domingo, 21 de agosto de 2016

Crítica de 12 Horas Para Sobrevivir: Año de la Elección (The Purge: Election Year)


Leo, and Charlie - The Purge: Election Year | Frank Grillo | Sobreviví

Debido a un sangriento pasado marcado por La Purga, la senadora Charlie Roan tiene como objetivo ponerle fin de una vez por todas a este inhumano evento impartido por los Nuevos Padres Fundadores de los Estados Unidos. Debido a su cercanía por ganar las elecciones, se pone en marcha  el asesinato de la candidata para impedir su alcance a la presidencia.

Haciendo un breve recordatorio, encontré potencial en la primera parte por este concepto controversial sobre una posible forma de economizar, por así ponerlo, ya que al final su fundamento recae en la conspiración capitalista la cual no está tan distante de la realidad. Recuerdo sentir el miedo de sólo pensar encontrarme bajo esas circunstancias.

Lamentablemente no cumplió con las expectativas hasta que decidieron irse a las calles mediante una historia vinculada entre varias personas con una agenda en común: sobrevivir. A excepción de un protagonista cuyo pasaje de venganza concluyó en redención, manteniéndose esta esencia en esta tercera entrega.

En sí La Purga 3 funciona como un cierre a una escalofriante e intrigante trilogía. La base de lo que hizo a la segunda en un éxito superior a la original sigue presente en conjunto con el riesgo de llevarlo al plano político del cual ingeniosamente congenió con las elección presidencial de este año. Me sorprende lo cuan actualizado yace en su contenido.  

Seguramente muchos religiosos terminarán detestándola por su enfoque religioso, especialmente en el tercer acto donde un sermón te deja boquiabierto. Uno debe comprender que  es una pieza de entretenimiento que cumple con su propósito, además de hacernos cuestionarnos sobre nuestra naturaleza humana.

Así como somos capaces de hacer cosas maravillosas, también somos capaces de hacer un mal tan inimaginable si se nos da la oportunidad como se nos plasma en esta arriesgada adaptación, que merece sin duda respetarse por cruzar ese camino que muchos no se atreverían. Porque en sí, el horror está en tercer plano, el núcleo radica en la esperanza y lucha por un mejor mundo.

Las temáticas son correctamente establecidas por el guionista y director James DeMonaco. Ni se diga de su edición, iluminación y cinematografía porque conforman una atmosfera que te mantiene en suspenso en cuando suena la sirena. Asimismo la música, vestuario y los efectos especiales son tan efectivos que sientes la tensión al lado de un par de sustos.

Desde un principio sabía que Frank Grillo debía regresar tras haber dejado su huella en la segunda entrega. Pese a no ser el elemento central, su química con Elizabeth Mitchell es lo que pone a esta secuela en otro plano porque es tanto su fe en esta actriz que interpreta a la senadora, que nos contagia de su necesidad de protegerla a toda costa.

Fácilmente Mitchell se posiciona como el corazón y alrededor de ella, los nuevos integrantes como Mykelti Williamsom, Joseph Julian Soria, Betty Gabriel, Edwin Hodge y demás terminan agradándonos hasta el grado de conmovernos. Tampoco descartemos a los chicos malos porque su psicosis es tanto de temerse como de odiarse.

Ya para que yo lo diga, porque probablemente me vayan a criticar por haberle dado un puntaje favorable, no lo puedo evitar. Es una secuela que supo desenvolver su caótica historia con una fuerte voluntad de esperanza. No la siento como la definitiva conclusión en víspera de lo mencionado en el clímax, pero en cuestiones de trilogía, cierra como debería.

Calificación: 4 de 5 estrellas

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