Una película que realmente te pone a pensar en el verdadero
significado de la Navidad, desde el punto de vista familiar en las diversas
interacciones dentro de lo que implica ser humano en todos los sentidos y
debates de nuestras virtudes, defectos e incomprensiones. Por más simple que
parezca, se nos ofrece una gran lección sobre las cosas de valor que tenemos
justo en frente.
El Director Jessie Nelson emplea un enfoque narrativo del cual no
podría ser del agrado total por generar una especie de lentitud en su edición.
Si removieras al narrador del escenario, quizás y la trama adoptaría velocidad,
no que esté mal, nos beneficia esta retroalimentación analítico y más viniendo
del gran carismático Steve Martin.
El detalle en sí, es que corta el ritmo y en ocasiones choca con la
fluidez en que podría haberse desenvuelto. Por esa razón, sólo por este pequeño
defecto, le robé media estrella a su calificación final. De ahí en fuera,
Nelson respeta a sus actores, sobre todo a los veteranos y los deja que luzcan
en compañía de los jóvenes quienes se crecen a su lado.
Nunca puede faltar Diane Keaton en esta clase de dramas-comedias,
perfecta como es de esperarse y vaya química compartida con John Goodman. Y yo
que creía que iría a ver una obra 100% cómica y el caso fue que el 75% resultó
dramática pero del cual se agradece al guionista Steven Rogers por no caer en
la cursilería ni mucho menos en el melodrama.
Todo gira con naturalidad que nada parece salirse de la realidad, en
especial en la disfuncionalidad de las Familia de hoy en día. En este elenco
podemos vernos reflejados en alguno o inclusive varios personajes, es
inevitable porque así es la vida. Cualquier circunstancia, malinterpretación,
valor, emoción e incomprensión, no difiere en absoluto y no creo ser el único
en decirlo por experiencia.
Como iba diciendo, Keaton y Goodman ponen en el mapa a este filme
aunque el crédito también lo comparte Alan Arkin cuya estancia valida la
importancia de nuestra estimada gente de la tercera edad. Ed Helms finalmente
hace un rol que me gusta aunque careció de más desenvolvimiento con Amanda
Seyfried, cierto potencial inexplorado.
Lo mismo va para Anthony Mackie a quien me hubiese gustado que retomara
su desarrollo con Marisa Tomei en la reunión familiar. Muchos coincidirán en
que después de los veteranos, Olivia Wilde y Jake Lacy le siguen porque juntos,
terminan robándonos la atención con sus gratas personalidades y diálogos.
El resto no será tan reconocido pero de igual forma, cada uno incluyéndose
a los niños, conforman un grandioso equipo que en pocas palabras, se cumple con
entregarnos una verdadera producción navideña. Ya había pasado un buen y vaya
que se agradece por hacernos recordar la importancia de no sólo convivir en
familia sino pertenecer a una.
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