sábado, 16 de agosto de 2025

¿Es Ofrenda a la Tormenta el “final” que se merecía La Trilogía del Baztán?

 

La primera vez que vi la película allá en verano de 2020, la encontré un poco decepcionante por la forma en que el caso culminó de forma misteriosa por plantearse varios cabos sueltos a diferencia de la detective Amaia, quien recibe un ultimátum con respecto a su matrimonio. Para bien o mal, la trilogía del Baztán cumple con las expectativas esperadas del género y en el proceso nos entretiene en cualquier formato que se deseé experimentar.

La razón de haberme animado a leerlas es que por sí solas y en conjunto, cada libro o película se defiende al ofrecernos una capa más de este relato “sobrenatural” detrás de cada asesinato. El Guardián Invisible nos introdujo al pasado terrible de Amaia, un pasado que la ha acechado todo este tiempo que estuvo afuera por radicar en las raíces de su familia hasta el grado de revelarse en la secuela que me motivó a anotarlos en mi lista de libros por leer.

Y es que si yo consideraba El Legado de los Huesos como el Imperio ContraatacaOfrenda a la Tormenta se convirtió un terrible bajón por haber reducido la aparición de Rosario Salazar, madre de Maia, en una sola escena que a su vez no tuvo nada que ver con lo leído. Desconozco si haya sido por cuestión de tiempo, pero haber removidos escenas del pasado o no habernos mostrado como Rosario perdía la cordura al aceptar la maldad en esta secta, terminó por invalidar su poderoso antagonismo en la entrega pasada.

Un sentimiento bastante similar al que sentí cuando omitieron los flashbacks de Voldemort en Harry Potter y El Príncipe Mestizo. Esto sí que es una lástima, ver tanto potencial desaprovechado por colocarnos a otro por encima de ella, que por lo visto seguía siendo falso por cómo se infiere que el verdadero controlador de esta secta no podría estar muerto y que el amigo desaparecido de Amaia, el agente del FBI Aloisius Dupree podría estar vinculado a este caso preparando así una cuarta entrega que hasta la fecha no ha sido confirmada.

Para no confundirlos, existe un cuarto libro, pero funciona más como una precuela, titulada La Cara Norte del Corazón, nos narra los inicios de la carrera policiaca de Amaia y las razones que la obligaron a alejarse del Baztán. Su propósito va enfocado a desarrollar más el perfil de esta detectivesca ayudándonos a ver su desenvolvimiento en la trilogía a través de otros ojos. Más no nos dará las respuestas a las preguntas que quedaron sin responder.

Ofrenda a la Tormenta recorta diálogos importantes que se dan en la familia de los Salazar, se omiten los conflictos ni siquiera el suspenso psicológico o lo sobrenatural llega a percibirse. El antagonismo recae en Juez Markina como el encargado de esta secta que sacrificaba recién nacidos, especialmente niñas, para conseguir lo que los familiares quisieran ya sea dinero, salud o bienes. Eso creía por como lo dije al principio, la tumba de su padre estaba vacía y alguien más llamó a la partera para obligarla a quitarse la vida, así que se siente como as debajo de la manga si resulta que la autora no tiene en mente resolver este misterio de último momento.

En cuanto a la dirección de la película, no puedo evitar sentir que el tono estuvo algo seco y la forma algo perdida por parte de Fernando González Molina, aunque no se le puede culpar ya que hizo lo que pudo con lo que dieron y al menos estuvo dinámica y mantuvo ritmo, pero ese ritmo la condena de pasajera porque comparadas con las otras, había un propósito, una línea a seguir. Aquí, cada paso que se da se siente improvisado y predecible.

