Basada en el bestseller de Becky Albertalli del cual encontré
fascinante por relatarnos la sencilla historia de amor de Simón, un adolescente
común y corriente cuyo secreto es puesto en juego al tener que arriesgar a sus
amistades cercanas con el fin de proteger a la persona misteriosa de la cual se
ha enamorado.
Después de haber visto Ready Player One y Tomb Raider, me hice la idea
de no obsesionarse al 100% de la fuente original, y en parte fue un gustazo
porque el resultado final fue mejor que la novela y eso es una sorpresa
comentarlo porque es divertida, ingenua, sentimental y clara en la ejecución de
su mensaje.
El Director Greg Berlanti mostró respeto a la forma de acercase a este
contexto juvenil, siempre espontaneo, honesto y familiar. No escarbó en la
controversia ni exageró en su melodrama, siempre enfocado al crecimiento.
Incluso se siente madura e inocente por la forma en que se desenvuelven los
sucesos que podrían traernos un par de identificables recuerdos.
Los guionistas fueron creativos al tergiversar ciertas acciones
dándoles espacio y propósito a personajes secundarios que no lograban dejar su
huella en el libro. Esto benefició al elenco porque complementaban al
protagonista de una forma que no podías despegarte de sus interacciones y
diálogos. Algunos reconocibles para los lectores, gracias por ello.
Apenas ubiqué al joven Nick Robinson en Mundo Jurásico, interesante
ver lo que pueden hacer cuando se le da una oportunidad. En el rol de Simón
Spier se desenvuelve tal como era descrito. Inseguro, temeroso y retraído pero
con esa gran iniciativa en su búsqueda por aquella identidad secreta con la que
se enamora al estarle testeando.
Esas secuencias de testeo se tornan dinámicas, astuto fue
reemplazarlos con los posibles candidatos al igual que recurrir a las fantasías
visuales. Muy diferente leer los correos que escucharlos y verlos cobrar vida.
Debo dárselas al equipo de edición por sus adecuados encuadres y uso de música.
Tener a Jennifer Garner y Josh Duhamel le brinda emotividad al drama y
a pesar de estar en momentos, el tiempo es suficiente para forjar a Nick y
darle esa seguridad de autenticidad. Aunque siento que hizo falta insertar
aquella escena de disciplina para darle una faceta completa a su relación de
padres e hijos.
En cuanto a Katherine Langford sigue robando la atención como Leah, no
hay nadie como ella para expresar una contagiosa vulnerabilidad y ni se diga de
Natasha Rothwell quien es espectacular como la Maestra de Drama, quien hubiese
creído de su capacidad para hacernos reír. Por otro lado Alaxandra Shipp se
torna distinta a la imagen grabada en X-Men: Apocalipsis.
En conclusión, una adaptación simpática que cumple con las
expectativas anticipadas y que sin duda resulta una sincera adaptación a las
estereotipadas adaptaciones juveniles. Sanamente divertida, ligeramente
dramática y cercana al desenvolvimiento de la vida de un adolescente.
Calificación: 4 de 5 estrellas
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