La misión de Ares III se ve interrumpida por una tormenta intensa obligando
a la tripulación a evacuar el soleado planeta de Marte. Sin ninguna
alternativa, la comandante Lewis se ve forzada a abandonar a su compañero
Watney al suponerlo muerto, pero para sorpresa de todo el mundo, éste sobrevive
sólo para encontrarse de nuevo a la merced de la muerte con cada día pasante.
Una historia bastante intrigante, inspiradora y original, asumo la
novela de Andy Weir debe de estar así de espectacular, sobretodo en su
contenido. Tantos hechos científicos, espontaneidad humana, política espacial y
protocolos a seguir en este caso de circunstancias aisladas. En sí se trata de Náufrago
pero ejecutada en una tierra desérticamente inexplorada.
Y decían que Ridley Scott debería haberse retirado tras haber sido
duramente cuestionado en Prometeo y hasta en Éxodo: Dioses y Reyes. Finalmente la
mayoría de los críticos coinciden conmigo en que esta adaptación representa uno
de sus épicos suspensos y eso que visualmente predomina más el drama.
Existe una diversidad de identidades cuyo respaldo es omitido, pero Drew
Goddard hizo bien en hacerlo ya que el enfoque recae en el astronauta y botánico
Watney. Él es la novedad, su lucha por sobrevivir, su carisma y profesionalismo
como botánico al desafiar las probabilidades con la creación de un hábitat en donde
nada crece dada la ausencia de agua y aire respirable.
Goddard, cuyos créditos incluyen Guerra Mundial Z y la serie de Daredevil, sabe
lo que tenía en sus manos y no tuvo miedo alguno es llevarse guiar por los
lineamientos estipulados de Weir. Este desenvolvimiento locuaz le sirvió a
Scott para crear ese gancho humano que suele escasear en la ciencia ficción.
Navegar por el espacio tiende a ser influenciado por las leyes del
tiempo, aquí no hay agujeros negros ni escapadas de años, no futuros ni pasados,
sólo el inminente presente del cual depende de una misión de rescate nunca
antes realizada en la historia de la humanidad o eso suponemos. Scott y Goddard
hicieron una fantástica mancuerna y espero verlos próximamente nominados.
Lo anterior incluye a Matt Damon ya que es fácilmente una de sus
mejores actuaciones en su entera carrera. Simpático, rebelde y preocupante,
sabe cómo expresarse en los distintos escenarios. Él solo carga con el peso de
la película, no comparte diálogos; es meramente su presencia física en pantalla
y exitosamente fluye al ritmo de esta ilustrada ambientación.
Claro que lo apoyan un magnifico elenco: Jessica Chastain, Kristen
Wiig, Jeff Daniels, Michael Peña, Kate Mara, Sean Bean, Sebastian Stan y
Chiwetel Ejiofor. Honestamente sólo contamos con su lado laboral y en escasos
momentos con un toque sentimental. De igual modo contribuyen a la tensión y a
su vez lo equilibran con sus distintas y perspicaces caracterizaciones.
Aparte del guión, las actuaciones y la dirección, otra de sus
fortalezas consiste en su sensacional edición. Esto me recuerda al concepto
artístico de Alien con una pizca de modernidad de Prometeo. En lugar de horror
tenemos un sugestivo suspenso resaltado por una edición de máxima calidad.
En sí no es una adaptación de constante acción como Gravedad, sino se
trata de un relato resaltado por efectos especiales detallados y un sonido
exacto. Las pocas secuencias que tenemos, al principio y final, son lo
suficientemente explosivas ya que de por sí uno se encuentra metido en el
personaje de Damon como para no sentir la catarsis.
La música de Harry Gregson-Williams en fusión con algunas canciones
del viejo disco le dio ese toque merecedor de nostalgia a la Guardianes de la
Galaxia. De acordarme me rió porque sinceramente nunca me había tocado
presenciar este grandioso humor en Damon. Y yo que creía que Chris Pratt era el
único que podía robarme un par de risas con su modo de decir las cosas.
¿Qué puede decir de la Cinematografía? Teniendo a Ridley Scott detrás
es obvio que las localidades van a estar lo mínimamente manipuladas. Lo mismo
va con el vestuario, me gustó verle un poco de color en su blanco dominante,
además que hizo un armonioso contraste con las instalaciones, los terrenos y el
glorioso amanecer en este planeta.
Espero por lo menos verla nominada en la mayoría de sus categorías técnicas
y arrasar en estas porque The Martian es cien veces superior a Interestelar y más
profunda e históricamente visual que Gravedad. Riddley Scott, Drew Goddard y
Matt Damon posicionan la exploración de Marte en lo más alto de su género que
sería un grave error no hacer este viaje.
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