sábado, 5 de octubre de 2024

Rogue One: Que En Paz Descansen

 Hace mucho tiempo, en una galaxia muy muy lejana…

ROGUE ONE: Que En Paz Descansen

Un año después de que El Despertar de la Fuerza haya conseguido un asombroso retorno con 2 billones de dólares mundialmente, los seguidores que juraban que siempre habían amado Star Wars se preparaban para presenciar el primer triunfo de la alianza rebelde en donde se nos vendía la promesa de conocer a esos espías que lograron robar los planos de la primera estrella de la muerte. Ah, aquellos sí que eran buenos tiempos, antes de la oscuridad, antes de El Ultimo Jedi.

Lo que nadie anticipaba es que esta historia de Star Wars terminaría por convertirse en tal vez la mejor de la saga y en mayor parte por ese trágico desenlace que nadie anticipaba por tratarse del debut y despedida de estos personajes que en tan sólo dos horas nos robaron el corazón por lo emotiva que se torna al verlos morir uno por uno durante los últimos minutos de la batalla de Scarif. Batalla espectacular que sigo aplaudiendo por su música, coreografías, efectos especiales y diálogos. Es que tanto la terrestre como la especial estuvieron en otro nivel y merecen mucho crédito por no haber una sable de luz de por medio.


Y la muerte de cada uno de ellos tiene lógica porque no sólo los hace valiosos, sino porque se convierte en su legado y por lo visto, en uno inigualable e irrepetible. Esto implica en que no se puede regresar al pasado ni acudir al futuro ya que solamente en este punto es donde todo el elenco convergió. Por esa razón duele hacernos la idea de que a pesar de contar con la serie de Andor, donde se puede seguir explorando este personaje en conjunto con la evolución de la alianza rebelde, jamás podremos volver a verlo reunirlo a la vez con Jyn, Chirrut, Bodhi o Baze. Misma razón por lo cual la trilogía clásica cobra valor porque jamás volveremos a ver a Luke, Han y Leia juntos. A veces se tienen que sacrificar oportunidades para obtener la inmortalidad. De lo contrario se corre el riesgo de destruir todo por lo que han luchado y sufrido.

Eso sí, cada uno podrá hacer apariciones en otras adaptaciones, con suerte conseguir su propia historia o serie, pero reunirlos como ese enganchador ensamblaje que nos mantuvo al borde de nuestros asientos, JAMAS podrá suceder por ese impactante final. La única esperanza es irnos al Episodio IV convirtiéndose Rogue One en esa reintroducción a la Saga Skywalker para todos aquellos que no tenían ni idea de su existencia. Así que es inevitable no encontrarle otro sentido no sólo a esto sino al resto de los episodios por el cambio significativo que adopta.


Ahora tenemos mucho más contexto al momento de que Luke Skywalker navega por el túnel de la estrella de la muerte, o como era que Darth Vader estaba seguro que el Tantive IV llevaba los planos tras haber estado tan cerca de detenerlos y porque Bail Organa envió a Leia con Obi-Wan. Todo tiene sentido, no que lo hubiésemos requerido cuando la vimos por primera vez en el año 2016, por sí sola es una obra maestra que desde los primeros minutos te va construyendo la trama con ritmo y profundidad para cuando menos te lo esperes, estés temblando de nervios y gritando por el horror de saber que hasta ahí llegaron.

Las rebeliones son construidas de la esperanza, una frase que sin duda nos pone a pensar en esa búsqueda de hacer el bien en una Galaxia que podría no estar tan distante de nuestro mundo real en el que nos encontramos. El Imperio puede adoptar infinidad de referencias independientemente de la ubicación, sabemos que el mal existe al igual que el bien, pero cuando el mal se encuentra en nuestro gobierno, todo recae en las buenas personas de hacer algo al respecto porque en efecto las libertades sí llegan a morir con un estruendoso aplauso.

Tampoco niego que es más fácil ignorar la bandera de la opresión y del engaño, no tiene significado alguno mientras no la veamos o eso pensaba Jyn Erso antes de toparse con Cassian Andor, otro escéptico que hemos llegado a conocer más a fondo gracias a la primera Temporada de Andor, serie que nadie pidió y que ahora esperamos la Segunda Temporada con mucha anticipación.


Andor no es un santo, tenía las manos manchadas de sangre por tener que hacer lo necesario siendo lo opuesto de Jyn al haberse distanciado de la causa al asumir lo peor de su padre. Incluso ella lo juzgo en una escena que tiene impacto en el desarrollo de ambas personalidades porque los hace unirse al momento de descubrir que de ellos depende hacer la gran diferencia porque nadie irá a detener esa arma de destrucción masiva. Todo esto con la esperanza de que los demás los sigan y es cuando la inspiración de verlos actuar nos hace conscientes del alto precio que exige la lucha por la libertad.

No todos nuestros héroes suelen disfrutar los frutos de su cosecha, y no tenemos que confórmanos con lo visto en Rogue One sino es cuestión de darle una ojeada a nuestros libros de historia para darnos cuenta de los mismos errores que la humanidad suele cometer al buscar el poder absoluto como se nos representa mediante Moff Tarkin y Orson Krennic.


Acaso la política sucia no está lograda con estos dos, agregando a Darth Vader haciendo de las suyas al igual que Saw Guerrera que sirve para demostrar que a veces las buenas intenciones pueden ser corrompidas al jugar igual que el enemigo. De tanto abundar en el extremismo, Saw Guerrera perdió de vista su propia alma despertando en su interior a un monstruo igual que el de sus enemigos, desconociendo las nobles intenciones del piloto desertor y de su pupila Jyn al decidir abandonarla a su suerte.

No todo está perdido y justo eso nos lo demuestra Galen Erso al plantar su venganza conforme trabajaba para el Imperio. Esa fue la chispa que necesitaba Jyn para retomar la batalla e inspirar a Andor de redimirse y convertirse en algo más que un sucio espía, en un luchador por la paz hasta el grado de respaldar a Jyn en esta misión suicida de la cual ni siquiera pudieron ver el resultado final (la explosión de la estrella de la muerte).


Ambos dieron por hecho que lograron su cometido, el enviar los planos, se aferraron a la esperanza conforme se enfrentaban a su inevitable muerte en manos del cobarde Tarkin. Siendo mi único consuelo que un cobarde haya matado a otro cobarde y peor aún, mediante su propia creación. Haciendo referencia a la caída del Director Krennic en caso de no captarlo.


Por esa razón cada que veo Rogue One, no paro de temblar conforme me acercó al final por la dura verdad de que todos mueren dando lo mejor de sí, en el nombre de la libertad. Aunque vayamos a tener 2 Temporadas de Andor, nada podrá cambiar esta tragedia y aunque me cueste aceptarlo, no podría haber sido de otra forma por el impacto significativo que tiene no sólo para los seguidores sino para cualquiera que se esta aventurando por primera vez en esta saga.

Esa es la belleza de Rogue One, que es una historia independiente que podemos entender de principio a fin sin la necesidad de pasar por el resto. Sin importar que próximamente vaya a ser reconocida como el epílogo de la Segunda Temporada de Andor, no se puede negar lo que nos hizo sentir y nos sigue haciendo sentir cada vez que nos sentamos a verla por la simple razón de que su desenlace es gloriosamente trascendental desde cualquier punto de vista, ya sea simple o complejo, todos sin excepción tenemos siempre algo que decir con respecto a Rogue One.

Por ende, que en paz descansen, se lo merecen.

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