno con conexiones hacia el pasado. Su dirección es excelente y la forma de edición es eficaz. En veces nos entregan temas que requieren intelectualismo ya que después la bolsa de valores siempre es un oficio complicado y complejo.
La historia es un drama dirigida a adultos que no se requiere ver la primera parte, algunas cosas se narran a través de un personaje supuestamente "cambiado" y lo otro, lo aprendemos a través del personaje moderno. Es interesante ver el pasado y futuro creando un presente interesante. El guión es un poco pesado en momentos, aunque no conozcas de este mercado, es observable y descifrable.
Hay mucha variedad de temas selectos y me fascina que se hayan apoyado brevemente en el 9/11 claro que en la película lo llaman por otro efecto y el contexto de la crisis financiera del 2008 no podiera haberse aprovechado de otra forma. Tenemos acciones controversiales las cuales supongo son realistas y han sucedido alguna vez en el pasado cuando veíamos las noticias o leíamos el periódico. También contamos con un desarrollo de los personajes en cuanto a sus sentimientos como objetivos definidos.
La duración no se siente tan pesada porque el filme siempre está en veloz movimiento; se requiere mucha paciencia y atención a los diálogos porque te puedes perder con facilidad. La escenografía de Nueva York es impresionante a través de los angulos aéreos sobre la ciudad. La arquitectura moderna de los edificios y las calles transitadas no podían faltar. Supongo que por ello, el protagonista tiende a usar mucho la moto.
Espero y no sea la última actuación de Michael Douglas porque simplemente conserva una alta presencia al retomar el papel de un reformado Gordon Gekko, papel que le otorgó el Oscar a Mejor Actuación en 1987 o 1988. No me pudiera imaginar esta secuela sin su participación, claramente sus líneas son oro y duros golpes de conciencia. Este personaje deja mucho a futuro por lo que pudiera surgir una tercera versión. En segundo y el verdadero protagonista es Shia Labeuf, quien toma la decisión correcta de seleccionar un drama después de mucha acción y suspenso. Es un actor con futuro y probablemente seguiremos viendo su crecimiento en el cine. En cuanto a su compañera Carey Mulligan, quien fue nominada por Enseñanza de Vida, es un fuerte reparto y tiene una excelente escena con Michael Douglas. Por otro lado, Josh Brolin nos saca nuestro enojo y Frank Langella nos gana nuestra compasión. No nos podemos olvidar de la breve y estable colaboración de Susan Sarandon y el cameo de Charlie Sheen, quien no ha cambiado para nada. Cuánto tiempo ha pasado sin ver la reunión entre Michael Douglas y Charlie Sheen. Todavía conservan la química.
Sin más por agregar, Wall Street 2 es un filme dramático controversial que nos da mucho para pensar sobre el capitalismo, las crisis y la situación ecónomica. Es producto de calidad principalmente por el perfecto reparto, la compleja historia, la excelente dirección de Oliver Stone y la presencia de Michael Douglas.
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