Justo cuando había decidido por retirarme con El Ultimo Caballero,
llega una precuela mucho más sencilla, nostálgica, emotiva, divertida y bien
ejecutada que no sólo recupera el espíritu de la original sino la convierte en
la mejor adaptación que haya tenido Transformers. Para variar la recepción
positiva estaba en lo correcto.
Tras la caída de Cybertron, Optimus Prime envía al Soldado B-127 a la
Tierra para establecer una base de resistencia
ante la amenaza creciente de los Decepticons. En su llegada, B-127 se
enfrenta con un ejército militar de lo cual a duras penas logra sobrevivir como
un modelo de Volkswagen Beetle que
eventualmente cae en las manos de un adolescente desesperada por atención.
Existe un error de continuidad si tomamos en consideración la terrible
y saturada narrativa de Transformers 5, donde en el pasado Bumblebee peleó
contra los Nazis en la Segunda Guerra Mundial lo cual contradice su llegada en
esta versión situada en 1987. O por otro lado su pérdida de memoria podría
justificar su comportamiento más apegado a los humanos, gracias a Charlie.
De una u otra forma, la guionista Hodson hizo lo que ninguna secuela
pudo hacer y fue profundizar en el desarrollo de los personajes porque la
conexión entre Charlie y Bumblebee fue conmovedora. Obvio que todo este peso
recayó en la talentosa Hailee Steinfeld quien fácilmente se roba la película al
posicionarse como el corazón debido a su sentimentalismo.
Claro que la voz de Dylan O-Brien como B-127 en compañía de los
increíbles efectos especiales ayudaron, pero la actuación de Hailee es de
admirarse al lado del simpático Jorge Lendeborg. Cabe mencionar que John Cena
está demostrando ser una figura estable, todavía no a la altura siquiera de
Batista, pero ahí va creciendo poco a poco.
El director Travis Knight se enfocó a contar un relato sencillo con
pocos transformers y pocos humanos. Esto se torna nostálgico debido a las
referencias de su contexto y se siente especial por mantenerse el secreto. Una
adaptación para toda la familia siendo lo mejor su duración por debajo de las 2
horas.
Como sucedió con X-Men: Primera Generación, me gustaría bastante fuese
tratada como ese necesitado reinicio a la franquicia, además que esos diseños
originales le dieron autenticidad a la franquicia. Suene difícil de creer, es
mucho mejor que Aquaman por el factor de mantenerse lo más humana posible y con
los pies firmes en la tierra.
Entonces Bumblebee resulta una sorpresa para cerrar este cuatrimestre
en un tono positivo. Veamos cuál es la siguiente dirección pero por el momento
todo pinta bien en este universo. Además tener una actuación de Hailee en esta
clase de producciones, es de aplaudirse porque gracias a ello, la historia
logró trascender en un plano emocional y no tanto de acción.
Calificación:
4 de 5 estrellas
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