Me parece extraño que la propia Autora haya permitido varias omisiones estando a cargo del guión al lado de Luis Berdejo. La familia de Amaia, en especial sus hermanas juegan un papel fundamental en esta trilogía y conforme se daba cada entrega, más eran reducidas y sin un peso narrativo para respaldar su importancia en la trama, en especial Rosaura ya que al menos Flora pudo compartir una escena catártica con Amaia, pero escasa de emoción por depender de la primera entrega ante la falta de una construcción sobre la tragedia de su hija, la cual es el alma de lo que se juega en el Baztán. El hilo conductor que unifica a la trilogía, ayudándonos a verle el lado bueno.

Estoy anonadado porque la tercera novela se desenvuelve mucho mejor que las anteriores, se nota la madurez y la confianza en las descripciones que nos ofrece Dolores. Cada uno de los personajes juega un papel esencial, la familia, no sólo es Amaia sino su esposo, su amigo, su hermana, su tía y Markina, el juez con el que se da la infidelidad. En el libro podemos ver el deterioro de la relación entre James y Amaia, se comprende, pero James es reducido a un par de diálogos como lo son el resto, al removerse el ensamblaje por una sola voz y es la de Amaia.

Por hacer hincapié en el asesinato de Jonan, su compañero, cuya voz se vuelve en la razón que la impulsa a no ir al Funeral de su madre al retomar ese instinto, es fácilmente una de las escenas más desastrosas pero no llega a sentirse como tal por esa falta de preparación en donde el elenco es usado como peones en una tabla de ajedrez, donde la reina y el rey son las únicas fichas que importan. Independientemente de lo que hagan o digan el resto, no afecta en absoluto lo que haga Amaia.

Tan siquiera Markina si recibió el tratamiento completo, pero demasiado enfoque en éste lo volvió predecible por la obviedad en que se refleja la participación de Leonardo Sbaraglia. Incluso podría decirse que se notaba su felicidad como actor frente a la cámara por asumir dicho protagonismo. El confrontamiento sigue siendo mejor en mi imaginación gracias a lo desprendido en la lectura, porque hasta eso Amaia ni siquiera pudo jalar de gatillo para resolver su propio error, cosa que viene haciendo de la primera.

Repito de nuevo, tanto película como libro comparten un final que resulta decepcionante por quedar abierto. En efecto, la trama principal y el motivante detrás de todas las muertes se revela sin hacerse justicia de por medio. No puedo evitar sentir que Amaia es percibida como una detective incapaz de lidiar con sus emociones y por esa razón su hermana Flora o el Detective Fermín, terminan ganando la partida en los libros a pesar de darle más fortaleza en la gran pantalla donde Marta Etura hace lo posible por sobresalir y con mucha razón tras ser el centro total de la atención.

No sólo siento desaprovechada a Susi Sanchez, sino a Patricia López porque la hermana menor Rosaura cuenta con un conflicto fuerte con Flora, es ella quien da con la verdad, verdad que Amaia encuentra por suerte dado que está vez el Basajaun brilló por su ausencia. Ni siquiera un silbido, perdiéndose esa atmosfera sobrenatural que había caracterizado a las dos entregas pasadas. Entonces, me temo que Ofrenda a la Tormenta no es el final que se merecía esta trilogía del Baztán, y por tanto mantengo la esperanza de que la autora se decida por cerrarla con otro libro más.

Tampoco quiero ser cruel, los libros fueron demasiados buenos y dado el volumen, era imposible que hubiesen adaptado todo, el detalle es que ni siquiera lo intentaron. Todo iba en automático y quizás con un poco de suerte, lleguemos a tener mejores versiones ya sea en formato televisivo en donde los personajes secundarios se beneficien de tiempo adicional para lucir tal como sucedía en las novelas.

Bien o mal, entretienen y cumplen con su objetivo dentro de lo que cabe. No esperes tener todas las respuestas, ya depende de nuestra mente llenar los cabos sueltos, pero de que tienen lo suyo, lo tienen. Yo recomiendo más los libros, sorpresivamente las encontré superiores a las películas debido al contexto cultural que nos ofrece en la primera parte mientras que la segunda, la madre de Salazar se roba la función.

No hay comentarios: