jueves, 26 de octubre de 2017

Crítica de Asesino: Operación Venganza (American Assassin)


American Assassin', su trío protagonista no logra salvar un ...

Habiendo sobrevivido una tragedia, el joven Rapp se convierte en un vigilante impulsivo al atacar las células terroristas. No obstante las Fuerzas Especiales lo interceptan y a su vez optan por reclutarlo bajo la tutela del veterano Stan Hurley donde juntos trataran de detener un contrabando de plutonio. 

El nombre de Michael Cuesta está lejos del género, aquí fue más la experiencia del elenco lo que le brindó credibilidad considerando que a pesar de sus dos horas, la producción se mantiene superficial en el desarrollo de los personales. En el sentido en que no es lo suficientemente sentimental como para engancharte debido al giro en su primera secuencia.  

Desconozco la novela, quizás ahí si haya visto una profundidad narrativa porque me quedó con el deseo de haber conocido más a la personajes. No que desacredité la historia, sigue siendo lo bastante entretenida y en especial durante su última escena épicamente explosiva. Me hizo recordar a La Suma de Todos Los Miedos por su gratificante calidad en los efectos especiales.

Como vengo recalcando, en cuestiones de combates no decepciona, existe integridad en sus maniobras físicas pero políticamente se quedó pobre de sobresalir como lo hizo Bourne y hasta por debajo del brutal guión de John Wick. El protagonista parecer salirse con la suya, nada parece fallarle y debido a esa ausencia de vulnerabilidad le resta suspenso a la trama.

Dicho lo anterior, Dylan O’Brien cumple con la demanda física aunque le hizo falta ingenuidad e inocencia como lo expresó en The Maze Runner, prácticamente es Michael Keaton quien termina equilibrando la función y como que me hubiese gustado un enfrentamiento más enfocado hacía el personaje de Taylor Kitsch. Esta dirección de venganza estuvo un poco desubicada.

Como Ghost, Kitsch se convierte en ese tan necesitado disparador del suspenso porque la dinámica entre O’Brien y Keaton es escasamente básica. Son las interacciones con Kitsch cuando se pone interesante al igual que Sanaa Lathan quien pudo haber dado más que sólo ver el conflicto desenvolverse.

Originalmente satisfactoria podría concluir, quizás justo lo que queremos ver para distraernos un poco. Pudo haber sido mejor, obviamente faltó visión al despojar a ambos protagonistas de su sed de venganza.  De ahí en fuera, la adaptación luce en momento sobretodo en el tercer acto donde los riesgos comienzan a retumbar. 

Calificación: 3½ de 5 estrellas

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