sábado, 24 de octubre de 2015

Crítica de Puente de Espías (Bridge of Spies)


Basada en el real incidente U-2 de 1960 durante  la Guerra Fría, nos encontramos con un abogado de Nueva York llamado James B. Donovan quien es confiado para defender a un espía de la Unión Soviética con el propósito de demostrar que hay justicia para cualquier ciudadano en los Estados Unidos. Pese a tener todo en su contra, Donovan busca la manera de asegurar la vida del presunto culpable para en un futuro usarlo como una especie de intercambio entre Naciones de la cual llega a suceder tal como lo tanteó.

Steven Spielberg y Tom Hanks se reúnen otra vez para entregarnos un drama de suspenso de alta calidad a pesar de su larga duración, trama pausada y poca acción. La fortaleza de este equipo yace en la actuación, más que compensarlo con la edición; se trata de ser lo más genuinos al momento de escenificar un contexto tan enredoso, agresivo y desconocido para algunas personas que tendemos a desconocer las políticas de aquél tiempo.

Es de esperarse siempre lo mejor en este género por parte de Spielberg, el hombre se ha vuelto mucho más consciente al dirigir estas verdades ocultas con tanta pasión, calma y pegajoso humor. El modo en que llevó a cabo esta adaptación resultó en un tono enganchador conforme los obstáculos se tornaban complicados ante el contenido indirecto, por así decirse porque me temo que se tarda un poco en hallarle al ritmo.  

Los Hermanos Coen en alianza con Matt Charman cuentan con una vasta experiencia en los dramas de época, haciendo especial referencia a su previa colaboración con Angelina Jolie en Inquebrantable. Aquí vuelven a enfocarse en el sentido humano haciéndolo trascender sobre el patriotismo. Las diferencias entre ciudadanos, soldados o espías  no es tan distinta entre sí con la excepción del trato, aunque existe toda clase de torturas hacía los prisioneros de guerra, no sólo física sino también psicológica.

El único inconveniente que le veo es la falla de un posicionamiento de los personajes secundarios y sus desenvolvimientos. Efectivamente Tom Hanks carga con la película de una poderosa manera como era también de esperarse. Sin embargo, me quedó intrigado con haber visto más desarrollo descriptivo en el resto tales como su esposa, hijos, el juez, los prisioneros, los agentes, etc. De la misma manera quedó desaprovechada la tensión familiar.

Mark Rylance se pone casi a la par de Hanks a excepción que su personaje no tiende a recibir el mismo protagonismo, aunque eso no detiene en absoluto a Rylance porque así al instante lo identificamos y nos compadecemos. Amy Ryan tiene mucha presencia pero al lado de Austin Stowells, tampoco logran sobresalir debido a que se pierden en un ambiente carente de por sí de un autentico antagonista.

Aun así, es una drama histórico que no se puede perder porque de primera, no tenía la menor idea de quién era James B. DOnovan ni de su grande aportación durante esta época caótica. Vaya sorpresa que me llevé justo en el climax donde desde cierta perspectiva, se recoge el fruto de lo construido en su narración principal y ni se diga al leer los créditos. Si no fuese por Tom Hanks y Steven Spielberg, mucho seguiríamos todavía sin saber de este hombre honorable.   

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